miércoles, 2 de junio de 2010

Irán e Israel, en perspectiva



La única verdad es la realidad”.

Juan D. Perón

El presente trabajo busca, entre otras cosas, agudizar el sentido de análisis de la política exterior que han tomado los países de Israel e Irán en torno al inminente conflicto armado, que muchos aseguran es inevitable. Este tema aunque tiene unos cuantos años desde que comenzó a desarrollarse, aún no tiene una solución final, por lo que nosotros tenemos una ventana de oportunidad para poder establecer y detallar nuestras conclusiones y recomendaciones, las cuales, en base a nuestro análisis podrán ser una útil herramienta para este caso.

Irán comenzó a desarrollar un programa nuclear, con el fundamento de que era exclusivamente para uso civil. Y de hecho el Jefe del Estado Mayor de las Fuerzas de Defensa israelíes, Daniel Halutz, ha negado categóricamente que Irán represente una amenaza nuclear inmediata para Israel, mucho menos para EEUU. Según Haaretz (14 diciembre 2005), Halutz afirmó que a Irán aún le llevaría tiempo poder producir una bomba nuclear estimando que podría acontecer entre 2008 y 2015. Se dice que los iraníes están en un estadio elemental en el procesamiento del uranio, y que ni siquiera han llegado a producir uranio enriquecido y les llevará aún una serie de años superar muchos problemas técnicos antes de poder construir una bomba. No existe en realidad, base objetiva para argumentar que Irán representa una amenaza nuclear.

Sin embargo, los preparativos de guerra de Israel, y los esfuerzos del Comité Americano Israelí de Asuntos Públicos (AIPAC) para empujar a EEUU en la misma dirección, se basan en datos falsos, que suponen una reminiscencia de las evidencias manipuladas que se canalizaron hasta la Casa Blanca a través de la Oficina del Pentágono para Planes Especiales, que encabeza Abram Shumsky y dirigen Douglas Feith y Paul Wolfowitz, ambos partidarios del Partido Likud desde hace mucho tiempo. Los preparativos de guerra de Israel no parten de ninguna amenaza nuclear iraní presente o futura.

Muchos analistas aseguran que la cuestión gira alrededor del enriquecimiento futuro del uranio, que es legal bajo el Tratado de No Proliferación si se usa para producir energía eléctrica, aunque cabe mencionar que Irán no es miembro de este tratado. En la actualidad, Irán está tan sólo en una fase de conversión del uranio anterior a la del enriquecimiento. Decenas de países con reactores nucleares usan necesariamente uranio enriquecido. La decisión iraní de avanzar en el procesamiento de uranio enriquecido es un derecho soberano de todos los países que posean reactores nucleares en Europa, Asia y América del Norte. Por lo que este tema se vuelve contradictorio en muchos casos y resulta muy difícil llegar a un acuerdo en donde los dos países queden en buenos términos sin que alguno de los dos sea perjudicado.



ANTECEDENTE

No obstante se expone el asunto del programa nuclear como detonante del problema entre estos países, no debemos dejar de mencionar la caída del Shah en Irán, es decir el rey e Irán. El Shah gobernó desde 1941 hasta 1979 (con apoyo de Estados Unidos) en que tras la inminente etapa revolucionaria que vivía el país, conocida como Revolución Islámica (1979), se vio obligado a abandonar el cargo para partir al exilio y morir poco tiempo después. Cuando el Ayatollah Khomeini (máximo líder espiritual), exiliado en París, supo que todo estaba por terminar para el Shah, entonces se preparó su regreso y viajó hasta Irán. La etapa del Shah fue una de excesos, en que tanto él y su familia vivían como reyes, cuando a su pueblo le mantenían en la dictadura y en la clara indiferencia. EU solapaba esto[1].

