Secretario General H. Ayuntamiento
Sayula, Jalisco
Con la entrada de la primavera, no solo empezaron a sentirse las altas temperaturas, sino que también los incendios han aumentado, sobre todo porque justamente en esta época es cuando se llevan a cabo las quemas de pastizales y en general porque muchos agricultores se preparan ante la proximidad de las lluvias.
Si bien muchas quemas son de alguna manera controladas, otras más salen de control total y muchas son por negligencia, ocasionando severos daños a nuestro entorno. Al final de cuentas, tanto unas quemas como otras dañan nuestro medio ambiente.
Siendo honestos, no tenemos la capacidad ni la infraestructura suficiente y necesaria para hacer frente a esta grave problemática que año con año consume miles de hectáreas de flora, incrementando además los altos índices de contaminación, de deterioro ecológico y el calentamiento global.
Y cuando decimos que no tenemos la capacidad ni la infraestructura suficiente y necesaria, nos estamos refiriendo a los tres niveles de gobierno. Ejemplos tenemos de sobra.
Lo peor es que en no pocos casos los incendios son a consecuencia de la negligencia del ser humano, un descuido, una irresponsabilidad, pero la mano del hombre, por acción o por omisión, se hace presente acabando con nuestra madre naturaleza.
Estos incendios aunque se empiezan a generar desde principios de año, se incrementan considerablemente en esta época de estiaje y concluyen hasta que inicia el temporal de lluvias.
Si consideramos que las lluvias normalmente inician a mediados de junio, tenemos como resultado que durante casi tres meses vamos a estar recibiendo noticias y reportes de incendios.
Es necesario que se tenga plena conciencia de esta problemática para no asumir una actitud pasiva que se traduzca en una aparente indiferencia, porque insisto, el daño es para todos. Debemos manifestar nuestra preocupación, debemos empezar por nosotros tomando todas las medidas necesarias para evitar incendios cuando vamos a acampar.
Ciertamente frente a una quema, cuando se nos reporta o vemos como se propaga, nos sentimos muchas veces impotentes porque a lo más que podemos actuar es a hacer el respectivo reporte, pero con todo y ello, creo que nuestro deber es contribuir tratando de actuar en la fase preventiva y no reactiva.
Se supone que las quemas controladas deben apegarse a una normatividad y en el cumplimiento de esta deben intervenir las autoridades de los tres niveles de gobierno.
Las acciones que la autoridad tiene que llevar a cabo deben girar de manera principal hacia la prevención y vigilancia. Las sanciones que se dejen como un último recurso para quienes de manera irresponsable no acaten las indicaciones y dañen a nuestro medio ambiente.
Y obviamente, es necesario que todos como ciudadanos nos sumemos a estas acciones preventivas, de supervisión y vigilancia, pero de manera muy especial asumamos una postura de conciencia sobre la responsabilidad o corresponsabilidad que todos tenemos en el cuidado de nuestro ecosistema. Ojala entonces que cuando menos disminuyan los incendios en esta época de estiaje.
Comentarios y sugerencias al correo electrónico arturferam@hotmail.com
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