martes, 23 de agosto de 2011

Okuribito, la película de la semana

Lic. Gerardo Garza Ramírez
Profesor del Departamento de Filosofía y Ética
ITESM, Campus Monterrey


(“Departures”; Japón; 2008).
Dirección: Yôjirô Takita.
Guión: Kundô Koyama.
Género: Drama (130 minutos).
Palabras Clave: Ritual, Espiritualidad, Muerte, Tradición, Esperanza, Herencia, Fe, Promesa, Memoria, Perdón.
Actores Principales: Masahiro Motoki (Daigo Kobayashi); Tsutomu Yamazaki (Ikuei Sasaki); Ryôko Hirosue (Mika
Kobayashi); Kazuko Yoshiyuki (Tsuyako Yamashita); Kimiko Yo (Yuriko Uemura); Takashi Sasano (Shokichi Hirata) .

El Dilema:
Dirigida por Yôjiro Takita, Okuribito esta basada en la novela Nôkanfû Nikki (納棺夫日記, “Diario de un Agente Funerario”) de Shinmon Aoki en la cual se cuenta la historia de un joven violonchelista quien, por cuestiones de falta de presupuesto en la Orquesta en la cual interpreta este instrumento, pierde su trabajo. Por ello, debe regresar a su ciudad natal en donde acepta un empleo como agente funerario. Los sentimientos y la pasión musical del joven serán la clave para lidiar con el pragmatismo económico que esta tarea le impone y así encontrar un sentido a su vida.

La Reflexión:

“Okuribito” ha sido la primera película japonesa que ha obtenido el Óscar a la mejor película extranjera; esta historia conmovió a la academia en una reñida competencia en la cual superó a excelentes filmes de otros países como “The Class” de Francia y dirigida por Laurent Cantet , así como el documental animado israelí “Waltz with Bashir” de Ari Folman.

Y es que es esta historia toca una fibra sensible del ser humano, como lo es el sentido de la vida y los valores humanos que persisten sobre la muerte. A través de las experiencias de cada personaje, el espectador puede conocer las costumbres de la cultura japonesa y los ritos relacionados con la muerte como una transición del ser humano y no sólo como el final. Así, los sueños de un joven que había apostado por la música nos hacen reflexionar sobre las diferencias que existen entre los ideales y la realidad.

En el caso de Daigo (Masahiro Motoki) el cambio es radical, ya que deberá elegir el puesto de agente funerario como única opción para sobrevivir. A diferencia de otras culturas, los ritos que se siguen en Japón implican una tradición budista, los cuales son llevados a cabo por el Noukanshi quien es el que se encarga de purificar al difunto mediante el baño de su cuerpo así como de su ropa; de esta manera estará listo para ser enviado al otro mundo (“Okuru", de ahí “Okuri-bito“ es el que los envía).

Hay que considerar que este país es famoso por su infame discriminación a los Burakumin, que son los "paria" de la sociedad japonesa. Los Burakumin son aquellos que en tiempos feudales se encargaban de manipular los cuerpos de los difuntos; aún hoy en día los Burakumin, que son totalmente indistinguibles de cualquier otro japonés, siguen siendo marginados, por lo cual viven en guetos principalmente en la región de Kansai al sur de Japón. Si tomamos en cuenta todo lo anterior, podemos comprender todas las adversidades que este joven deberá de enfrentar y cuyas experiencias le ayudarán encontrar una nueva manera de trascender en un mundo en el cual el pragmatismo va ganando terreno.

La Frase:

Sr. Yamazaki: “La última decisión que debe hacer una persona antes de morir es finalmente tomada por otra persona”.

CINéTICA ES UNA ACTIVIDAD ACADÉMICA Y CULTURAL ORGANIZADA POR EL DEPARTAMENTO DE FILOSOFÍA Y ÉTICA DEL TEC DE MONTERREY.

FUENTES: www.imdb.com
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INFORMES: gerardogarza@itesm.mx

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