EU por su parte, sufrió el secuestro del personal de su embajada en Irán, mejor conocido como la “crisis de los rehenes” (1979). La gran mayoría de los que actuaban eran estudiantes universitarios, que aducían, la embajada estadounidense era más una “guarida de espías” que otra cosa, además, se dice, reclamaban todo el dinero que estaba depositado en cuentas de bancos de EU y que el Shah había robado, mas EU no regresaría algo que estaba depositado en “bancos privados” (American Experience). Además, es bien sabido que EU se encargó de suministrar dinero y armas por un lado a 1) los talibanes de Afganistán que tienen frontera con Irán, así como a 2) el gobierno de Sadam Hussein, de esta manera lograrían desestabilizar el país, enfocando sus esfuerzos en rescatar a los rehenes. Por un lado, Iraq aducía la problemática de delimitación de fronteras, y como sabía que Irán estaba debilitado, ello abonó al ataque e 1980 de Iraq. Desde luego, que el poder brindado por EU a Iraq, sirvió después para invadir Kuwait. Sin duda, esto fue utilizado y orquestado por EU para negociar el rescate de los rehenes: EU haría que tanto Iraq como el Talibán se retiraran de Irán, si los rehenes eran devueltos. Esto, fue parte de las negociaciones (Global Security).

Por otra parte, cuando se le preguntó al Jefe del Estado Mayor israelí, Daniel Halutz, hasta dónde Israel estaba dispuesto a llegar para parar el programa de energía nuclear de Irán, contestó: “Dos mil kilómetros”, la distancia de un ataque aéreo (Financial Times, 12 diciembre 2005). Fuentes militares israelíes revelaron que el ex Primer Ministro Ariel Sharon, ordenó a sus fuerzas armadas preparar ataques aéreos con uranio enriquecido sobre algunas zonas de Irán (Times, Londres, 11 diciembre 2005). En diciembre 2005, el Ministro de Defensa israelí, Shaul Mofaz, afirmó que, en vista de los planes nucleares de Teherán, Tel Aviv “no iba a contemplar negociaciones diplomáticas sino que iba a preparar otras soluciones” (La Jornada, 10 diciembre 2005). En los primeros días de diciembre 2005, Ahron Zoevi Farkash, el jefe de la inteligencia militar israelí declaró en el parlamento israelí (Knesset) que:

a finales de marzo, si la comunidad internacional es incapaz de remitir la cuestión iraní al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, podemos decir que los esfuerzos internacionales han agotado sus posibilidades” (Times, 11 diciembre 2005).

Hace algunos años, los dirigentes israelíes mencionaron repetidamente que, si las negociaciones diplomáticas internacionales no se ajustan al calendario de Israel, este país, de forma unilateral, atacaría militarmente a Irán. Benjamín Netanyahu, dirigente del Partido Likud y candidato a Primer Ministro, declaró que si Sharon no actuaba contra Irán, “en ese caso, cuando yo forme nuevo gobierno en Israel (tras las elecciones de marzo de 2006), haremos lo mismo que hicimos en el pasado contra el reactor de Sadam” (Times, 11 diciembre 2005). En junio de 1981, Israel bombardeó el reactor nuclear Osirak en Iraq. El acontecimiento no pasó de los pronunciamientos.


Quien controla el pasado controla el presente;

quien controla el presente, controla el futuro

George Orwell, 1984



Christopher de Bellaigue, en Iran[2], pregunta lo que los iraníes intentarían hacer con un programa de armas nucleares de tenerle. Arguye que “casi seguramente no intenta [Irán] mover su bomba nuclear para intimidar a su enemigo regional, Israel; o a su rival global, Estados Unidos. Tal beligerancia sería catastrófica para la República Islámica.” Enfatiza asimismo que Irán no podría enfrentar las sanciones que sobrevendrían de hacerlo.

Señala que si Irán deseaba un programa nuclear para fines de paz, “¿por qué escondió sus esfuerzos para obtener esa tecnología?” Sin embargo, se comenta que EU hubiese bloqueado todas las líneas de suministro para conseguirle. Aún cuando Bellaigue consiente que el argumento puede ser auténtico, plantea un contraargumento, y dice que “Irán escondió su interés en tecnología nuclear, porque ese interés era militar en naturaleza.” Y entonces propone una evidencia circunstancial. Tal evidencia, corresponde a un conjunto de información reunida por la Agencia Internacional de Energía Atómica (International Atomic Energy Agency). La AIEA considera que el programa no es puramente civil. “Por más de 10 años, Irán escondió cambios importantes para su inventario nuclear y mantuvo un esfuerzo de obtención clandestino”, comenta Bellaigue. El propio autor, asegura que su ambigüedad y acciones explican “la vulnerabilidad que siente [Irán]” (p. 19).

