El 07 de julio 2010, el gobierno del Presidente Barack Hussein Obama, a através del Departamento de Justicia, presentó una primera demanda ante una corte de distrito de Arizona, contra la Senate Bill 1070 (SB 1070), mejor conocida como ‘Ley Arizona.’ Misma que ha resultado en amplia controversia por toda América Latina, ya no decir en el propio Estados Unidos. Los demandados son el estado de Arizona, y Janice K. Brewer, gobernadora del mismo. Y es que la ley ha resultado altamente racista, toda vez que faculta a los policías para detener personas por su sola apariencia de latinos o indocumentados.
En el documento electrónico que difundió el gobierno federal, de 25 cuartillas, se expone que: “esta demanda, en Estados Unidos, busca declarar inválida. y preliminar y permanentemente prohibir la imposición de la S.B. 1070, mejorada y promulgada por el estado de Arizona, porque la S.B. 1070 es remplazada por la ley federal y por lo tanto viola la Clausula de Supremacía de la Constitución de Estados Unidos.” Además, señala: “el gobierno federal tiene autoridad preeminente para regular asuntos de inmigración. Esta autoridad deriva de la Constitución de Estados Unidos y numerosas leyes del Congreso.”
En Statement of the Claim, se detalla por qué el asunto de inmigración es un aspecto de competencia federal y no de legislaturas locales. De esto se desprende que la SB 1070 es anticonstitucional porque va en contra de la propia Constitución estadounidense. Es así como ninguna ley puede contravenir la máxima carta del país.
Si recordamos, la SB 1070 fue signada el 23 de abril por la gobernadora Brewer, y empezaría a ejecutarse 90 días después. Si la ley entraba en vigor, el gobiero de Obama aseguró impondría una segunda demanda contra ello.
Esta demanda incluye tres “Cause of Action”, la primera es la relativa a la “violación de la Cláusula de Supremacía” que las secciones 1 a 6 de la SB 1070 tomadas en su conjunto o en partes, “representa un esfuerzo por Arizona que no puede ser permitido para establecer su propia política de migración y directamente regular el estatus de migración de extranjeros.” Asimismo estipula: “las secciones 1-6 entran en conflicto con la ley federal y con la política exterior, ignora las políticas federales, interfiere con las prioridades de aplicación federal en áreas encomendadas al demandante.”
La segunda Acción de Causa, es la relativa a la “Prioridad conforme a ley federal.” En ella se expresa que las mismas secciones anteriores de la ‘Ley Arizona’, “son reemplazadas por la ley federal”, incluyendo la Constitución y “por la política exterior de Estados Unidos.” La tercera es la “Violación de la Cláusula de Comercio”, “toda vez que restringe el movimiento interestatal de extranjeros en una forma que es prohibida por el artículo I, sección VIII de la Constitución.” Por ésta última razón, la SB 1070 también viola el comercio y es por lo tanto inválida.
Finalmente, en la parte Prayer for Relief, usted puede encontrar cuatro puntos que en resumen se solicitan en la demanda, los dos primeros son los más sobresalientes: 1) Una declaratoria de fallo sentenciando que las secciones 1-6 de la SB 1070 son “inválidas, nulas y vacías.” 2) Un mandamiento judicial preliminar y permanente contra el estado de Arizona, sus oficiales, agentes y empleados, prohibiendo la aplicación de las secciones mencionadas.
Es así como el gobierno de Barack Obama, responde al reclamo generalizado de 12 millones de migrantes mexicanos que, no tienen documentos para residir legalmente en EU. Además, Obama recibió la confianza de los propios migrantes hispanos que se encuentran legalmente en EU, y de no haber actuado en consecuencia, en noviembre le cobrarían factura al primer presidente mestizo afroamericano, donde será renovado el Congreso, Senado y algunas gubernaturas, entre otras.
Si la demanda resulta exitosa, hay grandes expectativas de que Obama tenga los bríos suficientes para arrancar el debate sobre una reforma migratoria definitiva, que ha resultado en la esperanza de millones de indocumentados. Y por añadidura, podría pensar entonces en la reelección por otros cuatro años en 2013. Aunque ello requiere de un triunfo avasallador para el Senado y Cámara de Representantes en las elecciones intermedias, en favor de Obama.
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