miércoles, 2 de junio de 2010

Prospectiva económica de la República Popular de China



HIPÓTESIS

Las proporciones insospechadas en que se ha dado el crecimiento económico en China, forman parte de una burbuja económica que tarde o temprano terminará por reventar. Así, la bonanza económica de China no será permanente.



OBJETIVOS

i. Definir que es una burbuja económica.
ii. Exponer el caso de Japón, que cayó en crisis tras una burbuja financiera.
iii. Explicar el sobrecalentamiento de la economía en China.
iv. Presentar y explicar los rasgos del crecimiento económico en China continental.
v. Analizar las particularidades del boom económico en el país asiático, que darían lugar o no a una burbuja económica.
vi. Explicar por qué sí se daría una “explosión” de la burbuja económica y qué consecuencias generaría en el país.
vii. Puntualizar con argumentos sólidos, la prospectiva de la economía china, respecto al sobrecalentamiento tan aludido en el mundo de su economía.




MARCO TEÓRICO

Una “burbuja económica” se produce cuando se presenta una subida “fuera de lo normal”, así como durante un tiempo prolongado sobre el precio de cierto producto, o inclusive si hablamos de acciones bursátiles. Si los precios se elevan estrepitosamente son producto de una especulación clara. El proceso consiste en tener cierto bien, o una acción, y al aumentar su demanda aumenta el precio, unos venden para obtener sus ganancias, saliendo del negocio, pero otros entran adquiriendo a precios cada vez más altos. Llega el momento en que el precio es exorbitante y ya nadie compra, es cuando viene el crack y las burbujas “finalmente estallan”[1].

Ernesché Rodríguez Asien, expone en La “economía de burbuja” en Japón[2], cómo se mostró la economía nipona en la década de 1980, especialmente en 1987, cuando los precios de las acciones “se inflaron” lo que generó una burbuja gigantesca. Uno de los factores que para el caso presenta Asien, son las fluctuaciones de la tasa de interés, pues cuando existe una tasa de interés baja, los precios de los activos son bajos, o cuando se sabe que ésta disminuirá a largo plazo, entonces son previsibles las ganancias. Otro factor es el exceso de créditos, esto igualmente contribuye al engrandecimiento de una burbuja. Asien apunta que en Japón, lo que ocurrió fue esto principalmente, porque “entre 1987 y 1989” la oferta monetaria (liquidez) en la economía nacional experimentó un incremento promedio anual de 10.8%, superando el crecimiento del Producto Nacional Bruto nominal, en una medida de 4.5%. La mayor parte de esas demandas monetarias expresadas en créditos, iban directamente a la adquisición de activos, y no de servicios, lo que fomentó la formación de la burbuja. Entonces, con una tasa de interés baja, las personas adquieron créditos para bienes inmuebles a precios especulados.


Al igual que los chinos, señala Mick Brooks[3], los japoneses consideraban que vivían en una “economía milagrosa” aunque después se vieron arrastrados por una fuerte recesión. Puntualiza que Japón mantenía un crecimiento de 10% anual en 1950, como ninguna nación capitalista. Un dato interesante, es que “la tierra en Japón valía más que toda la tierra del resto del mundo junta”. La burbuja, indica, generó una boyante actividad económica durante algún tiempo, “a finales de los ochenta Japón era considerado un líder mundial en automóviles, electrónica para el consumo y robótica”. Tras la sobrevaluación del yen vino la inflación elevada que terminó afectando a Japón, por eso hay que tener cuidado, pues mientras la burbuja se infla, “la gente se enriquece”, pero cuando estalla “la gente se empobrece”.