Si Irán buscó desarrollar un programa nuclear, bien pudo haberlo hecho pensando en ambas posibilidades: fines de paz (energía), o fines militares, y por tanto de defensa, que no necesariamente tendrían una función de ataque, sino más bien de contraataque, en su caso (ya mencionamos lo que pasó tras la Revolución Islámica). En esto se refleja su interés nacional, que va en función de lograr un reconocimiento regional en Medio Oriente, de forma tal que otros países no aprovechen su situación de vulnerabilidad. Paralelamente tenemos el caso de India, que como menciona el Doctor Mario González Castañeda, profesor invitado en el ITESM campus Monterrey, hasta antes de realizar sus primeros ensayos nucleares, EU no les había prestado atención. Así, en 1998 “India se convirtió en una potencia de armas nucleares”, lo que inmediatamente obligó “a la visita de Clinton a la India en marzo 2000, la primera por un presidente de EU a India después de más de dos décadas” (Sikri, Rajiv, 173).

Un dato importante que presenta Christopher de Bellaigue, es que Irán es el segundo más grande productor en la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), así como el segundo mayor tenedor de reservas de gas natural. Lo malo, destaca Bellaigue, es que sus necesidades de energía están incrementando aceleradamente, y en próximos años Irán no podrá enfrentar su habilidad para cubrir sus demandas. El problema con Bellaigue, es que no dice si actualmente Irán tiene dicho estatus, o en información de que años basa su sentencia, dado que el descubrimiento de nuevos yacimientos obligan al reconocimiento de nuevos países. De lo anterior, deriva que Irán consume un 40% de su propia producción. Pregunta además que de dónde vendrá entonces la electricidad, “no del sector petrolero”, contesta. Aquí vale considerar como válidas, en ese caso, las declaraciones de Teherán, que van en el sentido de que el programa tiene como propósito producir energía.

Es importante recordar que, de acuerdo a la visión realista de las relaciones internacionales[3], el sistema internacional se domina mediante la fuerza, que así ocurrió hasta la Segunda Guerra Mundial (SGM), cuando a diferencia de la visión idealista, éstos consideran mejor utilizar la cooperación internacional, la diplomacia, o el derecho internacional. El primero plantea 1) objetivos –que para Irán ya lo mencionamos-, 2) recursos –que se expresan por su gas y petróleo-, 3) estrategias –esto se puede expresar en términos de la carta de juego en que se ha convertido la revisión de su programa nuclear, como se aprecia adelante-, y 4) instrumentos –esto estaría dado por la firma de un tratado, por ejemplo-.

Volviendo a la visión realista, no es permisible decir que ha desaparecido del todo, ya que tras las declaraciones del presidente de Irán Mahmoud Ahmadinejad, en contra de Israel en que cuestiona las cifras de muertos del Holocausto, en Argentina por ejemplo, el diario Clarín divulgó que varias organizaciones judías entre ellas la Organización Sionista Argentina, expresaron su rechazo a las declaraciones del presidente de Irán, e invitaron al presidente Néstor Kirchner a rechazar las declaraciones de Ahmadinejad: “Israel quiere que haya una actitud más firme de la comunidad internacional sobre el programa atómico que desarrolla Teherán. Ya en 1981, la Fuerza Aérea israelí bombardeó el reactor atómico iraquí Osirak, a 17 kilómetros al sur de Bagdad”, ¿puede ser ello muestra inminente de lo que puede ocurrir a irán? (15 de diciembre 2005)[4].

Bellaigue puntualiza que la meta de la política exterior de Irán “es responder a los esfuerzos de EU por aislarlo.” De ello se desprende un acuerdo que firmó Irán con China, para que éste le compre por los 30 años próximos, gas natural iraní por 70 billones de dólares. Por la misma razón, Irán está intentando materializar otros acuerdos con países de Asia, tales como Japón e India, países que Irán observa, no permitirían que EU presionara para detener los intercambios. Señala además que, tanto EU como Israel, han reaccionado agresivamente contra las declaraciones oficiales de Irán, respecto a que no abandonará su meta de lograr su ciclo de abastecimiento nuclear. Se menciona que, en privado, los oficiales iraníes y extranjeros involucrados en las negociaciones europeas al respecto, dicen que irán es más flexible de lo que parece. Uno de ellos (iraní) del que no se precisa su nombre dice: “El ciclo de abastecimiento no es un objeto de fe, sino una carta para jugar.”

