viernes, 22 de julio de 2011

La Cantina de Rivas

Lic. Rodrigo Sánchez Sosa

Desde la barra…

Un Herradura reposado, por favor… hablemos hoy del fenómeno del “mono”: se decía que la gente, aquí en Sayula, votaba en la era post PRI por la cabeza de planilla, no por un partido o una propuesta, por el “mono”. Luego de la experiencia de la alternancia cuando se votó por un partido, en un voto de castigo al PRI, en que el PAN ganó en 1994 la presidencia de Sayula, surgió este fenómeno mencionado, con Rivas como el siguiente candidato mejor posicionado. La gente no votó por el PRD en 1997, votó por Rivas. Después, por mas kafkiano que parezca, en el regreso del PRI a la presidencia de Sayula, la gente votó no por el PRI, sino por García Arteaga “el pepino”. Le apostamos al influyentísimo a las formas mafiosas y oscuras de ejercer el poder, cansados de los desplantes de reyezuelo del señor Rivas Peña, sus impulsos represivos y su elitismo cortesano, en el primer trienio. Pero, sobre todo porque en estas formas particulares de hacer política y administrar lo público, del señor “jefe” Rivas, no encontramos un cambio significativo en la calidad de vida de las mayorías en el municipio, y sí mucho desprecio por la gente común.

El delfín de Rivas fue Fernando Valencia, candidato del PT para el trienio que se iniciaba en el año 2000, por las mismas razones no tuvo el éxito que se le auguró, y el populismo de “pepino” trabajado desde la fundación Colosio antes de las campañas, funcionó. La gente votó por el mono, por el nieto del general García Barragán. Los partidos eran meros cascarones, envoltorios sin valor, lo que importaba era el mono y lo que éste representaba al electorado, esto hacia de Sayula un bastión deseable para el ajedrez político del estado, para cualquier partido, pues casi cualquiera podía ganar con “el mono adecuado”. Todo era cuestión de dinero, no de plataformas políticas, ni de modelos de desarrollo o capacidad de gestión y administración. 

La venta del club Guadalajara entonces en manos de la familia García Barragán, en parte, financió la campaña del PRI en Sayula y compró la presidencia para el nieto del General, punto. Como toda inversión, reclamó ganancia y el costó para Sayula no fue, pese a las exageraciones de la prensa local, poco. Por ello, y con el oportunismo del PRD estatal, ese partido recuperó Sayula para sus muy particulares intereses, canalizando el descontento, porque con todos salió mal “pepino”, ricos y pobres; creando el mito del mejor presidente de la historia de Sayula, en contraste con el anterior, claro.

Aunque no con holgada ventaja, Rivas Peña ganó nuevamente la contienda electoral del municipio; a quién le importaba si el PRD era un partido de izquierda, si en el Congreso del Estado era minoría, si a pesar de las promesas sus propuestas eran pobres y en muchos casos absurdas para el municipio, el mono era el mejor presidente de la historia de Sayula, y ganó. Y qué me dice de Andrés Sánchez y el PVEM, el bueno de Andrés, también ganó en la misma lógica del mono, y de nuevo con el hartazgo de Rivas. Con las mismas propuestas mediocres y las fantasías de un equipo que nada más nadó de muertito en la corriente tendenciosa de la opinión publica, ganaron los del verde, aunque muchos de ellos en su ego piensen que fueron artífices de ese triunfo.

Y en el colmo del cinismo, luego ganaría Rivas, de nuevo, pero ya de panzazo, las pasadas elecciones por las mismas razones: el PVEM fue un desastre en el municipio. De nuevo el mono: “de los malos, el menos peor”, pero sin propuestas, con las mismas formulas de embellecer Sayula, desde su criterio, claro; de gobernar con mano dura, con los amigos, imponiendo, con su mediocre visión de futuro; en fin, sin reportar nada bueno a las mayorías y respondiendo a intereses de un partido ajeno al destino del municipio, que ni picha, ni cacha ni deja batear, pues, éste trienio y los otros, no reflejan la mínima visión de izquierda en su contribución o legado para mejorar la vida de la gente en Sayula. Las apuestas a la personalidad terminan así, en tragedias para los ciudadanos (Hitler, Mussolini, Franco, Pinochet…) ¿Nos volverán a ver la cara en 2012? Una propuesta política debería ser un acuerdo mayoritario; de lo cual, en este México, estamos lejos, tan lejos como de que se deje de normar la moral privada desde el poder, como si esto fuera el Medioevo. Lo que hay en mi vaso debería ser asunto mío, nada más. Salud…

