El carretero…
Hola amigos lectores de esta columna semanal, se les desea desde éste espacio un feliz fin de semana. No puedo comenzar esta entrega sin agradecer, en particular, la atención de los lectores que me abordan en lugares públicos para externarme su simpatía por este trabajo, así como para manifestarme su acuerdo o desacuerdo con lo que aquí leen.
Les pido a todos ustedes, a quienes, justamente, me han hecho un reclamo personal con respecto a comentarios que quisieron hacer llegar a través de las páginas web donde aparece la presente columna (http://phorizontes.blogspot.com/), pero que les fue negada tal posibilidad en al menos una de ellas; que tengan paciencia, pronto abriré una pagina en facebock, dónde todos sus comentarios, así sean anónimos, serán bienvenidos, y los más relevantes serán publicados en una columna alterna a este espacio en los medios impresos en los que aparece La Carreta y los bueyes… así mismo, aclarar que este servidor, no tiene nada que ver con la administración de los sitios web dónde se publica esta columna, y el criterio que ha rechazado algunos comentarios de lectores a mi trabajo lo desconozco por completo.
Dos lectores a los que si se les permitió comentar mi opinión en la web o red digital global, conocida comúnmente como Internet, se pronuncian en cuanto a mi postura con respecto a la lucha contra el crimen organizado, concretamente en el caso del General Viviano Villa, que saltó a la palestra nacional luego de una entrevista concedida a La Jornada, retomada en el noticiero de Carmen Aristegui. Uno de ellos, muy practico, opina que debí bajar el video de Internet (del programa de Aristegui), en vez de hacer tan mala crónica del mismo (así lo entendí). El otro amable lector considera que mi postura con respecto al proceder del general es errónea dadas las circunstancias que vive el país, agrega, palabras más, palabras menos: que no he sufrido en carne propia la violencia del crimen organizado, por ello, concluye, tomo una postura crítica ante el citado general.
Se les agradece a ambos su atención y consejos explícitos e implícitos en sus comentarios. En el primero de los casos, olvida el lector que esta columna es hecha pensada en su publicación para prensa no en Internet, por ello no podría darse la posibilidad del video que efectivamente está en youtube. En el segundo caso, no es ni remotamente posible que la barbarie que vivimos pueda ser superada con más barbarie.
Si el estado de derecho se convierte en estado de excepción solo los sanguinarios saldrán ganando; la tentación es mucha, y parecería la única salida a nuestro drama nacional, a la reconstrucción de la patria; pero, como dijera Oscar Wild (atendiendo el discurso del general Villa, en aquello de "Mi padre el ejercito, mi madre la patria…"): "El nacionalismo es la virtud de los sanguinarios…" Por ello, pregunto ¿hace falta que la experiencia confirme un axioma racional?, la barbarie se combate con civilización, el estado de excepción no es civilizado.
En cuanto a las exactas observaciones del Maestro Enrique Gonzales, aceptamos que, efectivamente San Rodrigo, no era tal cuando quien esto escribe naciera a finales de los sesentas; pero, había un culto o devoción al sacerdote mártir entre algunos fieles católicos, como mi bisabuela, por esos años, según me lo contara mi madre; esto por un comentario la semana pasada a esta columna. Al igual que otro comentario allí mismo, que señaló como yerno de la Maestra Gordillo lideresa del SNTE, al actual secretario de educación Lujambio, aclarando el maestro que no existe tal parentesco, y efectivamente, estaba yo mal informado.
Rivas y el traje nuevo del Rey…
Como aquel cuento con moraleja, donde nadie se atreve a decirle la verdad al déspota y autoritario rey que, en su embriaguez de poder, posa desnudo creyéndose vestido por un ropaje mágico que solo ven los inteligentes, y que le fuese vendido por un hábil estafador que pone a todos en evidencia; en éste reino del revés, como califica la actual administración el colega Jorge Ramos, todos son tan tontos o tan hipócritas como para conceder siempre la razón al señor presidente municipal. "En verdad (dicen los que lo racionalizan), el doctor trata de hacer lo mejor por Sayula, y ha tenido, dentro de sus desatinos, más aciertos que errores.
