viernes, 25 de junio de 2010

Irán y el enriquecimiento de uranio


Dada la importancia que el tema de la no proliferación de armas nucleares ha tomado en torno a la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA), las potencias del mundo como Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Alemania, entre otros países que se declaran contrarios (pero a la vez contradictorios) al desarrollo de las mismas; y desde luego en función del rol preponderante que ha adquirido Irán en su búsqueda de liderazgo en Medio Oriente, es en virtud de ello que he transcrito un extracto de la obra Sobre Medio Oriente, donde tienen participación las autoras del mismo (Gabriela Cantú y Adelia Bahena) de un trabajo más amplio que se incluye en el libro, de nombre: Irán y el equilibrio nuclear regional.

Construcción del poder nuclear: retos hacia el futuro

Para analizar el impacto del programa nuclear de Irán en la actualidad, es importante entender cómo obtiene su material nuclear, de dónde lo consigue y, más que todo, con qué fines lo quiere utilizar. El uranio es el elemento natural más pesado que existe, además de ser altamente fisible; es decir que, bajo ciertas condiciones puede crearse una reacción en cadena que genera altas cantidades de energía al momento de la división nuclear.

Es la generación de energía la que da importancia a este elemento químico, pues permite la activación de las turbinas para la producción de energía eléctrica; además de que la radioactividad de este elemento es la base para la producción de armas nucleares. Naturalmente extraído, el uranio no puede utilizarse directamente para la generación de energía o la fabricación de armas, ya que para esto se requiere material altamente enriquecido, obtenido del procesamiento de los isótopos U-235 y U-238 de este elemento.

Las denominaciones provienen del número total de protones y neutrones que contiene, y el uranio en roca tiene un 99.3% de U-238 y 0.07% de U-235; siendo éste último el más altamente radioactivo, y el que se necesita para hacer funcionar los reactores nucleares.

El enriquecimiento de uranio consiste en la separación del uranio natural para incrementar la cantidad de U-235 de 0.07% a un 2-4%. Es decir, se busca incrementar las partículas de uranio altamente radioactivo (U-235), y reducir la parte menos radioactiva del elemento (el isótopo 238).

Para hacer funcionar un reactor nuclear para energía eléctrica, se necesita U-235 al 2-4%, mientras que para la construcción de un arma nuclear necesita materia prima radiactiva al 90%, lo cual requiere de un proceso de enriquecimiento más complejo aún que los comercialmente conocidos.

En el mercado internacional, el uranio se adquiere en la forma U3O8 u Óxido Concentrado de Uranio siendo Australia y Canadá los principales productores y vendedores de este material. Es importante mencionar que los países productores de uranio sólo pueden venderlo a países signatarios del Tratado de No Proliferación Nuclear; razón por la cual Irán ha podido adquirirlo para sus plantas nucleares.

Posteriormente a su adquisición como U3O8 el uranio es convertido a UF6 o Hexafluorido de Uranio que es el combustible que se necesita para iniciar el proceso de enriquecimiento. Durante este proceso el U-238 puede convertirse no solamente en U-235 sino en plutonio 239 (Pu-239), otro material altamente radiactivo.

Existen dos sistemas comercialmente utilizados para enriquecer uranio: difusión y centrifugación por gas. Otros métodos como la separación por láser están siendo desarrollados por los laboratorios químicos en distintas partes del mundo, pero aún no están listos para su uso comercial.

La difusión fue la técnica de enriquecimiento más utilizada en las últimas décadas por países como Estados Unidos, Reino Unido, Francia y Alemania, entre otros; dicha técnica permitía enriquecer uranio para reactores nucleares de energía eléctrica, con el defecto de que consumía altas cantidades de energía elevando los costos de producción para los países que tenían en sus plantas estas máquinas.

Por otro lado, el procedimiento de centrifugación por gas, permite el enriquecimiento en mayores cantidades, gastando menos y en menos tiempo. Hasta el momento, los países que poseen máquinas de centrifugación por gas no rebasan a aquellos que poseen por difusión; sin embargo, esta nueva tecnología está tomando la delantera en lo que a investigación nuclear respecta.

Estados Unidos aún no cuenta con plantas enriquecedoras de uranio por centrifugación por gas; mientras que Irán ha adquirido desde el año 2000 más de 50,000 centrifugadoras para su planta nuclear de Natanz. Este número de máquinas le da la posibilidad de enriquecer el uranio necesario para un reactor de electricidad (uranio enriquecido de 2-4%). El gobierno iraní contempla la compra de aproximadamente 20,000 máquinas centrifugadoras en un futuro para sus plantas, con cifras que alcanzan hasta las 50,000 unidades.

Un aspecto importante con respecto a las centrifugadoras que ha adquirido Irán es que, a diferencia de las tradicionales P1 realizadas por la compañía global URENCO; se especula que las plantas iraníes están dotadas de centrifugadoras P2 que son máquinas modificadas a partir del modelo P1-URENCO.

