Profesor del Departamento de Filosofía y Ética
ITESM, Campus Monterrey
(“Kasi Az Gorbehaye Irani Khabar Nadareh”; Irán; 2009)
Dirección: Bahman Ghobadi.
Guión: Bahman Ghobadi y Hossein Mortezaeiyan.
Género: Drama (106 minutos).
Palabras Clave: Sueños, Ideales, Opresión, Libertad de Expresión, Esperanza, Diálogo, Enajenación, Influencia.
Actores Principales: Negar Shaghaghi (Negar); Ashkan Koshanejad (Ashkan); Hamed Behdad (Nader).
El Dilema
Negar (Negar Shaghaghi) y Ashkan (Ashkan Koshanejad) acaban de salir de cárcel; ellos quieren formar un grupo musical, sueño para el que contarán con la ayuda de Nader (Hamed Behdad), quien les acompañará en su búsqueda de integrantes para la banda y para conseguir la documentación necesaria para cruzar la frontera y actuar en Europa.
Pero en el Irán de Mahmud Ahmadinejad las cosas no son precisamente fáciles para aquellos que persiguen sus sueños; mucho menos si éstos son artísticos. Bahman Ghobadi dirige esta película que forma parte de una crítica hacia el sistema opresor que caracteriza al gobierno iraní actual; a raíz de este trabajo tanto él como varios miembros de su equipo no podrán regresar a su país natal. Película ganadora en los Festivales de Cannes, Miami y São Paulo.
La Reflexión
Valiente, arriesgada, sorprendente en su constante desvelar de las trabas que encuentra la juventud para hacer realidad sueños sencillos a nuestros ojos –ni siquiera hablamos de triunfar en la industria musical, sino de poder simplemente ensayar en un local- Bahman Ghobadi (“Las Tortugas Pueden Volar”; 2004 y “A Time for Drunken Horses”; 2000), nos presenta un panorama literalmente underground, en el que la escasa y osada escena musical iraní se desarrolla totalmente ajena a la conciencia de la mayoría de la sociedad, limitada única y exclusivamente al espectro tradicional.
En una ciudad en la que una mujer no puede cantar sola, las fiestas y conciertos se suprimen a sangre y fuego y los instrumentos lucen precios exorbitados y prohibitivos, el trío central de esta historia lucha con encono y aplastante naturalidad contra viento y marea convencido en su día a día de que debe enfrentar a una justicia aplicada de un modo tan arbitrario como peligroso). Bajo la estructura de un guión que se encuentra entre el documental y la ficción, Ghobadi aprovecha el contacto de los protagonistas con representantes de los más diversos estilos musicales para componer una sucesión de videoclips espontáneos, rodados en plena calle y que sirven como reflejo y testimonio de la actividad diaria de Teherán y sus habitantes.
Más valiosa en su fondo que en su forma “No One Knows…” expone la doble tragedia de una generación que quiere cumplir su sueño en su propio país, aún consciente de la imposibilidad de que sus aspiraciones puedan llegar a ser reales. Por eso su epílogo, quizá un tanto forzado en su presentación, se sublima en un símbolo que clama contra toda injusticia, ya sea social o artística. Ante la crisis por la que pasan algunos países de Medio Oriente, recordemos a Sigmund Freud (1856-1939), creador del psicoanálisis, cuando comentaba que la razón no hablaba en voz alta, pero que no descansaba hasta que se hacía oír.
En una ciudad en la que una mujer no puede cantar sola, las fiestas y conciertos se suprimen a sangre y fuego y los instrumentos lucen precios exorbitados y prohibitivos, el trío central de esta historia lucha con encono y aplastante naturalidad contra viento y marea convencido en su día a día de que debe enfrentar a una justicia aplicada de un modo tan arbitrario como peligroso). Bajo la estructura de un guión que se encuentra entre el documental y la ficción, Ghobadi aprovecha el contacto de los protagonistas con representantes de los más diversos estilos musicales para componer una sucesión de videoclips espontáneos, rodados en plena calle y que sirven como reflejo y testimonio de la actividad diaria de Teherán y sus habitantes.
Más valiosa en su fondo que en su forma “No One Knows…” expone la doble tragedia de una generación que quiere cumplir su sueño en su propio país, aún consciente de la imposibilidad de que sus aspiraciones puedan llegar a ser reales. Por eso su epílogo, quizá un tanto forzado en su presentación, se sublima en un símbolo que clama contra toda injusticia, ya sea social o artística. Ante la crisis por la que pasan algunos países de Medio Oriente, recordemos a Sigmund Freud (1856-1939), creador del psicoanálisis, cuando comentaba que la razón no hablaba en voz alta, pero que no descansaba hasta que se hacía oír.
CINéTICA ES UNA ACTIVIDAD ACADÉMICA Y CULTURAL SIN FINES DE LUCRO ORGANIZADA POR EL DEPARTAMENTO DE FILOSOFÍA Y ÉTICA DEL TECNOLÓGICO DE MONTERREY.
FUENTES: http://www.imdb.com/.
INFORMES: gerardogarza@itesm.mx
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