miércoles, 16 de febrero de 2011

La Carreta y los Bueyes

Por: Lic. Rodrigo Sánchez Sosa

Bienvenidos amigos lectores a esta carreta semanal. Hoy estoy verdaderamente preocupado por los últimos acontecimientos en el municipio de Sayula. Luego de un ejecutado hace apenas unas semanas, la violencia en las calles de Sayula se desborda sin que la policía pueda hacer nada, y dado que fui testigo de los hechos, incluso puedo decir que esta rebasada por las pandillas de barrios del poniente de la cuidad.

Ya para este momento en todos los medios locales y regionales, se habrá publicado la nota de lo acontecido en el barrio del santuario en esa demarcación política, con saldo de varios lesionados entre ellos un vecino que trató de proteger su automóvil del ataque con piedras, en la trifulca de barrio contra barrio.

Los daños materiales hacienden a varios miles de pesos y la psicosis que esto a desatado entre los vecinos, ha motivado desde protestas contra el presidente municipal hasta pedidos para que intervenga el ejército mexicano en este barrio que, ya en lo que va del trienio, y después del despido de casi la mitad de los elementos de la policía municipal, se ha vuelto uno de los más peligrosos.

Ya antes en este mismo espacio denunciamos los pleitos de semana a semana, donde salían a relucir armas de fuego en ese barrio de Sayula, sin que la autoridad se diera por aludida o enterada. Si a esto sumamos que en el municipio de marras, el alcalde implementó restricciones severas a giros como bares y discotecas, enviando a la ciudadanía a beber a las calles de Sayula, tenemos un coctel explosivo, no solo en violencia sino en accidentes por esta doble moral del señor Rivas Peña alcalde abstemio que impone su moral al respecto con autoritarismo y sin medir consecuencias.

Apenas nos recuperábamos de un accidente en el que se perdió una vida muy joven, donde se presumía la injerencia del alcohol en el percance, cuando esta semana pasada nos enteramos de esta trifulca donde no estuvo ausente la droga y el alcohol en las calles del municipio. La lógica dice, aunque les pese a los lambiscones del edil de marras, que si se envía a las calles a la gente a beber, esto es lo que puede pasar.

Los giros restringidos permiten que las personas que beben estén en un lugar, controlado por las leyes, y bajo restricción, sin que por su actividad expongan ni la persona ni los bienes de terceros, como pasa cuando se bebe en vía pública. Ahora bien, muchos de los involucrados eran menores de edad, es decir en las calles no hay restricción de venta de bebidas a menores como en los giros citados, lo mismo la oferta de drogas en las calles es más abierta sin la restricción de un establecimiento como bares o discotecas.

Cuentan los vecinos de la colonia apedreada, que los rijosos andaban tan intoxicados que incluso pretendieron lanzar piedras de hasta 20 o 30 kilogramos a sus adversarios.

No sólo, los giros restringidos están limitados (valga la redundancia) en Sayula, las actividades para jóvenes en el municipio son también limitadas, no existen espacios de expresión ni de esparcimiento demandados por éstos, porque simplemente no existe en el Ayuntamiento quien se encargue de ello, ni entiende el alcalde las necesidades de su población más joven.

Si a esto sumamos la falta de oportunidades, tenemos todo lo anterior y lo que vendrá, porque de acuerdo a los vecinos, luego de demandar el lunes pasado más seguridad en su colonia, la autoridad que los atendió les manifestó que no había dinero para contratar más policías y que poco se podía hacer…¡¡¡que bárbaros!!!

El grafiti dice la neta…

Uno de los grafitis que aparecieron en el municipio de Sayula que reclamaba al presidente municipal la falta de trabajo, y que fue cuestionado, porque se creía según algunas opiniones de la prensa local, que era un exageración rezaba: “Rivas, no hay trabajo”…y agregaba “tenemos hambre”.

Luego de que la semana pasada, un servidor se dedicará a investigar la veracidad de otro grafiti que denunciaba: “Rivas las calles no sirven”, y demostrará con fotos en la prensa que estos grafitis tenían la razón, pretendía éste mismo servidor investigar el grafiti que denunciaba el hambre y la falta de trabajo en el municipio.