Y en esta parte es donde surge Peterson y su concepto de diplomacia transformacional. Esto refiere a que mediante softpower, se puedan lograr cambios en las instituciones del vecino, y ejemplo de ello es la Unión Europea. Irán puede tomar ventaja muy bien a partir de este instrumento, y transformar el entorno internacional a su favor, pues si pretende negociar su programa nuclear, sin dejarlo de lado por supuesto, a cambio de las sanciones de EU, sencillamente resulta altamente positivo en tanto se preserva el interés nacional, logra ser tomado en cuenta como un país de rango medio en la región, y por lo tanto adquirirá prestigio en Medio Oriente.

Cuando EU invadió Iraq en 2003, recuerda Bellaigue, algunos periodistas señalaron que esperaban que Irán fuera el siguiente, aunque ese sentimiento cada vez se expresa menos, una razón es que no quieren ver las condiciones “miserables” del pueblo de Iraq, replicadas en Irán. En este sentido se muestra que los iraníes disidentes no cuentan con una ideología que les unifique, y ello es clave porque explica claramente el grado de polaridad interna, que termina siendo alta dado que el gobierno controla la vida nacional, así como “80% de la economía”, y en particular Ahmadinejad es muy querido dentro de las clases pobres, por su discurso y acciones de populismo, ya que a la clase alta la política le es indiferente. La concentración de poder en términos de la toma de decisiones, explica igualmente que la sociedad iraní no se manifieste hoy contra los planes de Teherán para detener el plan nuclear.

Por otra parte, “el obvio desafío de la República Islámica, es la democracia liberal”, dice Bellaigue, como si eso fuera lo que persigue Irán. Aquí vale cuestionar por qué todo debe seguir las pautas de occidente. En este sentido, el autor se equivoca espantosamente, ya que al pretender tal fin, lo único que lograría sería crear convulsiones sociales entre los disidentes y el gobierno, pues las sociedades son diferentes. Tal vez haya un momento en el futuro en que una forma de gobierno menos coercitiva en Irán tome su lugar, pero no es necesario acelerar el proceso. Sin duda un objetivo tangible lo es el plan nuclear, y el intangible sería adquirir prestigio en Medio Oriente y Asia, pero la instauración de la democracia liberal no puede ser un objetivo intangible del gobierno, y en todo caso falta explicar de parte del autor qué se entiende por ese tipo de democracia.

Bellaigue señala que de los 70 millones de habitantes del país, un 70% son ciudadanos que tienen 30 o menos años de edad. En ese sentido, la reforma respecto a la forma de gobierno vendrá del interior, y desde luego que con estos grupos de jóvenes, dado que tienen la tendencia de ser más reformadores. El rol de la mujer igualmente debe ser tomado en cuenta, ya que las “universidades son cada vez más dominadas por mujeres” y también quienes se están graduando de ellas son mujeres que cada vez sobrepasan el número de hombres que lo hacen (p 24).

De esto último, nos preguntamos qué hace pensar al autor de Iran, que las cosas serán diferentes a partir de estos grupos jóvenes y de las mujeres de universidad. Recordemos lo que dice Hugh Gusterson en When professors Go to War, al expresar que “si los creadores de política exterior” obtienen respuestas a sus preguntas, pero si éstas están mal, “la gente en la región va seguramente a sufrir…”. Lo que se trata de exponer, es que tal información puede ser considerada erróneamente por el gobierno de EU e Israel, por ejemplo, tras una invasión al colocar personas jóvenes al mando de su gobierno en Irán, lo que no se traducirá necesariamente en un gobierno democrático liberal.




La tranquilidad no es el estado natural del mundo,

la paz y la seguridad no son ley de la naturaleza.”

