José Guadalupe Isabeles Martínez
Ya la sociedad se dio por enterada de la inauguración de Soriana Express, en Sayula, Jalisco. Esto sucedió el miércoles 04 de mayo pasado, lo cual generó un debate previo y sin duda el hecho permitirá que más y más tinta se escriba al respecto. Sin embargo deseo reflexionar sobre un hecho particular, la detención y violación de derechos fundamentales de uno de los comunicadores del portal de noticias regional Sayula.mx.
Respecto a la nota que tengo en mis manos, escrita por el señor Salvador Nava León en el medio impreso que lleva por nombre Siete Días, mismo que salió en circulación el pasado jueves 05 de mayo, se exponen varios argumentos que parecen no tener el más mínimo sustento. No desde el punto de vista del rigor que exige el periodismo serio, crítico e imparcial. Porque vale decirlo, Siete Días, con todo respeto, no representa tal cosa. En lo personal, estimo y mucho a la familia Nava Cárdenas, pero es insoslayable esta nota, reitero, desde un punto de vista estrictamente periodístico.
El señor Salvador Nava León, arguye que nuestro reportero parecía estar “loco o drogado”, en virtud de que “discutía, ofendía y amenazaba a la gente.” Y yo me pregunto, si él estuvo allí ¿dónde están las pruebas de ello? Es decir, en lugar de magnificar el hecho de la inauguración, ¿por qué no atender la prepotencia de los elementos de policía?, ¿y las fotos? Si Nava León cuenta con entrevistas, ¿nos haría favor de presentarles por el mismo medio en que vierte sus denuncias?
No es de llamar la atención que Nava León acuda a las críticas que más bien rayan en lo personal, de esto bien puede dar fe el Lic. Rodrigo Sánchez Sosa, quien ha padecido este mismo tipo de ataques. Nava asegura que el reportero “cuestionaba agresivamente a los encargados, sobre los permisos de la venta de bebidas embriagantes”, pero ponga atención a lo siguiente: “lo que no se supo cuál fue el motivo de la agresión, si fue porque no le quisieron vender o algún otra razón” (sic).
Si Salvador Nava permaneció en el lugar, ¿dónde están las fotos y videos a ese respecto?, ¿dónde están las pruebas de las agresiones?, ¿no era acaso una simple charla entre nuestro comunicador y los encargados la que Nava quiso ver como una “agresión”? ¿Por qué Salvador presume de que al reportero no le quisieron vender ese tipo de bebidas?, ¿así le consta?, ¿tales agresiones fueron golpes? En lo personal, esto parecen más ataques de índole personal que un análisis periodístico propio.
Nava expone que el dueño del portal electrónico Sayula.mx, escribe a su vez en el periódico El Formato, de Sayula, que encabeza el C. Jaime Grajeda, y manifiesta que “quedó la duda si este medio lo envió para agredir a la gente que acudía a la inauguración de la tienda o actuó por sí sólo” (sicum dixit). Lo que constituye una acusación gravísima al periodismo, es que Nava acuse así a un medio local, ¿qué pruebas tiene de ello?, ¿la duda es de quién?, ¿de Salvador Nava?, ¿de Samuel Rivas Peña (a quien por cierto Salvador tanto estima)?
De agresiva, tilda por igual a Mariana Jiménez Aván de El Formato. Hace a la vez otro de tantos señalamientos que no tardan en convertirse en argucias, como que el propio comunicador “ofende y agrede a la gente”, y prueba de esto, dice él, es que la “otra semana fue con los trabajadores que están por la calle Silverio Núñez y los amenazo” (sic). Volvemos a preguntar, ¿qué pruebas tiene de esto el señor Nava?, ¿los amenazó de muerte?, ¿qué les dijo según Nava León?, ¿si hay entrevistas de los involucrados por qué no les publica en su semanario?, ¿hay denuncias en el ministerio público?
Al final Nava León aclara que los resultados médicos para indagar si el detenido se encontraba bajo los efectos de alguna droga, fueron “negativos.” Pero vuelve una vez más al ataque y a la descalificación personal, diciendo que “faltó practicarle exámenes psiquiátricos para ver si mentalmente se encontraba en plenas facultades mentales” (sic). ¡Hágame usted el favor!
Sobre este mismo hecho de prepotencia y arbitrariedad de las autoridades policiacas encabezadas por el ex militar y perredista Samuel Rivas Peña, publicó la misma nota de Nava León el portal electrónico El Sur (periodicoelsur.com). En lo inmediato decidieron eliminarle quedando solo un par de fotos, ¿advirtieron que la nota no era ética ni profesional? No es necesario preguntar por qué lo hicieron, simplemente la nota adolece de seriedad, es sensacionalista y no está por demás decir, totalmente amarillista.
Ningún esfuerzo hace el señor Nava León, antes de descalificar a medio mundo, por conocer, y ya no digamos por entender la información solicitada por Sayula.mx al Ayuntamiento del PRD –al que muchos personeros e incondicionales tanto defienden-, en función de enorme opacidad informativa de la supuesta construcción de la carretera Sayula-Tapalpa, de la remodelación de la calle 5 de Mayo, de la supuesta universidad que se desea construir en el municipio (de la que no se sabe nada), y un largo etcétera más. A saber, gran parte de esa información sigue sin ser entregada, ¿por qué será?, ¿no le interesaría a Nava León investigar un poco sobre ello?, ¿no le gustaría a Salvador Nava dar a conocer toda la corrupción –en toda la extensión de la palabra- en que se cierne la actual administración?, ¿por qué?, ¿a qué se debe?
Lo lamentabilísimo del hecho, es que sigan firmes por todos lados los personeros y comparsas de un gobierno de izquierda que gobierna a ultranza con la derecha. Que en lugar de hacer un frente común contra la desgracia municipal que priva desde hace siglos, sigan sin distinguir su función como periódicos imparciales -y de verdadero compromiso social- que se han convertido ya en meras gacetas municipales y apéndices del oficialismo, vendidos al mejor postor por unos cuantos pesos. Lástima por aquellos que en lugar de ver lo inobjetable, ríen, aplauden y terminan siendo cómplices del deterioro y la inmundicia de la política municipal, paradójicamente a sus superficiales y limitadas críticas a la política nacional. Pero qué le vamos a hacer, si de eso viven.
Twitter: @joseisabeles
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