Mesa de pista…

Un ron Bacardy añejo (ya me asqueó la cerveza)…no es que yo quiera imponer la visión de izquierda como panacea, pero ¿a caso se ve en Sayula algún criterio que norme al respecto desde los que hacen política? Claro que no, todo es el hueso. El vulgar lucro ha substituido la noción de bien común, y ni el idealismo igualitario de izquierda, ni el metafísico estado de bien estar de derecha, tienen sentido en este municipio. Todo es un actuar mafioso con beneficios a corto plazo para un número reducido de sinvergüenzas que acaparan los recursos comunes y las oportunidades y aportaciones federales y estatales. En este espectáculo lamentable, no hay futuro para nadie, en vano muchos en el municipio esperamos mejores tiempos, económicamente hablando o culturalmente y, también socialmente.

La desigual distribución de la riqueza en Sayula solo traerá a la larga, estallidos violentos y crimen, división social y resentimientos. Por una sencilla razón, el crimen organizado es una opción para los desesperados, redituable a corto plazo y no muy exigente. No hay, y analicémoslo, propuestas viables a futuro ¿en qué trabaja cabildos? ¿Cuál es el plan a diez, veinte o treinta años para Sayula? No saben ni tienen cómo saberlo. No están allí para servir, sino para servirse, hasta donde lo han demostrado. La actividad económica de Sayula no se puede reducir a un sector totalmente acaparado, no se puede seguir explotando a la gente con salarios de 600 pesos semanales, no se pueden seguir negando opciones de inversión en bien de la moral y las buenas costumbres, por ejemplo. ¿Se ha discutido esto en cabildo? ¿Cómo pretenden mantener la paz en un municipio con sueldos tan raquíticos? La gente se ve orillada hoy que el norte no es opción, a la ilegalidad, es cuestión de tiempo. El exhibicionismo teibolero de los representantes del pueblo ante cabildo, no es suficiente, no están haciendo su trabajo. Disciplinarse al presidente municipal los asemeja más a meretrices que a representantes populares, porque hasta eso, se dan a desear, y cobran caro.

Marreando…

Un whisky con cola… no es que nada me parezca en materia de seguridad pública, pero mire usted, el sábado a las once de la noche, causó alarma entre los desalojados por el horario restringido de bares y discotecas en el centro de Sayula, la presencia de policías encapuchados en patrullas de la dirección de seguridad publica municipal. La gente que salíamos de los bares a esa hora, y que nos juntamos en la plaza de armas para planear a donde ir en la mega cantina de Rivas, nos topamos con estos señores encapuchados, que pasaban en sus patrullas. Cómo no alarmarse, si se asocia luego, luego, con la guerra anti narco. Pese a ello, la gente no se retiró a sus casas; luego de constatar que eran policías municipales, la angustia pasó y todo volvió a la normalidad.

No sabemos qué trataban de disuadir con este operativo, si incursiones de criminales en la vida nocturna de Sayula o a la gente que gusta parrandear desafiando el horario restringido. Lo primero no es creíble porque logísticamente la policía municipal está lejos del poder de fuego del narco, bueno ni a los cholos quieren enfrentar; y lo segundo sería una exageración del señor presidente municipal. Al menos que fuera un operativo conjunto con varios municipios después de la ejecución de un vecino de la virgencita por un comando armado la semana pasada, como información restringida que es, solo podemos adivinar. Ya no nos queda más que acostumbrarnos a la cantina de Rivas, porque la ampliación de horario, ahora más que nunca, será poco probable, con todo y el peligro que implica ¿Qué sigue? ¿El toque de queda?...

La Rampa…

Un cazadores en vaso desechable… ya son las once, amoooonós, una tarea para cabildos es pensar muy bien el rechazo para permiso de nuevos bares, porque, cuestión de salir a la calle los fines de semana después de las once para darse cuenta, urge un bar gay…y salud, chingao, que al cabo vida, ahí te quedas.

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