“Ya no sean tan ingenuos, hijitos, si la gente me ha votado en tres ocasiones, ¿qué puedo hacer yo? Lo único que he hecho es decirles lo que ustedes quieren oír de mí. Deberían parar de quejarse” (Kakistócrata)
Michelangelo Bovero, doctor de la cátedra de Filosofía Política de la Universidad de Turín (Italia), es considerado heredero del pensamiento de Norberto Bobbio, uno de los más eminentes teóricos políticos del mundo. Precisamente Bovero, bautiza a individuos degenerados configurando una democracia degenerada como “el gobierno de los peores” o en una palabra: kakistocracia (Lorenzo Córdova Vianello, coordinador. 2006. Norberto Bobbio: cuatro interpretaciones. México. IIJ, UNAM, Pontificia Universidad Católica del Perú).
Hoy deseo vincular el concepto con la política local, presidida por el alcalde del Partido de la Revolución Democrática (PRD), Samuel Rivas Peña, que en la municipalidad, nada tiene de “revolucionario”, y si colocáramos un termómetro a la democracia sayulense midiendo el grado de “democraticidad”, encontraríamos el mercurio en un índice bajísimo, incluso de congelación.
Al momento de escribir, intenté comparar este gobierno con aquél que encabeza Enrique Alfaro en Tlajomulco de Zúñiga (perredista), que de “revolucionario” tiene mucho. No pude. Aquél es un “gobierno a prueba”; éste tiene a sus “habitantes a prueba”, aguantando. Y dicho sea de paso, si en Sayula no existieran tantos periódicos (habiendo municipios aledaños donde no existe siquiera uno), nuestros pseudo servidores públicos se volverian gustosos.
El revestimiento del río que atraviesa la ciudad, que le aprobaron a Rivas por unos 19 millones de pesos; la ampliación del flamante banquetón que beneficiaría (con sus excepciones) a cuates del rivismo; el comedor a construirse en el Ayuntamiento para que los ‘esclavos’ municipales coman más a prisa; lo nada ético de la regidora Concepción Figueroa proveyendo alimentos al Ayuntamiento; el hurto y saqueo en la Dirección de Aguas Potables; el despido y los paupérrimos sueldos de los policías; la pésima actuación del otrora Teniente Coronel Rivas como coordinador de la seguridad regional (¡de 16 municipios!); entre otras prácticas escandalosas de las que no estamos enterados, engrandecen el reino de la kakistocracia, generando un “gobierno ingobernable.”
Sayula suplica hincada un gobierno digno, donde los derechos existan, originando una democracia, esgrimiendo paz, como expresara Bobbio. Rivas no debe seguir sometiendo a su yugo a una ciudad que busca divertirse (que poco tiene de conservadora), pero que a las 23:00 ya se tienen que encerrar, porque no hay bares ni antros abiertos.
Lo que hace él y los regidores ya convertidos, parece ser, en una camarilla cabús, sin ni siquiera chistar, es un total despropósito. E ingenuamente seguimos pensando que Rivas gobernaría “tomando en cuenta a la sociedad sayulense.” Mentiras y más mentiras. Poco a poco “Sayula” se desvanece, desvelando su nuevo nombre: “zona militar Sayula.” Bienvenidos.
PD. El mes pasado escribí el artículo: El fracaso de la página de Internet municipal. Hoy podemos ver algunas mejoras, como las actas de sesión de Cabildo. Atrasadas, pero allí están. He aquí un reconocimiento público.
Opinión Virtual: www.youtube.com/joseisabeles
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