Algo que me parece ya no tiene sentido, porque los acontecimientos de la semana pasada confirman el mismo. La mayoría de los involucrados en la guerra prehistórica (por lo de las piedras) en el barrio arriba citado, eran jóvenes en edad de demandar trabajo y oportunidades, obvio no hay esas oportunidades.

Si pensamos que algunos ya hasta tienen familia, como lo confirmaron algunos vecinos de aquél barrio, veamos lo que se paga, en el municipio por un jornal y pongamos por ejemplo al Ayuntamiento como empleador; el Ayuntamiento paga el jornal de trabajo en 700 pesos semanales, en las obras que actualmente se realizan en Sayula.

Si una familia joven conformada por dos adultos (adultos es un decir, porque son menores de edad algunos) y dos niños, trata de sobrevivir con ese dinero, encontrará que es dificilísimo. Las rentas más baratas de casas de apenas uno o dos cuartos, cuestan en el municipio alrededor de 800 pesos mensuales, con esto tenemos que a la familia le quedan para sobrevivir en el mes dos mil pesos; si descontamos la comida, por lo menos para mal comer 100 peso diarios, ya tenemos un déficit; eso señores, se llama hambre.

Recuérdese que el Ayuntamiento no da prestaciones a sus trabajadores, menos a los de obras públicas que son eventuales. Las empresas establecidas no pagan más y ni aurrera, ni soriana, lo van a hacer, pese a todo el apoyo que reciben de esta administración obsesionada con dar todo tipo de facilidades a estas empresas pese al riesgo que representan para las inversiones locales; en el campo pagan un poco más, pero nada significativo para mitigar el hambre que hemos descrito.

En contraste, las empresas locales que han dado trabajo por años a la gente del municipio y que pagan sus impuestos y dan prestaciones a sus trabajadores, no han recibido, me consta, ningún tipo de apoyo por parte del Ayuntamiento que presta sus oficinas a las tiendas departamentales para contratar personal, en la lógica infantil que representan inversión y fuente de empleo, pese a que no producen nada, y compiten en ventaja y deslealmente con la inversión local.

Todo ello es un cóctel de frustración que se expresa violentamente en las calles, principalmente entre los más jóvenes. Para mi el grafiti que expresa el hambre y la miseria en que vive la mayoría en Sayula tiene referente en la realidad, y este gobierno ha sido inepto en atraer fuentes de empleo eficientes y sustentables económicamente. Más policías no resolverá el problema de fondo, el problema de fondo ya había sido planteado en las paredes del municipio…

Salvador Nava León…

Rimbómbate nombre, pero no se deje engañar; todos en el medio periodístico local conocemos a Nava León, perredista, consejero estatal de ese partido, atleta autodidacta y vegetariano.

Pero también con malas notas en la ética de la profesión que ejerce en el Sayula y la región (creo). Demandas, amenazas de muerte, intimidaciones e insultos, por su actuar en los medios, son del dominio público.

Yo no quiero hacer una descalificación a nivel personal como él ha hecho con mi persona, ni atenderé los detalles absurdos de sus ataques. El señor se ofendió porque critiqué la ética del medio que dirige, y sin más, porque al parecer carece de otro recurso, recurrió a la descalificación personal.

Los medios servimos como contrapeso al poder en una democracia, esa es la ética a la que me refería, no es posible con tanto descaro servir de comparsa al poder en turno, ni pretender que al gremio no nos lo reclamen.

Si decidimos, porque es válido, ser medios oficialistas, creo que la defensa de nuestra postura no esta en la descalificación personal como las de chava. Cuando el señor era atacado por otros medios locales a nivel personal, con aquello de “El hijo del cura” y su pretendido chantaje a la diócesis de ciudad guzmán, según se ventiló públicamente hace algunos años en los medios de Sayula, yo me opuse a que se publicaran esas barbaridades en contra de Nava, simplemente porque era una descalificación personal, y no una crítica fundamentada a su actuar como periodista.

Hoy Chava recurre a la misma treta corriente y burda, qué lastima por él. Yo tranquilo porque el negocio de mi familia tiene 75 años de antigüedad en el municipio, con todo lo que ello implica, y Nava apenas llegó a Sayula antier…ahí se ven.

PD. Ya cierren la cantina de Rivas…

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