lunes, 3 de enero de 2011

Una alcaldía ciega, sorda y...

Ningún miembro de este Ayuntamiento ha condicionado su voto a cambio de privilegios o canonjías, por lo que todos sin excepción han actuado con ética, honestidad y responsabilidad...” (Ayuntamiento de Sayula)

No sólo se expone aquí al amparo de la independencia de criterio que sí brinda este medio periodístico, una crítica muchas veces aguda, se presentan argumentos sólidos y lo que es mejor, propuestas que vengan a armonizar el ejercicio de la función pública de la mano de todos los habitantes. Lo malo es que el poder político parece no escuchar, y se muestra ciego ante una responsabilidad tan apremiante como lo es la seguridad pública.

Ya versa el refrán popular “genio y figura hasta la sepultura”, y el saco sin duda le queda a nuestro alcalde. El año pasado un policía de línea ingresaba 2 mil 300 pesos quincenales, unos 190 dólares que apenas alcanzan para mal vivir. ¿Cómo quiere mejorar Rivas nuestra seguridad con estos sueldos? Ya no llama la atención que la visión municipal rivista sea tan corta y pobre.

A pesar de las mentiras que se publican del primer edil en diarios locales queriéndolo vender como “personaje destacado” del 2010, y que a propósito, son diarios que se venden al oficialismo, unos por unos cuantos pesos y otros ni tanto –¿verdad señores?-, pero que de todos modos lo deleznable es igual de espantoso; pese a lo irrisorio, Rivas Peña sigue lapidando su endeble capital político.

El año pasado ni un aumento de sueldo les merecieron sus policías, “ni un uniforme, únicamente un par de botas”, acusa un uniformado. El tiempo extra se los hacen trabajar obligatoriamente y lo pagan a razón promedio de 30 pesos, lo penoso es que se los remuneran “cada que les viene en gana.” Eso sí, si no quiere o de plano no puede quedarse, el uniformado es castigado y hasta toman represalias contra él.

Sayula ocupa el deshonrroso segundo lugar en pandillerismo de la zona sur de la entidad (¿y qué hace Rivas?), y si sumamos que el otrora militar escatima invertir en desarrollo social y malpaga a nuestros policías cuando en municipios aledaños les ofrecen cuando menos 3 mil 800 pesos quincenales, la situación se vuelve entonces espeluznante.

Los guardianes del orden informan que el alcalde perredista privilegía más a unos que a otros, y apuntan que las mujeres policías son las que más ganan con sueldos de hasta 3 mil 800 pesos quincenales, más un promedio de 1 mil 900 por horas extras. De hecho, a las nuevas modalidades de policía se les puede ver en moto por la ciudad, vistiendo tenis y atuendo deportivo. Son “policías viales” que a ojos de muchos, no trabajan y se la pasan perdiendo el tiempo nomás.

Hacen público que el director operativo y teniente “es un déspota con los elementos y hasta los maltrata y pendejea por radio.” Asimismo, que en un año ¡no se ha aprendido! las claves operativas ni la nomenclatura de las calles. Señalan que a Omar Mejía Domínguez, director de SP, no le interesa en lo más mínimo la seguridad municipal, ya que mencionan, desde un inicio dio a conocer que únicamente le esta haciendo un “favor” a Rivas Peña.

El aparato policiaco hace ver su disconformidad por el despido de compañeros a medidados del año pasado, de lo que manifiestan, esta administración ha incidido y tuvo que ver en los resultados de diagnósticos que esgrimió de los policías, el instituto encargado de las pruebas. Recordemos que varios elementos despedidos unilateralmente por Rivas, tuvieron conocimiento de las maniobras turbias oficiales para renunciarlos por encima de todo.

Samuel Rivas Peña y el cabildo en general se enorgullesecen de lo que deberían avergonzarse, ¿es esto lo que pedía el elector cuando votó por el entonces candidato? A este alcalde perredista lo que preocupa más es el volumen y no la calidad de sus elementos, más lo cuantitativo que lo cualitativo. Los policías aquí son medios y no fines en sí mismos.

Olvida que son personas de carne y hueso que no puede estar tratando como seguramente él trataba a sus súbditos militares. Porque recordemos el paro general de la Policía Nacional que hizo tambalear el año pasado al gobierno del presidente de Ecuador, Rafael Correa. En Sayula, todo puede empezar con organizarse y continuar sentando una agenda para obligar a la autoridad.

Lo que me asombra es que los periódicos locales que se dicen de ‘izquierda’ no le dediquen ni una editorial al asunto, y por el contrario sigan actuando disimuladamente de la mano del poder. Aquí no amigos, aquí como dijera Álvaro Delgado: no vacilamos, ante el poder, contra el poder, pero no con el poder.

PD. Ya estoy leyendo un ejemplar impreso del Primer Informe de Gobierno municipal, los pormenores se los cuento a la brevedad.

Opinión Virtual: www.youtube.com/joseisabeles

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