miércoles, 23 de junio de 2010

Sayula y su política de liderazgo regional

En momentos de desafíos, en que el siglo XXI a sus diez primeros años ha reiterado las pautas del pasado, tales como pobreza, rezago educativo, letargo social, y decadencia política y cultural, es necesario que alguien ponga la piedra de lo que debe ser el destino manifiesto de Sayula. Así, las autoridades municipales son quienes deben expresar la iniciativa.

Aunque actualmente se carece de una política municipal visionaria, que bien podría ser vista prematura o precoz, no debe subestimarse como anteriormente pudo haberlo sido. Tenemos que creer en primera instancia, que podemos sacar al municipio del pozo de la medianía en que todos le hemos metido. Si no creemos en el fin mayor, ¿cómo creer en el desarrollo de actividades que darán origen al mismo?

Por esa razón, el Ayuntamiento debe estar plenamente convencido de que es posible. Aquí es importante reseñar las palabras bíblicas que Aarón dice a su hermano Moisés cuando pretendía liberar al pueblo de Israel de Egipto: “Si no estáis convencido, cómo vamos a creerlo nosotros.” Bien sabemos que Sayula ha carecido durante su historicidad de verdaderos hombres de Estado, que no han atesorado, menos creído que Sayula merezca gloria y grandeza.

Sin embargo, lo que contribuirá a lo anterior es un abanico de soluciones, una de ellas es la reelección de alcaldes. Asimismo, existen otras opciones que pueden fundarse en estos momentos y que no se han querido ver como alternativas para lograr el fin. Me refiero a una política de liderazgo regional que parte de la pregunta: ¿cuál debe ser el rol de Sayula en la región? El rol puede ser variado, pero acentuado en un aspecto u otros.

Me dio gran alegría y pesar que en San Gabriel, Jalisco se hayan fortalecido los festejos anuales por el natalicio de Juan Rulfo, que con el apoyo del gobierno jalisciense le está comiendo el mandado a Sayula. Allá se esmeran en consolidar al municipio culturalmente, aquí el rivismo no piensa más que organizar un evento lastimoso para “cumplir y salir del paso”, sin la más mínima idea de lo que el municipio puede y debe ser culturalmente.

Sayula tiene que establecer lazos de hermanamiento con los municipios aledaños, dando prioridad a aquellos ex miembros de la Provincia de Ávalos, para dejar de ser un “municipio satélite” de Ciudad Guzmán. La municipalidad está obligada a tener aspiraciones hegemónicas regionales, y consolidar su área de influencia. Sayula debe ser el factor que determine el destino del espacio geopolítico de este siglo.

Lo hice saber en el artículo Sayula y la paradiplomacia, que más refiere a una ‘política exterior’ municipal en este mismo sentido. Esto sería complementario y los ámbitos serían cultura, educación, economía y sociedad, que mediante acuerdos intermunicipales posicionarían a Sayula como líder indiscutible regionalmente, aunque para esto se deben implementar políticas de impacto locales que consoliden las acciones afirmativas del gobierno. Es tiempo entonces de dar el banderazo inicial, porque el cambio no debe ni puede ser resistido más.

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