“Los medios de información son un espacio donde se permite interactuar, criticar y fomentar el debate, y eso se intenta hacer… Recuerden que el diálogo puede ser duro, crítico y reflexivo, y que todos debemos estar abiertos a opiniones divergentes y a un debate respetuoso” (Diana Ortega Torres)
De antemano les digo que lo que aquí se expone, no gustará a los estudiantes de periodismo y seguramente a muchos otros. No me conmueve. Hay cosas que se tienen que decir tal cual, aunque en el marco del respeto, sino no se entienden. Esto es una crítica constructiva y propositiva a las más de 30 personas que constituyen hoy el equipo denominado “Grupo Nueva Prensa”, el cual se traduce en Ene.pé (http://www.enepe.org/), medio periodístico fundado por estudiantes de periodismo del ITESM Campus Monterrey.
Debo advertir que el objeto de estas líneas se funda en una experiencia personal, y que incluso puede ser visto como exageración, cosa que ya cada quién juzgará. No se pretende tampoco exhibir a alguien, sino poner sobre la mesa la responsabilidad, compromiso y seriedad de iniciativas que reflejen las originales necesidades del estudiantado como se busca en Ene.pé. Asumo que somos todos una comunidad universitaria capaz de responder a los retos que impone la controversia y el debate serio, argumentativo y con el rigor intelectual que a diario se nos exige. Se habla pues, a título personal, pero a su vez en nombre de aquellos que sólo se quejan en silencio.
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Tiempo después de lanzado a las redes electrónicas el medio periodístico Ene.pé, me interesé con gran emoción en escribir. Aunque la escritura es algo que practico desde 2007 y en modo constante. Este espacio que nació como un proyecto estudiantil, fundado por alumnos de la carrera de Licenciado en Periodismo y Medios de Información (LMI), publicó en su página web mis primeros apuntes el 08 de septiembre 2010. De ahí siguieron otros pocos, aunque debo decir, el interés de Grupo Nueva Prensa fue en declive, al punto de casi desaparecer la página web en las pasadas vacaciones decembrinas.
Ahora, y tras haber iniciado el año, los editores han desestimado las colaboraciones enviadas de mi parte. Unas pocas cosas se han publicado, y han hecho menos otras aportaciones. Me comuniqué con uno de los fundadores, ahora en Italia. Le comentaba mi inquietud por saber si existía algo que yo desconociera al respecto, quizá filtros que mis apuntes no lograron superar. También indagué sobre los criterios que consideran para que algo sea cargado a la página web o no. Comprendí que el atraso con las publicaciones se debía a una desorganización de los propios editores, para lo que tienen un editor por sección, según me fue informado.
Se me pidió que me comunicara con la jefa de información de Ene.pé, y así lo hice. Tras platicar y aclarar los puntos vía correo electrónico, acordamos que ella publicaría algunos de los atrasos. Esperé y nada pasó. Insistí días después y me dijeron que lo harían a la brevedad. Ene.pé incumplió el acuerdo una vez más.
En la edición de hoy jueves 03 de marzo, el periódico institucional del campus Monterrey, Panorama, dedicó casi una página completa a una nota sobre estudiantes de periodismo y su trabajo en Grupo Nueva Prensa (Corre tinta fresca por sus páginas). Decía que los estudiantes de periodismo habían creado un “espacio de expresión y práctica periodística.” Asimismo, se exponía en su primera línea que esto se trataba de un medio “de estudiantes para estudiantes.” Entre otras cosas plausibles, como el lanzamiento de la primera versión impresa de Ene.pé el 14 de febrero pasado (con 3 mil ejemplares), invitaron a quienes estuviesen interesados a colaborar de alguna forma con ellos.
Agradezco el apoyo brindado de Ene.pé, mas no puedo sustraerme de la realidad que los mismos estudiantes que encabezan este esfuerzo, plantean. No puedo acallar y hacer como que nada sucede como ya lo hacen miles de estudiantes en este campus (y en muchos ámbitos). ¿Por qué? Porque como sentenció la Dra. Lucrecia Lozano la vez pasada que nos reunimos para sostener una comida y charla de retroalimentación con ella, el rector de la zona metropolitana David Garza Salazar, entre otras autoridades, y tras cuestionárseles el hecho de no contar con un espacio de expresión que fuera a su vez voz genuina del estudiantado: que Ene.pé sería lo que los alumnos hiciéramos de él, aseguró. O sea, que en nuestras manos está que este nuevo proyecto recién nacido muera o se encumbre entre la comunidad estudiantil con el mayor de los éxitos. Es a lo que estoy comprometido, pero si no existe ni siquiera el incentivo de las publicaciones que detonen, en algún modo el debate estudiantil, ¿de qué sirve?
Hace unos momentos –mientras ya escribía esto- recibí el mensaje vía Facebook de la jefa de información, señalando que el lunes subirán todos los atrasos. Posteriormente Diana Ortega Torres redactó un comentario relacionado con una nota polémica dentro del campus: “Los medios de información son un espacio donde se permite interactuar, criticar y fomentar el debate, y eso se intenta hacer… Recuerden que el diálogo puede ser duro, crítico y reflexivo, y que todos debemos estar abiertos a opiniones divergentes y a un debate respetuoso.”
Algunos dirán que he exagerado con mis comentarios, y que incluso soy mal agradecido. Mas estoy cierto en que la responsabilidad y compromiso deben salir de nosotros como estudiantes. Porque en el campus, como en el sistema Tec, y en el sistema político mexicano, si nadie alza la voz y si nadie se indigna por lo que debe ser frente a lo que son las cosas. Mucho, sino es que todo, está perdido.
Si Ene.pé fracasa en su intento por enaltecer la inclusión, el pluralismo de distintas carreras profesionales, así como de visiones, ideologías, y demás; si se nos falla al hacer de este nuevo proyecto “uno más”, como falló Campus Mty, periódico que tras altas y bajas terminó sucumbiendo, y habiendo sido impulsando por alumnos de periodismo también; si Ene.pé se convierte en una simple extensión apéndice, o diario satélite de Panorama, sin dar cabida a las auténticas expresiones del estudiantado, generando el debate y la eclosión de las ideas, contribuyendo a una constante masturbación intelectual, ¿qué le queda entonces al alma de este campus que son los futuros profesionistas? ¿Cómo esperamos construir así y algún día un semillero estudiantil capaz de discernir, disertar y decidir por sí mismo? ¿Qué nos queda a los que en lugar de dar, se nos quita una oportunidad?
Jueves 03 de marzo 2011
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Skype: isabeles5
1 comentario:
Isabeles realmente yo te admiraba, ahora te veo como un hijo cuando descubre que su padre no es invencible.
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