“… Informar… es un acto que debe llevarse a cabo no sólo por mandato legal sino por convicción propia, sabiendo que el análisis y juicio que de nuestra función se haga, será esencial…” (Poder Ejecutivo Municipal)
Tengo entre mis manos un ejemplar impreso del Primer Informe de Gobierno del Honorable Ayuntamiento Constitucional de Sayula, Jalisco, que encabeza Samuel Rivas Peña. Primero, es necesario de mi parte agradecer y de manera muy atenta a la persona que amablemente proporcionó a su servidor este material. Muchas gracias entonces, y aquí vamos.
El ejemplar consta de 129 páginas, conformadas en 5 partes de donde se desprenden otros varios temas. Son diversos los asuntos destacables tales como el esfuerzo que realiza esta administración para la separación de residuos, en lo que ya participan 9 colonias; así como el trabajo de la brigada de limpieza. No obstante, es un tópico al que luego invertiré tinta.
Hoy, prefiero hablar aquí de lo que seguramente no le dijo el Ejecutivo municipal en la Biblioteca pública: el estado que guarda Hacienda, Catastro, y los programas sociales. Vale decir que el informe del que hablo sólo refiere del 1° de enero al 31 de octubre 2010 (9 meses), y no a un año.
Según reportan, se recibieron ingresos por poco más de 59 millones de pesos (2010), de los cuales poco más de 16 millones 800 mil pesos (28.45%) corresponde a ingresos propios de la municipalidad; mientras que unos 42 millones (71.55%) a aportaciones y participaciones federales–estatales.
Los egresos para el periodo anunciado suman 39’784,906.38 pesos, quedando como existencias casi 22 millones. Únicamente considerando los gastos en (a) “servicios personales” (17’640,954.21), referente al pago de remuneraciones y prestaciones, etc.; agregando (b) “materiales y suministros” (5’673,044.82), que remite a insumos requeridos por la administración para el desempeño de sus funciones –administrativas y productivas–; y adhiriendo (c) “servicios generales” (11’789,142.73), que representa el costo de todo tipo de servicios que contrata la administración; nos da un total de 35’103,141 pesos. O sea, ¡88 por ciento! de todo lo que se desembolsó –en dicho periodo– se fue a ¡gasto corriente!
Si sumamos lo destinado a (d) adquisiciones de toda clase de bienes muebles e inmuebles para el desempeño de actividades; además lo correspondiente a (e) deuda pública; y (f) las “erogaciones diversas” como pagos de pensionados y jubilados; el total asciende a casi 37 millones de pesos. En otras palabras, el 92 por ciento ¡se va a gasto corriente! Aún si no contáramos los más de 5 millones en “materiales y suministros” (que no aclara cuáles fueron), y los más de 900 mil pesos destinados a adquisiciones de bienes e inmuebles, lo esgrimido en gasto corriente sigue siendo un exceso.
Apenas poco más de 1 millón 300 mil pesos constituyen (g) obra pública, y tan sólo 1 millón 590 mil pesos a (h) “subsidios y subvenciones” para los sectores público y privado. Eso sí, de ninguno de los 8 rubros exhibidos se explica a desglose. Nada dicen de los detalles. Entonces preguntamos: ¿y la “convicción propia” del alcalde por informar?
El Catastro es la principal fuente de ingresos de la administración, pero anualmente deja de percibir 3’241,000 pesos, y pese al 45 por ciento de morosidad del impuesto predial, se captaron en el mismo periodo 4’733,068 pesos.
El agua potable es igualmente fuente importantísima de ingresos. El Informe menciona haber recibido poco más de 3 millones de pesos. Sin embargo existe una morosidad del 47.96 por ciento, o lo que es lo mismo, 3 mil 765 usuarios tienen al día de hoy adeudos.
En lo concerniente a programas sociales, pues bien: ¡no hay! Más allá de programas como “El poder de la vergüenza” o como aquellos venidos del gobierno estatal o federal, no hay nada relevante a subrayar.
No hay pues, ningún programa diseñado por la actual administración del PRD. No hay apoyos a jefas de familia, apoyos de útiles escolares ni uniformes, ni becas para paliar el rezago educativo… ¡no hay! No hay programas sociales con recursos propios, cuando en otros lugares hay programas propios además de los programas que vienen de otros órdenes de gobierno (como en Tlajomulco de Zúñiga, donde gobierna el PRD).
Ya hablamos de las cuatro modernizaciones y las reformas urgentes. Pronto hablaremos también del papel del PRD en Sayula que no acaba (¿o no ha iniciado?) por cumplir con una función capital para su alcalde: guiar y robustecer el desempeño de sus funciones. Mientras tanto, eh aquí el testimonio irrebatible del Primer Informe de Gobierno, cosa, de la que nadie habló más allá de superficialidades como pedir eliminar el ‘día del presidente municipal’ y sin ningún rigor intelectual.
Opinión Virtual: www.youtube.com/joseisabeles
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