David Ignatius, cita a Wen Jiabao que en 2007 en el Congreso Nacional del Partido Comunista, aseveró: “el más grande problema con la economía de China, es que el crecimiento es inestable, no balanceado, no coordinado e insostenible”. Manifiesta que los líderes chinos no pueden evadir las leyes de la gravedad, y menos con el crecimiento guiado por las exportaciones que ha potenciado el ascenso de China. De la misma forma expone palabras del presidente del Banco Mundial, Robert Zoellick, que declaró que “la dependencia de un crecimiento en exportaciones […] es insostenible en el tiempo”. Un análisis que cita el propio Zoellick respecto a China, manifiesta que si se mantiene el crecimiento de 8% anual con el actual patrón de comercio, China tendrá que duplicar sus exportaciones para 2020, “eso no va a pasar”, asegura Ignatius (The Wasington Post, marzo 11, 2010).


La revista Forbes, coincide con lo anterior, y es que en The China Bubble, deja ver que el hecho de deprimir el valor de su moneda nacional conlleva a que sea difícil que los ciudadanos chinos puedan invertir en el extranjero. Dice que China ha forzado una “gran cantidad de capital artificialmente, para ir detrás de inversiones”, inflando el valor de las propiedades y los precios del mercado. Ejemplifica que en 2007 el mercado de valores chino “perdió tres partes de su valor” (10 de diciembre 2009). Andy Xie, aconseja a los inversionistas privados observar con cautela que la burbuja en China es “mucho peor que las anteriores.”


Edward Harrison[4] cita a Cait Murphy, especialista, y enfatiza en que “todas las burbujas son iguales, pero algunas son más iguales que otras”. Lo que se señala es que la burbuja económica en China, actualmente se concentra en activos potenciales, y que siempre son considerados como peligrosos. Aquí se argumenta que, “solo porque los excesos en los precios de la propiedad no son financiados por niveles de deuda elevados en el sector vivienda, no quiere decir que no es un problema de deuda” (Seeking Alpha, 29 de marzo 2010). Señala que quienes defienden la posible explosión de una burbuja en China, argumentando que “China tiene 2.4 trillones de dólares en reservas”, se equivocan, porque si bien, las reservas protegen el valor de la moneda, son buenas para la estabilidad y los créditos de un país, “no pueden prevenir la formación de una burbuja”, porque reservas inmensas pueden ser síntomas de balances económicos desequilibrados; y que por más clarividentes que sean los altos mandos del gobierno chino, y por más control que puedan ejercer sobre su banco central, deben buscar “hacer su economía más confiable en cuanto a la demanda interna”, porque el hecho de estar exportando tanto con una demanda doméstica tan pobre, no garantiza el desarrollo y salud de su economía. De esa manera, lo que se sugiere es que el banco central vaya más allá de normalizar su política monetaria, e instituya “una política monetaria muy restrictiva para frenar los excesos.”


Ph.D. Nicolás Foucras Tournaud[5], asegura estar de acuerdo con algunas cosas anteriormente mencionadas, por ejemplo con que el crecimiento acelerado de China puede resultar contraproducente, y es “peligroso”, comenta. No concuerda con la comparación que algunos analistas realizan entre Japón y China, para justificar que éste último país colapsará tal como lo hizo Japón. Foucras asegura que son escenarios distintos totalmente, que lo de Japón fue una burbuja económica fundada en el sector financiero que orilló a la caída del mercado de valores de Tokio, lo que después trajo al crisis de 1990. En el caso de China no se presenta tal cosa, dado que no se da escandalosamente la especulación, pues el gobierno controla los precios y el mercado interno.


Hace la observación de que, Japón ha sido una democracia y lo era al momento de la segunda mitad de 1980; mientras que China es una estructura de gobierno autoritaria y vertical, y ello tiene mucho qué ver, apunta Foucras. Asimismo expone que lo peligroso de su crecimiento económico, 11.9% en el primer trimestre de 2010, sin olvidar que ya en 2007 había crecido a más de 12% (El País, 15 de abril 2010), se debe apreciar en términos de un vínculo estrictamente político, pues asegura que la economía no puede seguir creciendo con tanta desigualdad. Una de las limitantes para juzgar el caso de China, es que no se tiene información, porque el gobierno sólo presenta lo que conviene y lo negativo lo oculta comúnmente. En ese caso señala Foucras, cualquier análisis que se haga respecto a la economía china, puede tener un sesgo de veracidad. Lo que sí es real, es que su crecimiento galopante puede derivar en burbujas inmobiliarias, o financiera, aunque el riesgo es menor porque el gobierno ejerce control.


