lunes, 24 de octubre de 2011

Los fenómenos naturales nos ponen en jaque

Lic. Arturo Fernández Ramírez
Secretario General
H. Ayuntamiento de Sayula, Jalisco

No cabe duda que lo grande y poderoso que suele sentirse el hombre, se reduce a la nada frente a la madre naturaleza, la cual simplemente pone a cada quien en su lugar. Todo fenómeno natural provoca grandes desastres, pérdidas materiales y humanas sin que el hombre sea capaz de evitarlo. Si acaso buscar la manera de resistirlos pero no de evitarlos.

Así lo hemos podido comprobar una y otra vez con terremotos, tsunamis, huracanes y otros hechos naturales que nos ponen en verdadero jaque. La semana pasada los estados de Nayarit, Jalisco y Colima se vieron afectados por el llamado Huracán “Jova”, que aunque para nuestra fortuna al tocar tierra se degradó a tormenta tropical, no por ello dejaron de resentirse severos daños en varios municipios de Jalisco donde actualmente están sufriendo las consecuencias de dicho fenómeno natural.

En el caso concreto de Sayula, el arroyo Agua Zarca que atraviesa a nuestro municipio, estuvo a punto de desbordarse en la parte del punto conocido como la Cruz del Cuarto, ya que ahí fue donde su capacidad estuvo al cien por ciento y por momentos parecía que el agua se saldría de su cauce, lo que desde luego hubiera provocado serios daños, tal y como desgraciadamente ya ha sucedido en ocasiones anteriores. 

Ante ese riesgo de desbordamiento, se actuó de manera inmediata y coordinada por las autoridades municipales y federales como el 9º Batallón que aplicó el Plan DN III. Se habilitaron los albergues por si las circunstancias lo requerían. Y en general se trató de actuar de manera preventiva evitando se consumaran daños irreversibles, tanto materiales pero sobre todo humanos. El otro punto que fue objeto de los estragos de “Jova” fue el llamado Puente El Verde, el cual, como sabemos, acaba de ser prácticamente reconstruido pero no por ello se evitó que el agua pluvial saliera del cauce del arroyo.

Aquí el daño fue la inundación de la carretera, impidiendo no solo la circulación de los miles de vehículos que por ahí transitan a diario, sino que también varios conductores sufrieron graves perjuicios al haber quedado hundidos sus automóviles. Afortunadamente no se reportó ninguna pérdida humana. Más allá del recuento de los daños, en el caso del Puente El Verde es necesario analizar con la profundidad que el caso lo exige, la problemática que se presenta y que no fue resuelta en nada con la reconstrucción de ese puente. 

Fue una gran obra que si la medimos por los resultados, se convirtió en una inversión infructuosa. De nada valió todo el tiempo que duró su construcción porque no resolvió en absoluto el problema de siempre: que en tiempos de lluvias el agua, lodo y todo lo que acarrea el agua corran por encima de la cinta asfáltica. Bien valdría la pena analizar si efectivamente el problema de fondo es por la desviación del cauce del arroyo que dicen se hizo algunos lustros atrás, porque no es posible que estemos así cada año, cada temporal, en cada lluvia.

Es necesario hacer algo para evitar que ese tramo carretero siga inundándose no solo con los problemas de comunicación que acarrea sino con los graves riesgos que representa para todos los que tenemos necesidad de utilizar esa vía de terrestre, ya que siempre cuando se inicia la inundación muchos conductores transitan en forma confiada y han sufrido daños al hundirse inesperadamente sus vehículos.

Ya lo dijimos con antelación, como seres humanos se pone de manifiesto nuestra incapacidad frente a los fenómenos naturales, los cuales a cada instante nos ponen en jaque. Aun así, debemos apostarle a la prevención: respetar siempre los cauces naturales de los ríos y desagües; desazolvar los canales y arroyos; contar con vías de comunicación sólidas que no sucumban a la menor lluvia; fortalecer las vías de comunicación y crear una cultura de la protección civil preventiva no reactiva. Solo así podremos disminuir riesgos, no desaparecerlos, pero sí evitar en lo posible daños, perjuicios y pérdidas humanas. O Usted qué opina estimado lector.

Comentarios y sugerencias al correo electrónico arturferam@hotmail.com

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