Por su puesto en esto de parecer más listos de lo que en verdad son, omiten lo que les conviene, lo cual los convierte en hipócritas, y admiten lo que no ven. Dice el dicho que para que haya un engaño se necesitan dos, uno que mienta y otro que le crea; de ahí se infiere que la culpa es compartida. Pero no estoy haciendo una acusación generalizada, lo que sería un nihilismo, aunque Rivas ganó en unas elecciones legales, no lo hizo con la mayoría de los votos, ya lo analizó antes en la prensa local José Isabeles, con datos duros; el voto del pueblo de Sayula no fue un cheque en blanco al así llamado mejor presidente de la historia de éste municipio.
Para mi fue claro, de acuerdo a los datos, que la gente ya no confiaba en el "menos peor" de los postulados en los últimos años a la alcaldía de la ex provincia de Ávalos. Una gran parte de los votos fueron a los partidos que hoy son de oposición y que han traicionado a sus votantes, ya sea por omisión o ineptitud, yo me inclino por esto último.
Estos cortesanos del "Reino del revés", no han mejorado un ápice la forma de gobernar del señor Rivas, sigue siendo el mismo impositivo, según sus propias quejas expresadas en privado (como si la ley no los facultará para hacerlo públicamente). De allí la conclusión al calificarlos de ineptos y en el peor de los casos de judas políticos. Si el poder que les dio la gente para servir de contra peso al titular de la administración no se ejerce, ¿de qué otra manera se les puede llamar?
Estos tontos que se hacen listos, ven el traje que el pueblo no ve, el traje del mejor presidente de la historia que le vendieron los merolicos que llevan su tajada en la repartición del botín social, político y económico de esta administración municipal: "No, si, el doctor, por algo ha ganado tres veces la presidencia de Sayula, la gente lo quiere" "Honradez a toda prueba, disciplina, don de mando, mano dura…es militar" " Ha traído fuentes de trabajo al municipio:
La jentzen, Aurrera, Soriana..y ahí viene Coopel" "Depuró la policía municipal, despidiendo malos elementos; la gente de obras publicas no los quiere porque les exige que trabajen" "No abre más cantinas y mantiene a raya a las que ya hay…combate el vicio"…estas y otras bonitas expresiones justifican una administración que no oye, no entiende y no le interesan las necesidades de sus gobernados, si no las oye, entiende o interesan al presidente municipal, así de fácil. Y hay quien dirá que esto es correcto, porque "el pueblo nunca sabe lo que quiere y hacerle caso es locura", externándolo en una postura paternalismo que es el fondo de toda esta basura.
Pero, la gente en las calles de Sayula está cansada de que se les trate como a niños, que se les mande a dormir a las once de la noche los fines de semana; de carecer de protección, de seguridad publica; de mendigar en las oficinas municipales derechos que les confiere la ley; de escuchar el mantra rivista de "no hay dinero", cuando se trata de asistencia social, cultura y deportes; de ser menos preciados en sus actividades culturales y deportivas en beneficio de otros municipios; de ser relegados a ciudadanos de segunda cuando se aplica el reglamento municipal, en contraste con una clase privilegiada de vecinos a los que se les tolera todo por ser los principales y los notables en esta lógica medieval; de que el PRD no cumpla con su conciencia ideológica y se venda abortando su compromiso de justicia social como partido de izquierda; de los medios paleros y cínicos que publican boletines de prensa del ayuntamiento como noticias y hasta editoriales obligando a la unidimencionalidad en la opinión publica del municipio, con la consigna de la mesura y la no estridencia en las notas.
Esto harta porque no es democracia, porque las mayorías no ven protegidos sus intereses, no se ven representados como adultos en cabildo municipal. La ciudadanía ve al Rey como realmente se presenta: desnudo, sin nada que ofrecer que no sea necesidad de adulación; esto, en pleno siglo XXI es aberrante. ¿Cuándo Sayula saldrá del siglo XIX…? Ahí se ven mejor. Ah!, ya cierren la cantina de Rivas, por favor…tan, tan.
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