Lo peligroso estriba más que nada, en que su crecimiento es como una “liga”, según el doctor, “que la estiras y no sabes hasta dónde y cuándo va a aguantar”, pues se crece y la riqueza no permea a las clases subalternas, además de que no se sabe si existe una diferenciación entre la clase política y los empresarios e industriales del país; cuando en México él sabe de primera mano tras investigaciones de campo, que los ejecutivos de empresas transnacionales, se encuentran inmersos en la toma de decisiones del servicio público.


Shaun Rein en su artículo Jim Chanos Is Wrgong: There Is No China Bubble, y establece algunos argumentos que contradicen todo lo anterior respecto a que en China existe una burbuja, sea del tipo que sea. Arguye que la sociedad china no tiene un comportamiento tan imprudente o temerario como sí lo tienen en EU, “cuando personas con malos créditos estaban obteniendo grandes préstamos […], o estaban comprando 10 casas” sin tener la certeza de poderlas pagar todas. En China no pasa eso.


Otro de los argumentos, es que en China las hipotecas, que es donde se concentraría el problema, como ya se dijo, “están en manos de los prestamistas originales”, y en este caso se explica las deudas no son compradas por otras instituciones bancarias o financieras. Rein toca un punto capital, pues dice que el gobierno está pidiendo a las constructoras que los inmuebles que edifiquen sean de bajo costo, previniendo así la especulación. Además, asegura que en China, aún si los precios llegan a ser demasiado altos, “una caída del 20 o 30” no causaría nada como el tsunami que golpeó a los mercados de EU y Dubái.” Una de las cosas que según Shaun salvará a China, es que si bien, hoy los consumidores representan en China un tercio de la economía (frente a dos tercios en EU), la firma China Market Research Group, que él preside, estima que en los próximos 3-5 años los consumidores pasarán a ser “la mitad de la economía”, y eso sin duda ayudará, porque las exportaciones comenzarán a bajar para ceder lugar al consumo interno[6].


ANTECEDENTE

Un momento importante para la economía china fue la guerra civil, ya que el Partido Comunista de China empezó aplicar una serie de reformas de carácter socialista (nacionalización de empresas privadas y la colectivización de la agricultura). Se adoptó el modelo soviético que los llevó a tener un pacto de cooperación económica que se vería reflejado en planes quinquenales. Con la muerte de Mao y la entrada de Deng Xiaoping, que emprendió un modelo económico que permitió el desarrollo, sus reformas económicas contribuyeron a un crecimiento económico muy intenso a lo largo de la década de 1980.[7] Gran cantidad de industrias fueron nombradas como “centros experimentales” y se dejo a los empresarios modernizar los métodos de producción, para 1984 establecerse las zonas económicas que serían encargadas de promover las áreas de desarrollo industrial con beneficios a los inversionistas.




***

Algunos analistas comparan al dragón chino del siglo XXI, con la bonanza de Japón en la década de 1980, que terminó por explotar tras “dos décadas de crecimiento raquítico” (BBC, 21 de enero 2010), pero la comparación es incorrecta, según el Doctor Nicolás Foucras, dado lo que ya se expresó. No obstante, las señales de que la economía china se está sobrecalentando refieren a: 1) la inflación de diciembre 2009, la más alta en dos años, así como 2) el incremento de los precios de propiedades inmobiliarias en Pekín y Shanghái, principalmente.


Lo que hace el gobierno y debe hacer con mayor insistencia, es quitar paulatinamente y con mucho cuidado los estímulos a la economía, para que no le pegue de golpe a la población y termine obstruyendo la recuperación en momentos difíciles. Y eso lo vemos en una de las peticiones del gobierno chino a los bancos, tras la crisis financiera en 2009, referente a que aseguraran de que sus créditos se utilizaran en la economía real y no para especulaciones bursátiles o inmobiliarias (El País, 28 de julio 2009). El precio de la vivienda, por esos días, experimentó una subida “desconocida”, declara el diario, y que además, el gobierno de Corea del Sur y Vietnam, estaban haciendo similares esfuerzos por controlar la burbuja inmobiliaria, pidiendo a los bancos que controlasen los créditos.