Henry Kissinger


Existen elementos fundamentales para decir que, Israel atacará a Irán, o por lo menos para asegurar que las posibilidades son superlativas, dadas las condiciones en que se ha venido desarrollando la relación entre ambos países y en el escenario internacional, incluyendo a EU. Aunque hay académicos expertos en Asia, tales como el Doctor Mario González Castañeda, del ITESM campus Monterrey, que no aceptan como tal el hecho de una invasión de Israel a Irán, existen otras personalidades que sí lo hacen, y no únicamente le consideran como posibilidad latente, sino que le dan un lugar al acontecimiento en un lapso de 12 a 36 meses.

Uno de ellos es Adrián Salbuchi, argentino fundador del Movimiento por la Segunda República Argentina (MSRA)[5]. En una de sus videoconferencias que ha ofrecido, como “Previsiones para el año 2010: la transición desde la globalización hacia el gobierno mundial”[6], señala varios eventos a ocurrir entre los próximos 12 y 36 meses. “Hay nubarrones muy muy oscuros en el horizonte […] se viene el granizo y la tormenta con toda su furia.”.

Señala doce eventos que son parte de esta transición, uno de ellos es la “destrucción” de estados rebeldes, como ha ocurrido con Iraq y Afganistán, porque no se han avenido a la subordinación de entidades supranacionales. Y agregaríamos a Irán como “Estado rebelde”. Otro evento es el de la guerra en Medio Oriente, donde su previsión es que Israel ataca a Irán por su “supuesto plan nuclear”, de lo que derivará que Rusia y China apoyen a Irán; mientras que EU secundará a su protegido Israel.

Bruce Russet decía que las democracias no se atacan, pues tienen planes de paz y de justicia social. Si en Irán existen elecciones y grupos políticos, libertades, entre otras, podemos pensar entonces que coexiste una democracia, aunque vendrán a rebatir los teóricos pro occidentales que una democracia no se da por el solo hecho de que haya elecciones, en ese caso se invalidaría que Irán sea una democracia, porque además está fundada en el Islam y por tanto es igualmente una teocracia.

En este caso, si se atacará a Irán, se asumirá tal decisión bajo el entendido de que “si fuera una democracia se hubiese manejado para su programa nuclear bajo las indicaciones de la comunidad internacional”, y como no ha sido así ni ha respetado directrices supranacionales, entonces no tiene cabida dentro del sistema internacional, menos dentro de las “más grandes democracias” y de las “naciones morales”, y es donde surge la esencia del realismo, donde las cosas se resolverían por la fuerza.

Salbuchi, menciona que el historiador norteamericano Norman Finkelstein, en su libro: The Holocaust Industry: Reflections on the Exploitation on Jewish Suffering, critica los verdaderos motivos financieros y geopolíticos de quienes promueven exageradamente el llamado “Holocausto”, con el fin, entre otras cosas, de obtener jugosas ganancias económicas para el Estado de Israel. Finkelstein define a Israel como “un Estado terrorista, invasor y altamente peligroso no solo para la paz en Medio Oriente sino de todo el mundo, particularmente si se considera su enorme capacidad nuclear gracias a las Armas de Destrucción Masiva atómicas que desde hace décadas le cediera sumisa y obedientemente Estados Unidos de Norte América (sic).”[7] Preguntemos ¿por qué Israel sí e Irán no?, ¿por qué EU no considera una amenaza nuclear a Reino Unido, Israel y la India?

Recordemos que la India, no ha firmado el Tratado de No Proliferación de Armas (TNP), que se explica muy bien con la analogía de Sikri, que señala que es como un avión en el que ya abordado India pero sin pagar boleto completo, y que además lo hace en primera clase. Curiosamente, India no ha firmado el TNP, sino que ha signado otros acuerdos como el Hyde Act, o el acuerdo 123, que no le comprometen en su soberanía como sí lo haría el TNP (p. 187). A final de cuentas, como dice González Castañeda, a la India se le han dado muchas facilidades para continuar con sus planes nucleares, cuando ni siquiera la energía que se produce de ello en el país, es significativa para seguir manteniendo el proyecto. EU lo acepta tan solo porque esta manejado por civiles, no obstante no rinden ningún tipo de cuentas, según Castañeda, y realizan pruebas nucleares de vez en cuando.

