Edición jueves 17 de noviembre de 2011
Sayula, Jalisco,
Los bienes patrimoniales son insustituibles, una vez perdidos no se recuperan. El concepto viene del latín patrimunium, que significa legado del padre, lo que deja el padre al hijo al morir, para construirlo social y culturalmente como persona, en este caso.
Los pueblos tienen su patrimonio también, uno de eso es el arquitectónico, aquello que como belleza estética desde el manejo de la forma y el espacio, nos fueron legados para construir una identidad. La belleza del patrimonio arquitectónico de Sayula es innegable, no porque lo diga Federico Munguía, Benjamín Díaz, Adán Cueto, la Benemérita de Geografía y Estadística o el propio INAH, sino porque como decía Descartes una verdad evidente, clara, distinta.
Como nuestro patrimonio, para los que aquí vivimos, resulta indignante que este sufra atentados una y otra vez con la complicidad de gobernantes y dueños de los edificios históricos, como EL PARIÁN. Actualmente sobre el Portal Hidalgo del PARIÁN se hacen modificaciones que rompen con la belleza arquitectónica del mismo, sin que la autoridad, por incompetente, ignorante como ya dijimos, haga nada pese a que hay un Reglamento que se lo exige.
Por otro lado, el organismo federal en cuya competencia está regular esto, el INAH, se hace cómplice argumentando ridículamente. Mientras esto crea precedentes para que cualquier persona con mal gusto pero poder económico termine por hacer de nuestro patrimonio histórico un "artnarco", al modificar edificios de valor histórico incalculable.
Una iniciativa ciudadana, pretende protestar pacíficamente por ello, en el lugar citado, clausurando simbólicamente la obra el día 20 de noviembre al término del desfile conmemorativo. Veremos cómo se capotea esto el presidente municipal Samuel Rivas Peña (PRDM) desde sus medios paleros, y cuántos indignados por esta mala administración municipal nos damos cita ese día allí… ¡OCUPA EL PARIÁN!, este 20 de noviembre contra la corrupción y la ineptitud del gobierno municipal.
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