Por su parte, el primero ministro chino Wen Jiabao, expresó la preocupación del gobierno por la “posibilidad de que la subida de la inflación”, así como la mala distribución del ingreso y la corrupción, generen una burbuja económica en el país, ya que esta podría “socavar la estabilidad social” (Spanish.news, 14 de marzo 2010). En esta parte, advertimos con claridad cómo el gobierno chino está al tanto de lo que el exceso de crecimiento ya les está trayendo, y lo que es más, les puede traer en consecuencia en unos años.


Aún cuando las exportaciones de Estados Unidos y Europa cayeron y siguen abajo en un 20%, tras la crisis 2007, China sigue exportando y reflejando crecimiento económico importante. Algo que EU hace es imprimir mucho dinero, pero no pueden garantizar la manera en que los bancos presten el dinero, tampoco pueden forzar a las corporaciones menos a los consumidores a gastar, lo que sí puede hacer el gobierno de China, excepto por lo último (obligar al consumidor y controlar su gasto). No obstante el consumidor es una parte pequeña de la economía china, en tanto el gobierno mantiene la oferta de dinero en un 28.5% en junio 2008, por ejemplo. Así, el gobierno chino controla la oferta monetaria, disminuye entonces el poder de compra del consumidor, de una manera más efectiva que en EU (Foreign Policy, mayo 08, 2010).


Una de las cosas que apreciamos, y que ya se recalcó en el marco teórico, es que su crecimiento no debe darse en función del solo pilar de exportaciones, pues se le hace dependiente y eso refleja un desequilibrio como ya apuntó Wen Jiabao. Por otro lado, las masivas instalaciones de empresas del mundo en China, como de fabricación de hardware, bien permite que China ocupe hoy “la tercera posición en el mundo en la fabricación de productos ITC”, y de Taiwán, por ejemplo, un 80% de sus exportaciones se aprecia hacia China, pero volvemos al problema de que son inversionistas extranjeros que no obtienen créditos de bancos chinos.


Recordando a Foucras, hoy podemos encontrar en los suburbios de Pekín, a jóvenes con estudios de licenciatura de otras provincias, “compartiendo habitaciones diminutas, sin baño ni calefacción”, según reporta Andrea Rodés, en Público.es. Aclara que el encarecimiento para comprar o alquilar un apartamento en las grandes ciudades, representó el 30% en 2009. “La formación de una burbuja inmobiliaria es uno de los síntomas más claros del riesgo de sobrecalentamiento que afronta la economía del gigante asiático.” Rodés recuerda que China terminó en 2009 con un crecimiento del 8.7%, pero ello fue debido al plan de inversiones públicas que impulsó el gobierno. Se expone que dicho plan, que consistía en unos 410 millones de euros, provocó “un exceso de liquidez y de préstamos bancarios.” Este hecho como ya se aseveró anteriormente, tiende a generar una inflación y para este caso particular una burbuja inmobiliaria, dado que los precios de las casas, por ejemplo, son cada vez más caros.


Rodés cita a Andy Xie, quien fue director de Morgan Stanley para Asia. Él asegura que el problema de raíz, es que tanto los gobiernos locales como Pekín, “dependen demasiado del sector inmobiliario”, para recaudar ingresos fiscales. Dado que el gobierno sigue siendo el dueño del suelo chino, y que en virtud de que el gobierno es el planificador, es por ello que han surgido flamantes edificios y zonas industriales, de los que puntualiza, algunos no tienen una utilidad concreta a corto plazo, lo que no implica desde luego que no la vaya a tener en el futuro inmediato. El problema que ello esgrime, es que se creen problemas de sobrecapacidad, como ya se observan, y estimulen “una burbuja financiera”, tal como pasó en Japón.


