La diversificación de proyectos de participación en México, ha de empezar a verse como un área de oportunidad para asistir a profundas transformaciones en el ámbito municipal.
En México se cuenta unos 2,456 municipios en total, incluidos 418 que se rigen por el sistema de usos y costumbres de pueblos indígenas, es decir, no se gobiernan como mayormente ocurre por el sistema de competencia electoral y de partidos (La Jornada, 7 de diciembre 2009). Para cada uno de ellos las carencias con variadas.
A este respecto, muchas han sido las soluciones que ha podido brindar el programa 3x1, donde con la participación de migrantes radicados en EU, los 3 órdenes de gobierno (municipal, estatal, federal) aportan recursos para el desarrollo local en materia de obra pública.
Aunque la participación de los migrantes se ha ceñido primordialmente a la aportación de recursos económicos canalizados a través de este programa, recursos que se materializan en remodelación de parques, jardines y otros, el planteamiento que se hace en esta ocasión es sobre la necesaria diversificación de esa participación pero focalizada en proyectos sociales.
Una de las menciones que se suelen hacer tanto en la academia como en la vida diaria, es que las remesas deberían materializarse en la medida de las posibilidades, en proyectos productivos, aunque esto es más orientado a las familias que en lo particular reciben los dineros que cruzan la frontera. Aunque el dinero no siempre da para tales proyectos, sino que se invierten en los deberes más apremiantes de los habitantes.
Sin dejar de considerar lo anterior, los recursos que se conforman con el esfuerzo de los clubes de migrantes deben comenzar a pensarse con una visión más ambiciosa (largoplacista) que el solo hecho de la obra pública. Por supuesto que los gobiernos municipales suelen trabajar más en ésta área, incluso desproporcionadamente, dado que refleja resultados inmediatos y tangibles, pero el hecho no significa necesariamente un bienestar permanente en el largo plazo.
Anteriormente en otro artículo exponía sobre la necesidad de que los migrantes sean parte de la transformación mediante políticas públicas, y con esto me refiero a cambios que no tengan un límite en el programa 3x1, sino de una etapa de cambios profundos en sus comunidades de origen donde a través de políticas públicas, diseñadas para la solución de problemáticas puntuales, como puede ser el rezago educativo o el pandillerismo, se esté apostando a la disminución y posterior erradicación de esos malestares.
No está por demás señalar que el hecho de contar con clubes de migrantes ya es de gran alivio no únicamente para las familias de los involucrados en México, sino para los habitantes en general de cada uno de los municipios. Lo que se sugiere aquí es que cada club de migrantes adquiera un activismo más marcado en función de la toma de decisiones de sus comunidades.
La prioridad de temáticas varía dependiendo el municipio. Hablamos de educación, salud, seguridad, cultura, promoción económica, turismo, por citar algunos ejemplos. La obra pública es apenas una pequeña parte a fin de generar en el mediano y largo plazo una transformación integral en las colectividades del país.
Asimismo, por más que la política a través del ejercicio público se sitúe como una esfera indeseable para su participación y colaboración, es innegable que es ella una herramienta potencial para alcanzar esos cambios. De ahí lo importante de que los migrantes se coordinasen con las autoridades locales en aras de incidir poco a poco en el proceso de toma de decisiones, delineando y dirigiendo a su vez las políticas públicas en áreas como las mencionadas. No obstante esta sugerencia no es una condición sine qua non para que la ayuda diversificada del migrante tome lugar.
Por lo pronto, si se cumple con el reconocimiento y aceptación individual y de grupo, en este caso como club de migrantes, de que constituyen un enorme potencial de expectativas y alteraciones positivas para sus lugares de origen, ya es un gran avance. El siguiente paso es plantearse un papel mucho más proactivo del que ya se tiene, y comenzar a explorar para luego identificar y planificar las posibles áreas de trabajo, de acuerdo a prioridades.
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