miércoles, 29 de noviembre de 2017

La guerra contra el dinero

Los tecnócratas nacionales e internacionales ya arropan a José Antonio Meade, ¿será el ungido en el PRI?


José Isabeles

Lenta e invisiblemente se ha establecido la idea de que, hablar de economía y finanzas es una cuestión complicada, debido a la tecnicidad de la temática o al alto grado de especialización que al respecto se requiere. Sin embargo, hablar de dinero es tan trascendente porque convivimos con él todo el tiempo, y es un recurso que pone en funcionamiento a todo un sistema, nos guste o no.

Sería bueno que el dinero no existiera, pienso yo, pero al no existir habría otras formas de intercambio, aunque el dinero en principio establece un orden y desde luego de paso control. Así como debemos comprar un buen colchón en la medida en que pasaremos una tercera parte de nuestras vidas en él, así es sustantivo estudiar el dinero y, diría también, sus diversas formas de obtenerle. Al menos en la actualidad, pasaremos casi toda nuestra vida luchando por conseguir más efectivo o dinero virtual.

Cuando se volvió escaso y caro el manejo del oro y la plata (como monedas) en ciertas sociedades, se inventó el dinero a base de papel impreso y metales baratos para sostener los intercambios. Cuando el dinero fiduciario o fiat (ese billete arrugado o moneda que trae en su bolsillo), se fue, digamos, agotando, surgió como por arte de magia el plástico que hoy llamamos tarjeta de crédito, precisamente para extender el uso del dinero o inventar dinero donde no lo hay, y continuar alimentando a la economía, pero ahora a través de un esquema más digital y gracias a Internet.

Desde luego que parece absurdo pensar que el dinero en efectivo podría desaparecer (quizá no lo haga en los pequeños pueblos ni de golpe, pero sí en las grandes urbes desarrolladas y a mayor velocidad), sin embargo le recomiendo leer el texto “Vengo del futuro: tira tus tarjetas y colecciona tus billetes”, en El Financiero (05/10/2017). En él, Isaid Mera explica de una forma hasta risible, cómo en algunos lugares de China las personas ya no utilizan efectivo para pagar, obligando hasta a los vendedores ambulantes a usar aplicaciones como WeChat para poder seguir vendiendo, cobrando desde frutas y verduras a través de un código QR y celular.

Hay quienes creen que todo esto se debe a una gran maquinación para evitar que use menos su efectivo y más sus tarjetas de crédito o simplemente el celular conectado a su cuenta bancaria. ¿El propósito? Seguirnos controlando y controlar sobre todo el cobro de impuestos para el gobierno. Sea como sea, la aparición de las criptomonedas (monedas virtuales) como el Bitcoin y Ethereum, consolida esta idea de un mundo sin dinero físico. Tal vez estemos librando sin saberlo, una guerra silenciosa en contra del paradigma del dinero como lo conocemos hasta hoy. ¿Cuántas cosas hemos pensado como humanidad que no ocurrirían y ya ocurrieron o están en ese proceso?

Twitter: @joseisabeles

E-mail: isabelesjose@gmail.com

domingo, 19 de noviembre de 2017

La gran apuesta es la educación

José Isabeles


¿Quién no piensa que educar a sus hijos, dígase en la escuela o en casa, es una de las más grandes apuestas que se pueden hacer por el futuro? Apostemos por educar a nuestros hijos y veremos seres humanos nuevos el día de mañana, eso sí, la construcción es día tras día. El Doctor en Matemática e Inteligencia Artificial, David Perkins asegura que en el siglo pasado y más atrás, se educaba para todo lo que ya se conocía, para habilidades ya establecidas: en el siglo XXI debemos tener un modelo que eduque para lo desconocido, para el desarrollo de nuevas habilidades.

En cierto modo esto es así, sin embargo me gusta pensar que en la medida en que conocemos nuestra historia, también podemos tener una visión más clara del futuro (pero sin obsesionarse con el pasado, por supuesto). Un ejemplo está en educar para el tipo de empleos que se tienen hoy, aunque seguramente los niños de hoy se enfrentarán a nuevos puestos de trabajo mañana, o sea en 20 años. Recordemos que hoy tenemos empleos que no existían hace 2 décadas. Desde luego, reflexionemos sobre el futuro del estudiante: ¿empleado, emprendedor, inversionista? ¿Qué tipo de estudiantes forma el sistema educativo en México?, y ¿qué tipo de profesionistas buscamos o necesitamos?

A decir de los exámenes estandarizados que aplica, por ejemplo la OCDE a través de PISA, estas pruebas no evalúan habilidades ni conocimientos sobre las artes o la creatividad, en realidad terminan evaluando lo que al sistema productivo global interesa: léase pensamiento matemático, en lo que Singapur se ubicó en primer lugar respecto de la prueba del 2015, y no solo en eso, sino también fue campeón en ciencias y lectura.

Por su parte Ken Robinson, destaca que “la educación está reprimiendo los talentos y habilidades de muchos estudiantes; y está matando su motivación para aprender”, en relación a los sistemas educativos como sin duda es el de México, de lo que desde luego habrá sus matices de análisis.