Víctor Shih, un economista de Hong Kong en la Universidad Northwestern, argumenta que “la raíz del sobrecalentamiento chino está en la elevada deuda de los gobiernos locales […]”[8]. En ese sentido, explica Rodés, las preocupaciones elementales de los economistas, son que China no puede continuar su crecimiento económico tan dependiente de a) la inversión, y b) el gasto público en exceso, “que ya suponen un 50% del PIB”. Y es que, uno de los problemas que se deja ver, es que se necesita realizar una reforma que permita acceder a créditos bancarios a los inversionistas privados, pues las administraciones chinas locales asá como las empresas paraestatales, han sido las más beneficiadas de los préstamos bancarios, de ahí que se diga que, “ante un crack inmobiliario, muchos de estos gobiernos locales tendrían problemas para devolver sus créditos.” Como vemos, la agresiva inversión pública bien puede derivar en mayores especulaciones, dado el desequilibrio del mercado chino, que no está al libre juego del mismo.


Con todo lo plasmado anteriormente, se pueden obtener varios argumentos. Por un lado, China tiene potencial para poder salir adelante en su crecimiento económico y posicionarse como una de las más grandes economías mundiales, como ya lo hace siendo la segunda a nivel mundial, pero por otro lado el efecto del síndrome de la burbuja está ahí. Se puede considerar que China cuadruplicará su PIB para el 2020 (Resolutivos del PCCh), sin embargo, viendo a fondo el análisis de la situación, China ha otorgado demasiados créditos dentro de su nación, con los estímulos billonarios que implementó tras la crisis de 2007, y aunque no está cerca del colapso como señala Marc Faber, 2010, deben ser muy cuidadosos al respecto.


De la misma forma, sabemos que existe consternación en el gobierno por las suposiciones del contagio de una burbuja en China y, se afirma que este país se mantendrá en el crecimiento desenfrenado sin fundamentos económicos, desde el punto de vista de economistas occidentales, pero hay quienes suponen lo contrario, según argumentos ya presentados. No obstante, un mal manejo en la toma de decisiones en función de tales focos de atención, significaría un accidente en la economía china que probablemente terminarán dando la razón a quienes aquí han sostenido el inminente colapso de la economía.



CONCLUSIONES

Finalmente, respecto a que la economía china es una burbuja económica como se planteó en la hipótesis, creemos que es inapropiado llamarle tal cosa, porque no se tienen los elementos que permitan predecir de manera contundente que la economía china va a explotar, dado el sobrecalentamiento. De este caso los cuestionamientos van enfocados a partir de los controles que impone el gobierno central, en un juego de libre mercado que impera con la globalización, pero que no encuentra un camino fácil en China.


Considerando los argumentos del Doctor Foucras, en el sentido de que sería preferible que China mantuviera tasas más moderadas de crecimiento, tales como aquella de Brasil, que ronda el 5% anual, y que en ese caso no refleja un peligro inminente, creemos que no tiene por qué ser así. Lo que vemos aquí con Brasil, por ejemplo, es que es el país más desigual del continente Americano, actualmente, pero como señala Foucras, es una condición que ya venía desde antes de que Brasil se posicionara como economía emergente.


Dicho esto, China tendrá dos opciones: seguir creciendo permanentemente, o enfrentar serios problemas que hagan “desinflar” el auge de su economía. Por tanto, el gobierno chino debe abrir los créditos a empresas extranjeras y dejar de privilegiar a las paraestatales, abrir el mercado paulatinamente, y no permitir la especulación para no generar burbujas como la financiera o inmobiliaria. Una de las cosas donde igualmente deben tener precaución, en mantener la inflación en los estándares adecuados, porque las subidas de ello son síntomas claros de un desequilibrio al interior. Asimismo, la República Popular de China debe forzosamente qué disminuir la deuda de sus gobiernos locales, porque de presentarse una seria especulación, ello conllevará una seria crisis para el pago de sus créditos.


