Publicado en http://www.sayulatimes.com/ en octubre 2009.
El gobierno federal mediante decreto presidencial, anunció el sábado por la noche una decisión histórica: la extinción de Luz y Fuerza del Centro (LFC). Si en algo ha sido líder esta empresa, ha sido en la ineficacia. ¿Qué pasa cuando un trabajador no rinde o no trabaja como debería?: la empresa platica con él y le sugiere un cambio de actitud. Y ¿qué pasa cuando el trabajador hace caso omiso?: lo despiden. Así de simple.
El gobierno federal mediante decreto presidencial, anunció el sábado por la noche una decisión histórica: la extinción de Luz y Fuerza del Centro (LFC). Si en algo ha sido líder esta empresa, ha sido en la ineficacia. ¿Qué pasa cuando un trabajador no rinde o no trabaja como debería?: la empresa platica con él y le sugiere un cambio de actitud. Y ¿qué pasa cuando el trabajador hace caso omiso?: lo despiden. Así de simple.
En la página de Internet del Diario Oficial de la Federación (DOF), puede encontrar sin dificultad el decreto presidencial, cuyo título es: “Decreto por el que se extingue el organismo descentralizado Luz y Fuerza del Centro”. Primero aparece una breve historia del organismo, enseguida en siete artículos y tres transitorios especifica lo consistente del decreto. En esas consideraciones históricas aparecen algunas interesantes:
i. Desde su creación, el organismo no ha dejado de recibir transferencias presupuestarias cuantiosas, las cuales se han incrementado.
ii. Entre 2001 y 2008 tales transferencias se elevaron en un 200%, y para el presente ejercicio (año) “las transferencias serán del orden de 41,945 millones de pesos”.
iii. Los costos de LFC casi duplican sus ingresos por ventas. En 2008 registró ingresos por ventas (de electricidad) de 235 mil 738 millones de pesos, mientras que sus costos fueron de 433 mil 290 millones de pesos (incluye energía comprada a la Comisión Federal de Electricidad -CFE-).
iv. El organismo registra un pasivo laboral (o déficit) de 240 mil millones de pesos, de los cuales “solamente 80 mil millones corresponden a trabajadores en activo”, y 160 mil millones a personal jubilado.
v. Los resultados de LFC son claramente inferiores respecto a empresas u organismos que prestan el mismo servicio a nivel internacional, inclusive comparada con CFE.
vi. El porcentaje de pérdidas totales de LFC es excesivo, y superior a casi tres veces el que presenta la CFE. En junio 2009, LFC perdió el 30.6% de energía, cuando CFE perdió 10.9%.
vii. En 2008, LFC perdió 32.5% de la energía que compra para vender. El valor estimado de esas pérdidas es de casi “25 mil millones de pesos”, lo que es igual al 52% de los ingresos totales por ventas del organismo.
viii. Los costos unitarios de las obras que ejecuta LFC son 176% superiores en comparación con los costos de CFE.
Estas son algunas razones por las que LFC debió haber desaparecido desde hace mucho. Se habla que con Carlos Salinas de Gortari algo así se preparaba, pero no fue posible, seguramente en aquellos momentos se hubiese privatizado, recordemos que en esos años se privatizaron unas mil empresas de “un Estado muy propietario” diría Salinas. Hoy la empresa no se privatiza, señaló la Secretaría de Gobernación. Entiendo que puede haber incredulidad, pues la burra no era arisca, “la hicieron”, todos lo sabemos, pero empecemos por creer. En ese sentido, si ya dijimos que una empresa debe ser productiva, o al menos no ser tan ineficiente ¿podemos aceptar la decisión? Aunque parezca increíble, hay muchos que no, y que pese a ello critican al gobierno federal a más no poder, me pregunto si la izquierda estuviera en su lugar ¿los criticarían igual?
La Editorial de El Universal, reportó el día 12 de octubre, que dicho organismo descentralizado posee “una nómina de 44 mil personas pese a que la empresa puede operar sólo con 8 mil 500; un contrato colectivo que da ascensos y premios al personal con base en la lealtad sindical; y un presupuesto anual que supera en monto al del programa Oportunidades”, ¿lo imagina usted?, ¿podemos dimensionar el problema? El asunto aquí no es defender al gobierno federal, tampoco al partido en el gobierno, menos a Felipe Calderón, sino que se deben respaldar las acciones en tanto su motivación, justificación legal (que sí existe), y el beneficio en el corto, mediano y largo plazo.
Estoy cierto en que como LFC hay muchas paraestatales y sindicatos, que defienden sus intereses hasta la muerte y en cambio otorgan magros resultados, pero también es cierto que por algún lugar se debe comenzar, y en esa tónica sigue el SNTE y Elba Esther, el sindicato de Pemex y Carlos Romero Deschamps… y la lista continúa. Pero ¿por qué el PRD alza la voz contra tal decisión?: porque a ellos políticamente no les beneficia, y ¿de quién sí eleva el reconocimiento?: del Poder Ejecutivo Federal, es por ello que tanto les duele.
De ahí la terrible contradicción que muchos no pueden entender, usted podrá estar de acuerdo con esta decisión histórica o no, pero la acción es justa, no hay que darle tanta vuelta. El asunto es que estamos llenos de tanto prejuicio, que no podemos tolerarle. Es justo entonces, dejar de mantener a una empresa parásita y a un grupo de oligarcas sindicales que en nada se parece a Demetrio Vallejo o Valentín Campa ¡qué va! Importante es reconocer que, no porque otorgue “empleo” a miles de personas, se le deba seguir manteniendo.
Contradictorio es que Alejandro Muñoz, quien compitió en elecciones contra Martín Esparza por la Secretaría General del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), después salió a decir que no reconocía el triunfo de éste último, porque las irregularidades durante el proceso fueron escandalosas, donde sindicalizados votaron dos veces o votaron los muertos, entre otras cosas; ahora sale a su balcón a decir que el líder del SME es Esparza, y que no están divididos. La lectura aquí, es que tampoco él soportó la idea de la extinción de LFC, ¿por qué será?
Lo que nos queda, es esperar y ver cómo fluyen las circunstancias, qué actitud tomará el PRD y la izquierda en general, pero los visos son de intransigencia, de violación del Estado de Derecho, de incongruencia, pues una izquierda respetuosa es lo que hace falta a México, pero sobretodo ecuánime y comprometida con el país, seguramente seguirán sembrando rumbo al 2012, donde de nuevo veremos su gran fracaso. Veremos también si CFE controlará definitivamente LFC, o si se crea una nueva empresa. Las placas tectónicas gubernamentales se contraponen así, a aquellas de los poderes reales y de facto, veremos cuál será el resultado en próximos meses.
Consulte el decreto en:
http://dof.gob.mx/nota_detalle.php?codigo=5114004&fecha=11/10/2009
Correo: joseisabeles@hotmail.com
Opinión Virtual: www.youtube.com/joseisabeles
Artículo publicado en http://www.sayulatimes.com/ en octubre 2009.
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