El diseño de las centrifugadoras P2 está asociado con Pakistán, pero no se ha encontrado evidencia de que el origen de las máquinas sea de este país; y es relevante mencionar que las centrifugadoras modificadas P2 son más modernas y productivas que las originales P1. La vinculación de las centrifugadoras modificadas con Pakistán no es una coincidencia, pues de acuerdo con las investigaciones de la Agencia Internacional de Energía Atómica, durante de la década de los años ‘80 (sic) hubo acercamiento entre Irán y el llamado “padre de la tecnología nuclear” en Pakistán, A.Q. Kahn (A.Q. Khan) y jefe de la red de material y maquinaria nuclear más grande del mundo, para el suministro de elementos que la República Islámica necesitaba para iniciar el programa nuclear, una vez retomado el proyecto después de la Revolución.

Un factor relevante con respecto a la infraestructura que la República Islámica ha construido como parte de su programa nuclear es su ubicación. Las instalaciones que albergan las centrifugadoras enriquecedoras de uranio se ubican en Natanz, la planta manufacturera de combustible nuclear se encuentra en Isfahan y la tratadora de agua pesada se localiza en Arak. El rasgo que comparten estas tres instalaciones es que se encuentran relativamente cerca de la capital Teherán, por lo que se encuentran constantemente resguardadas por elementos del gobierno; incluso algunos reportes han sostenido que algunas de las plantas de Natanz se encuentran protegidas subterráneamente. Por otra parte, el reactor nuclear que se utiliza para la producción de energía eléctrica se ubica en la zona de Bushehr, cercana al Golfo Árabe-Pérsico.

Como ya se mencionó anteriormente, las máquinas centrifugadoras comienzan a funcionar con el Hexafluorido de Uranio (UF6) que se produce en Isfahan; posteriormente las centrifugadoras en Natanz enriquecen el uranio U-238 en U-235 a niveles de entre 2-4% para poder ser utilizados en los reactores nucleares, que se encuentran en Bushehr. De la misma manera que las centrifugadoras comienzan a trabajar con UF6, los reactores nucleares trabajan bajo la presencia de agua pesada que facilita la reacción en cadena producida por el uranio previamente enriquecido; el agua pesada es tratada en Irán en la planta de Arak.

Se puede observar que Irán ya posee los elementos claves para un programa nuclear sólido. Retomando la idea inicial sobre la importancia de la ubicación de las plantas se puede concluir que, mientras que las primeras tres instalaciones (Arak, Isfahan y Natanz) se especializan en la producción de la materia prima (uranio enriquecido) necesaria para comenzar el proceso nuclear, en Bushehr se encuentra lo que podría clasificarse como la última etapa del proceso, es decir los reactores nucleares. La ubicación es parte de un plan geoestratégico que la República de Irán tiene años diseñando.

El hecho de que el plan nuclear de la República Islámica iba a despertar opiniones encontradas, no es una novedad para las autoridades iraníes, y la posibilidad de la perpetración de un ataque contra las instalaciones nucleares está contemplada dentro de las estrategias de seguridad de Irán.

Dado lo anterior, las plantas que producen la materia prima y que son de suma importancia porque sin ellas no se podría iniciar el proceso nuclear, se ubican en zonas cercanas a Teherán, reduciendo así la posibilidad de un ataque directo. Con respecto a la planta de Bushehr en donde se construyó el reactor nuclear, su ubicación se encuentra frente al Golfo Árabe-Pérsico, haciéndola un blanco más accesible de ataque. Sin embargo, los daños propinados al reactor nuclear se pueden atender adquiriendo uno nuevo, contrario a los problemas que causarían los daños a las plantas internas en donde se produce la materia prima, sin la cual no hay proceso nuclear.

El hecho de que Irán pueda enriquecer su propio uranio lo separa del resto de los países, quienes dependen de otros productores para la adquisición de material para los reactores nucleares, y lo proyecta incluso como posible productor para el futuro. Inspectores de la Agencia Internacional de Energía Atómica han visitado las instalaciones nucleares de Irán y han reportado la existencia de dichas máquinas, pero en el momento de las inspecciones no se han encontrado rastros de uranio en las mismas. Los proyectos que tiene Irán con respecto a su programa nuclear se han convertido en objeto de debate, no sólo en la región de Medio Oriente, sino a nivel internacional.

Bibliografía

Consani, Norberto y Zeraoui, Zidane (compiladores). (2007). Sobre Medio Oriente, 1ra Edición. Buenos Aires, Argentina: Nuevo Hacer, Grupo Editor Latinoamericano.

La información expuesta, es un extracto bajo el nombre Construcción del poder nuclear: retos hacia el futuro, que se encuentra en la parte III del libro, cuyo trabajo es de Gabriela Cantú y Adelia Bahena, ambas egresadas de la Licenciatura en Relaciones Internacionales del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM). Páginas 231-235.

(Se han omitido en esta transcripción, las notas al pie de página)

Correo: joseisabeles@hotmail.com
Opinión Virtual: www.youtube.com/joseisabeles

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