miércoles, 9 de noviembre de 2011

Ineptitud y soberbia en la administración municipal de Pihuamo

Con razón se expone aquí, en Pihuamo, que el alcalde y su séquito padecen una falta de sensibilidad política hacia los asuntos públicos que deben privilegiar. Su propia población ha notado ya ese distanciamiento entre Sociedad y Gobierno.

LPL José Isabeles

La administración del municipio de Pihuamo, Jalisco (2010-2012), a cargo del ciudadano Felipe de Jesús Mayoral Landín (PRI), a dos años de su administración pública y habiendo quedado fuera del premio Agenda Desde lo Local en este año 2011, dado que no acreditó los parámetros que se llegan a manejar en esta auditoría que se le hace a cada ayuntamiento donde participan los 125 municipios de Jalisco, así como todos los municipios a nivel nacional; ha demostrado a todas luces ineficacia, ineptitud y por si fuera poco, soberbia.

El reciente tema de discusión para este espacio virtual, es el no haber acreditado el programa Agenda Desde lo Local implementado por la Secretaría de Gobernación (Segob). Dicho programa acredita la calidad en cuatro cuadrantes: (1) Desarrollo Institucional para un Buen Gobierno, (2) Desarrollo Económico Sostenible, (3) Desarrollo Social Incluyente, y (4) Desarrollo Ambiental Sustentable. De estos cuatro cuadrantes se desprenden 39 indicadores así como 270 parámetros de medición.

No está por demás decir que la administración que encabeza Felipe de Jesús Mayoral Landín en Pihuamo, adolece de liderazgo, así como de compromiso de parte de los regidores que conforman el aparato de gobierno. Es lamentable no haber acreditado el programa cuando en anteriores ocasiones Pihuamo había cumplido cabalmente con las mediciones correspondientes.

Por si fuera poco, los funcionarios de este Ayuntamiento muestran un desgano inobjetable por realizar su labor pública, a lo que se suman acciones como finanzas poco sanas de las cuales apenas se tiene dinero para la labor de gasto corriente en la municipalidad. Igualmente nos hemos dado cuenta que, a pesar de la existencia de obra pública, la percepción que los habitantes de Pihuamo tienen de dicha administración es de una muy alejada de la sociedad. Aquellos que dieron su voto a favor de Mayoral Landín advierten indolencia e insolencia de su alcalde. Las obras, hay que decirlo, han sido y continúan siendo seriamente cuestionadas debido a su baja calidad. Nunca en ningún momento se ha pedido opinión a los habitantes a fin de conocer cuáles obras deben ser prioritarias, lo que nos recuerda el modelo de Presupuesto Participativo en Porto Alegre, Brasil.

No queremos perder oportunidad para denunciar públicamente los negocios personales que el presidente municipal actualmente tiene, de lo que todo Pihuamo ya habla. La propia población se queja de que el alcalde no se dedica a su labor de tiempo completo, lo cual ha sido un factor para que el premio Agenda Desde lo Local se haya perdido bochornosamente en 2011.

Con razón se expone aquí, en Pihuamo, que el alcalde y su séquito padecen una falta de sensibilidad política hacia los asuntos públicos que deben privilegiar. Su propia sociedad ha notado ya ese distanciamiento entre Sociedad y Gobierno Municipal. Igualmente se ha dicho que su administración se caracteriza por ser un cuerpo de burócratas soberbio, comenzando por el mismo alcalde, esto, en tanto no escuchan mucho menos aceptan alguna recomendación u observación sobre el desempeño de sus funciones. Por el contrario, se mantiene en su cápsula o esfera, indiferentes ante aquellas problemáticas que aquejan a los pihuamenses.

Hay que decir que esta es la segunda administración del priista, a pesar de su falta de preparación que todos conocemos. Es lastimoso que la experiencia adquirida la venga a poner al servicio personal y de un grupúsculo. Hoy por hoy los números no le cuadran, los dineros públicos no le alcanzan para desempeñar sus funciones brindando un poco de dignidad a su propio pueblo, pues hoy las arcas del tesoro municipal se encuentran vacías. En esa tesitura, el Ayuntamiento tuvo que solicitar un préstamo por dos millones de pesos con el propósito de intentar salir del déficit en que se encuentra. Eso sí, a nadie en la municipalidad se tomó en cuenta, a excepción de aquellos incondicionales del alcalde.

A esto hay que sumar que no existe ningún tipo de apoyo a la educación como eje prioritario de cualquier administración; tampoco existe apoyo a la cultura local, ya no decir del tópico de salud pública. No existe un seguimiento serio al Plan Municipal de Desarrollo, es decir, todo lo que de alguna manera se prometió, se diseñó, o simplemente todo aquello que se planeó: no se cumple. Ahora sí que se va haciendo lo que va saliendo de las ocurrencias del presidente municipal. Se vive al día en Pihuamo. De lo que tenemos conocimiento, es que la gente tiene miedo a opinar.

Por si fuera poco no existe un solo medio local periodístico que venga a informar sobre las querellas legítimas de un pueblo sin voz ni voto. Estamos seguros que a estas alturas ya nadie quiere saber nada que huela o tenga el sello de Felipe Mayoral. Pihuamo ya tuvo bastante de gobernantes sin proyecto y sin preparación.

Aquellos viajes casi incontables del presidente municipal que constantemente realiza al vecino país de Estados Unidos, sin explicación ni aparente justificación, de lo que ni siquiera el pihuamense tiene acceso a documentos oficiales que den cuenta de su labor en el extranjero (léase), esos viajes han de terminar pronto, porque una administración que tiene a su presidente municipal con tantas ausencias, se convierte en un ayuntamiento donde nadie resuelve y nadie trabaja.

Por lo anterior, afirmamos categóricamente que en Pihuamo priva la ineptitud y la soberbia de un alcalde del siglo pasado. Los negocios personales, el beneficio de unos cuantos, así como las finanzas mal sanas han de terminar de una vez por todas. PD. Esta es apenas una pequeña parte de las problemáticas que aquejan a la municipalidad al día de hoy.

Continuaremos…

Twitter: @joseisabeles
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