Salbuchi recuerda el comentario del presidente de Irán, Mahmoud Ahmadinejad, cuando en La Meca, Arabia Saudita, dijo que había dudas sobre la veracidad de la historia oficial en torno al Holocausto judío, las duras críticas y condenas de las muy poderosas organizaciones sionistas en el mundo no se hicieron esperar. Aquí entra en juego claramente, el nivel sistémico de análisis, dado que las organizaciones sionistas del mundo entero, así como medios internacionales de comunicación principalmente de Estados Unidos, así como otros países de peso en Europa como Alemania, Francia y Reino Unido, han reprobado las declaraciones de Irán, y le instan igualmente a abandonar su programa nuclear.

Irán cuestiona asimismo el derecho de Israel de ocupar el territorio en que hoy se establece, pero no solo ellos, sino que existe un círculo de países que cuestionan ese derecho de usurpar tierras ajenas, sólo porque sus antepasados llegaron antes y son “el pueblo de Moisés”, si así debieran ser las cosas, se generarían problemas varios en el mundo.

Puede ser que, tanto del lado de Irán como del lado de Israel, exista una actitud paranoica, una siege mentality, que les haga asumir y mantener una postura defensiva dada la supuesta “hostilidad del otro”. Tanto uno como otro, especialmente Israel, pueden encajar en la imagen de espejo, que deja en claro que “el otro [Irán] es agresivo, yo [Israel] soy valiente”. Asimismo, surge la imagen nacional que está dada a partir de la diferencia, y en este caso Israel que se considera el “pueblo elegido” por su dios, “el dios más grande”, ello le hace mostrarse dentro de una concepción sumamente especial, porque simplemente son lo que el resto de los países no pueden ser: el pueblo que Moisés liberó de Egipto. En ese sentido todo está justificado y no hay más que decir.

Walter Russell Mead, en God’s Country (Foreign Affairs, p. 24), apunta las pugnas al interior de EU respecto a las corrientes religiosas, mismas que dominan la política exterior y que ejercen influencia decisoria en la toma de decisiones. Señala que los evangélicos consideran válido “el hecho de que el pueblo judío ha sobrevivido a través de milenios y que han regresado a su antiguo hogar, es prueba de que Dios es real…”. Por esa sencilla razón, “el Dios de Abraham literalmente bendecirá Estados Unidos si Estados bendice Israel.” Asimismo presenta otro argumento de Antonio Texas, autor de varios bestsellers, que señala que “si Irán ataca Israel, EU debe estar preparado para detener a este enemigo diabólico...”. De la misma forma agrega Russel que, expertos seculares y periodistas en EU y el extranjero, han observado una conspiración judía, eufemísticamente “lobby judío”, para explicar todo el apoyo que EU le ha dado a Israel, detrás de esas decisiones han estado sin duda los evangélicos.



CONCLUSIÓN

Podríamos decir que, la manipulación que Israel y el AIPAC llevan a cabo con una vaga formulación sobre el potencial nuclear iraní, es tan imprecisa que podría aplicarse a decenas de países con un mínimo de infraestructura científica.

Algunos países europeos (Reino Unido, Francia y Alemania) han creado un falso problema al evadir la cuestión de si Irán tiene o no armas atómicas o está fabricándolas, poniéndose a atacar, en cambio, la capacidad de Irán para producir energía nuclear, es decir, para producir uranio enriquecido, provocando confusión entre “uranio enriquecido” y “amenaza nuclear”, y entre “potencial nuclear” y “peligro de inminente ataque nuclear” sobre países occidentales. Los europeos, especialmente Gran Bretaña, tienen dos posibilidades: imponer a Irán que acepte limitar su soberanía, lo que conllevará que su política energética no pueda hacer frente a la terrible contaminación de la atmósfera de sus más importantes ciudades con fuentes de energía más limpias; o forzar a Irán a rechazar el arbitrario addendum (adhesión) al Acuerdo de No Proliferación y entonces propagar a los cuatro vientos el rechazo iraní como prueba de la “intención satánica” de Irán de crear bombas atómicas para dirigirlas contra países pro-occidentales. Los medios de comunicación occidentales repetirían el punto de vista de los gobiernos europeos y estadounidense de que Irán era responsable de la ruptura de las negociaciones. Los europeos convencerían entonces a sus opiniones públicas de que, una vez fracasada la “razón”, el único recurso que queda es seguir a EEUU en su endoso de la cuestión al Consejo de Seguridad y aprobar sanciones internacionales contra Irán.

