lunes, 28 de junio de 2010

Alerta de Estado: viraje, aunque pese

Tras el asesinato incalificable del candidato a gobernador del PRI en Tamaulipas, Rodolfo Torre Cantú, en el que por la mañana del lunes 28 de junio perdieron la vida varias personas más de su equipo de campaña, y a seis días entonces del proceso electoral en el estado tamaulipeco, se acentúa la inminencia del peligro de un sistema político seguro ante todas las modalidades delincuenciales.

No hay vuelta de hoja, señala el Presidente Calderón, y es que ordenar a las fuerzas castrenses volver a los cuarteles, deslegitimaría el poco crédito que los detractores del gobierno tanto cuestionan, y profundizaría la polarización tras la falsedad de que su gobierno llegó a Los Pinos mediante fraude, cosa que no pudieron demostrar sus adversarios, porque en todo caso, “la mafia se adueñó de la vida institucional del país.” Una sociedad crispada y confundida ante el terror, conviene siempre a la élite estatal.

Sin embargo, es necesario secundar la petición de que el gobierno revierta su combate contra el narcotráfico, y no por las muertes, sin que ello conduzca a subestimar a las víctimas, sino por la viabilidad del Estado, de la institucionalidad e integridad sistémicas. Se tiene que empezar a disminuir el uso y monopolio de la violencia pública, para aumentar el uso y monopolio de toda la fuerza del Estado en otras áreas, emprendiendo una guerra contra la pobreza, la educación de baja calidad, y en salvaguarda de un México que pareciera a punto de reventar.

Aunque el viraje resulte humillante, debe cesar en lo inmediato la militarización del país. No obstante, como el vaticinio es que no ocurrirá hasta la llegada del PRI en 2012, según pronostica el panorama político, el país sufrirá y pagará el daño psicológico nacional que haya que saldar, entre muchos otros. Aunque lo ideal es que el PRD llegue a Los Pinos, como plantee en Un proyecto distinto de nación, esa realidad se empaña más por la intransigencia que de ellos han observado todos.

Lo que debe preocupar es que, Estados Unidos no consentirá este cambio de orientación en la política de seguridad interna, tanto que obligaría al gobierno por todos sus medios (léase a través de Iniciativa Mérida o mediante el estrecho vínculo de las exportaciones, etcétera), a seguir con un combate (que no fallido), le cobrará una factura mayor al país en el mediano y largo plazo. Así como se ha demostrado el fracaso en Colombia, Afganistán, Somalia, Iraq, y más atrás en Vietnam, de que las armas resolverán los problemas del mundo, así se demuestran por doquier las recomendaciones fallidas de Washington en México.

Nunca en la historia ha convenido tanto al país alejarse de EU que ahora, porque hemos sido rezagados, ultrajados y saqueados. Y aunque no todo es responsabilidad del norte, sí ha tenido un peso decisorio en nuestro destino. Cambiar la actual política de seguridad dejaría ver la rasgadura de vestiduras de quienes observan en ello la solución a la delincuencia, pero olvidan que el mal y el bien coexistirán por siglos, sino es que por siempre.

A todas luces vemos con razón que el crimen impone su agenda nacional, por eso comencemos a valorar que bien puede ser justo y necesario, tal como lo apreciamos con Enrique Barrios en Monterrey, que siendo secretario de Vialidad y Tránsito fue secuestrado, y cuando todos lo creíamos muerto lo dejaron libre y con un mensaje claro: alejarse de la titularidad de tal secretaría, tanto así que el alcalde Larrazábal anunció que ya no regresa a Transito, pero sí como su coordinador de asesores. Esto es lo que tiene que comprender el Estado, que a veces no se pierde, sino que simplemente hay que ceder ante la prospectiva de un quebranto aún mayor.

Correo: joseisabeles@hotmail.com
Opinión Virtual: www.youtube.com/joseisabeles

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