La educación hecha en y para las sociedades industriales, tendría que ser demolida, de acuerdo al propio Robinson, si estamos en una nueva etapa de la sociedad de la información y el conocimiento, donde los datos son clave para la transformación, en México deberíamos estarnos ocupando de eso. En la medida en que se dé la transformación educativa, así tiene que darse una migración del nuevo recurso humano que llegue a los espacios del gobierno y la administración pública. Que el déficit democrático deje de ser tal cosa y sea la educación la que subsane también todo un régimen de deshonestidad e indiferencia hacia el pueblo. La educación nos salvará.


Twitter: @joseisabeles

jueves, 9 de noviembre de 2017

Exregidora del PAN ahora en MC Sayulense


José Isabeles

Muchos somos quienes pensamos que la participación de la sociedad en el cambio y la transformación de su entorno y comunidad, son esenciales para el progreso, primero de los individuos mismos y enseguida de grupos, asociaciones e instituciones. La participación de hombres y mujeres en la política es medular para la avanzada del país. Porque no es la política la que está podrida, son los políticos quienes lo están.

El caso de Martha Beatriz Hernández Salvador, es singular. Es hija de Pedro Hernández Santero, quien ha estado al frente del Partido Acción Nacional (PAN), en Sayula, desde hace años. En realidad es él quien controla al partido albiazul, sin ningún tipo de democracia interna. Sin contrapesos. En su momento se ha depurado al padrón Sayulense con objeto de mantener solo miembros afines a los intereses del grupo familiar. Previo a la administración municipal que encabezó el priísta Jorge González Figueroa, Beatriz Hernández o “Bety”, como también se le conoce, fue candidata del PAN a la alcaldía, y los votos le alcanzaron para una regiduría.

Hace unos días trascendió que Bety rindió protesta y preside ahora la Comisión Operativa Municipal del Partido Movimiento Ciudadano (MC), rumbo a la contienda electoral 2018, publicó El Sur. Sabemos que ha habido una fuerte migración de panistas al partido de Enrique Alfaro, en Jalisco. Esto es ya una tendencia rumbo a lo que se perfila como el inminente triunfo del ex alcalde de Tlajomulco a la gubernatura jalisciense. El partido se ha posicionado bien en el estado, y por su parte, en el municipio hay que reconocer el trabajo previo de Hugo Patricio Ramírez Peña, para que Bety se posicionara sólidamente en Movimiento Ciudadano de Sayula. Aunque hoy él ya no esté ahí.

Si Bety se convierte en candidata de MC en 2018, ¿cómo la verá el electorado? Está claro que en Sayula la población vota por la persona, no necesariamente por un partido político, tal vez esto es una ventaja para ella. Al final, cualquiera cambia de partido como cambiar de trabajo. Lo más trascendente será observar el trayecto que siga ahora MC, ¿seguirá el mismo rumbo del PAN Sayulense? No quisiéramos ver otro partido político convertido en coto familiar.

Hay que reconocer que Beatriz Hernández ha estado ahí, donde muchos no quieren estar o no pueden. Hombres y mujeres se rehúsan a participar de la política frente al enorme desprestigio; también opino que a otros más les cierran las puertas algunos pocos que ya se volvieron vividores de algunas expresiones partidistas locales. Lo más significativo sería esperar que no desperdicien el tiempo, que no desaprovechen la gran oportunidad de transformar al municipio. Ahí está el reto para Bety.


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miércoles, 1 de noviembre de 2017

Pobreza y aislamiento social

José Isabeles

Leyendo uno de los trabajos de las investigadoras Mercedes González de la Rocha y Paloma Villagómez, donde plantean una comparación entre el instrumento etnográfico y la realización de encuestas en la investigación social, me encontré con algunos aspectos que me parecen interesantes. Las investigadoras tratan de explicar cómo el aislamiento social está relacionado con la pobreza de las personas, pero a la vez interviene otra variable de estudio como es las redes sociales, pero no las virtuales, sino las de calle, las que permiten estrechar la mano y tomarse un café con alguien.

En algún punto de la descripción investigativa, tanto González como Villagómez intentan relacionar la pobreza como consecuencia de la falta de relaciones sociales (o redes sociales), y por el contrario podría pensarse en el supuesto de que; quienes son ricos o se encuentran en una situación socioeconómica más favorable, lo son por el gran número de redes sociales que han establecido: amigos, compadres, padrinos, vecinos, con quienes han construido relaciones prósperas de amistad y a profundidad. Sin embargo sobre dicho supuesto, diríamos que la riqueza no necesariamente sería consecuencia de dichas redes sociales, en tanto que hay personas profundamente individualistas y de pocos amigos que son ricos o viven en mejores condiciones económicas que aquellos que tienen una innumerable lista de contactos cercanos.

Uno de los aportes de la investigación, señala que se puede “observar el florecimiento de relaciones sociales en contextos de bonanza económica”, lo que podría parecer obvio, ya que al tener más dinero una persona puede contar con la solvencia para mantener esas redes sociales en persona. Se enfatiza que “a mayor cercanía física… económica y social, mayor confianza y más frecuentes intercambios”, esto quiere decir que las redes sociales persona-a-persona, producen mayores interacciones en dar y recibir recursos diversos, tales como reciprocar favores, dinero, tiempo, u otros.

Sin lugar a dudas, alimentar esos vínculos sociales cuesta dinero, tiempo y esfuerzo; tomar un café con otra persona, dirigir una llamada telefónica o mantener comunicación vía Internet, requiere al menos una inversión económica destinada al mantenimiento de esas redes, que en la medida en que maduren podrían resultar más y más fructíferas, generando un clima social de ganar-ganar.


Twitter: @joseisabeles