EEUU intentaría presionar en ese momento a Rusia y a China para que votaran a favor de las sanciones o se abstuvieran. Hay razones para dudar de que ambos países, o alguno de ellos, se avengan a renunciar a las transacciones comerciales de miles de millones de dólares en petróleo, armas y asistencia nuclear con Irán. Si intentan conseguir esto y fracasan en el Consejo de Seguridad, es probable que EEUU e Israel se decanten hacia un ataque militar. Un ataque aéreo sobre instalaciones nucleares iraníes sospechosas supondrá bombardear tanto zonas muy pobladas como regiones alejadas, provocando una pérdida enorme de vidas.

Dicho lo anterior, podríamos decir que el único posible beneficiario de un ataque militar israelí o estadounidense, o de las sanciones económicas contra Irán, será Israel: le serviría para eliminar a un adversario militar en Oriente Próximo y consolidar su preeminencia militar regional. Incluso este resultado sería problemático, porque no tiene en cuenta el hecho de que el desafío de Irán hacia Israel es político, no en cuanto a potencial nuclear.

El primer objetivo de los millones de musulmanes que protesten contra la agresión israelí serán los regímenes árabes más cercanos a Israel. Un ataque israelí supondrá una victoria pírrica si la previsible conflagración política desestabiliza a los gobernantes de Jordania, Egipto, Siria y Arabia Saudí. Las consecuencias serían incluso peores que si atacara EEUU: mayor número de pozos petrolíferos ardiendo, las tropas estadounidenses en Iraq rodeadas, las relaciones a largo plazo con los regímenes árabes socavadas, el aumento de los precios del petróleo, gran número de bajas entre las tropas inflamando la opinión pública doméstica. “Un ataque sobre Irán no será una operación ‘quirúrgica’ ejecutada con limpieza, supondrá una herida profunda directa hacia la gangrena” (Haaretz).



José Guadalupe Isabeles Martínez




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Bibliografía

Experience, A. (s.f.). Jimmy Carter. Recuperado el 12 de mayo de 2010, de 444 Days: Americaa Reacts: http://www.pbs.org/wgbh/amex/carter/sfeature/sf_hostage.html
Global Security. (s.f.). Recuperado el 12 de mayo de 2010, de Military: http://www.globalsecurity.org/military/world/war/iran-iraq.htm
Mead, W. R. (Septiembre-octubre 2006). God's Country. Foreign Affairs , 24.
Sikri, Rajiv, Challenge and strategy: rethinking India’s foreign policy. New Delhi: SAGE, 2009, 173-198
Behind the next global war. A. Sanders. Recuperado el 11 de mayo de 2010. http://www.timesonline.co.uk/tol/news/
Lozano, J. Continúan negociaciones en oriente medio. Recuperado el 11 de mayo de 2010 http://www.jornada.unam.mx/2010/05/13/index.php
M. Garfunkel. La guerra silenciosa. Recuperado el 11 de mayo de 2010. http://www.delacole.com/cgi-perl/medios/vernota.cgi?medio=comunidades&numero=387&nota=387-4
Europa Press. Se preparan para la guerra. Recuperado el 11 de mayo de 2010. http://www.lukor.com/not-mun/africa/portada/06032102.htm


[1] The Iranian Revolution: http://www.fsmitha.com/h2/ch29ir.html
[2] http://www.jstor.org/stable/pdfplus/30048009.pdf
[3] Con información proporcionada por el profesor Juan Carlos Cobián González, en clase de Escenario Regional de Europa. ITESM campus Monterrey.
[4] Véase: http://www.asalbuchi.com.ar
[5] Investigador, ensayista, conferencista, , consultor internacional, asesor de empresas internacionales, escritor de varios libros.
[6] http://www.youtube.com/watch?v=gXikiejOLMQ
[7] http://www.asalbuchi.com.ar/2008/03/la-falsificacion-de-la-historia-como-instrumento-de-dominio/comment-page-1/#comment-65

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