Algo sumamente importante, es que el gobierno central no debe continuar impulsando del todo la economía interna, referente a las inversiones, dado que ello remite a un desequilibrio y a una situación insostenible en el largo plazo, dado que no se está generando igualdad y la brecha salarial cada vez se abre más y más. Se debe dar la oportunidad de que los inversionistas privados actúen como motor de la economía, no obstante el gobierno puede mantenerse como eje rector, pero debe balancear el actuar de ambas partes, e impulsar sí, el consumo interno, distribuyendo con más ímpetu la riqueza que genera la nación.



José Guadalupe Isabeles Martínez




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Bibliografía

Asien, E. R.. La economía de burbuja en Japón. mayo 13, 2010, from Biblioteca Virtual de Derecho, Economía y Ciencias Sociales: http://www.eumed.net/libros/2007c/324/Burbuja%20Economica.htm
Brooks, M. (2008, abril 21). Japón: la década perdida y la burbuja económica. Retrieved mayo 13, 2010, from In Defense of Marxism: http://www.marxist.com/japon-decada-perdida-burbuja-economica.htm
Daniels, A. (2010, enero 21). BBC Mundo. Retrieved mayo 11, 2010, from China, ¿una burbuja a punto de explotar?: http://www.bbc.co.uk/mundo/economia/2010/01/100121_1400_china_japon_economia_alf.shtml
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Harrison, E. (2010, marzo 29). Three Reasons Analysts Have Rose-Colored Glasses Regarding Chinese Bubble . Mayo, 2010, Seeking Alpha: http://seekingalpha.com/article/196123-three-reasons-analysts-have-rose-colored-glasses-regarding-chinese-bubble
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News, S. (2010, marzo 14). Premier chino se muestra preocupado por burbuja económica. Retrieved mayo 11, 2010, from http://spanish.news.cn/especiales/ccppc/2010-03/14/c_13210270.htm
País, E. (2010, abril 15). Elpaís.com, economía. mayo 11, 2010, China crece un 11,9% y refuerza el temor a un sobrecalentamiento económico: http://www.elpais.com/articulo/economia/China/crece/119/refuerza/temor/sobrecalentamiento/economico/elpepueco/20100415elpepueco_2/Tes
Rodés, A. (2010, marzo 29). El fantasma de la burbuja amenaza la economía china. Marzo 11, 2010, from http://www.publico.es/303539/fantasma/burbuja/amenaza/economia/china
Pontoni, Alberto. El Milagro de la Economía China. Econlink. Mayo, 2010 .
Faber, Marc. China bubble will not burst right away. Commodity Online. Mayo, 2010 .
Jintao, Hu. The 17th National Congress of the Communist Party of China. People's Daily. Mayo, 2010 http://english.cpc.people.com.cn/66102/6290205.html.

Harrison, Edward. China's Bubble Economy. Seeking Alpha. Mayo , 2010 http://seekingalpha.com/article/181936-china-s-bubble-economy.

[1] ¿Qué es una burbuja económica? En: http://www.economia.com.mx/que_es_una_burbuja_economica.htm
[2] Biblioteca virtual de Derecho, Economía y Ciencias Sociales. En: http://www.eumed.net/libros/2007c/324/Burbuja%20Economica.htm
[3] Japón: la década perdida y la burbuja económica, En: http://www.marxist.com/japon-decada-perdida-burbuja-economica.htm
[4] En: http://seekingalpha.com/article/196123-three-reasons-analysts-have-rose-colored-glasses-regarding-chinese-bubble
[5] Entrevistado el lunes 10 de mayo 2010, por José Guadalupe Isabeles Martínez, en ITESM campus Monterrey.
[6] http://www.forbes.com/2010/01/11/china-bubble-chanos-leadership-managing-rein.html
[7] "Economía China." E C O N L I N K - Economía. Web. 10 May 2010. .
[8] Véase: http://evolucionweb.dicruz.com/?p=89

1 comentario:

Jose Gabriel Ramirez dijo...
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