Las sociedades constituyen plataforma y base de la organización del país. Lo que después de un largo proceso gesta el nacimiento de los ayuntamientos como base de la organización política y con gran relevancia sin duda del sustento de la federación. No obstante, lo que podemos apreciar es que la política de desarrollo gira más entorno a los municipios metropolitanos, y que a aquellos del interior se les ha dejado poco a poco en el olvido y con ello en el atraso.
Lo que explica la enorme centralización del poder (en sus múltiples facetas) en ciudades como Guadalajara, es la concentración de la población en sus amplias manchas urbanas, lo que encima ha generado una serie de problemáticas crecientes. Las capitales de hoy se han convertido en monstruos que acaparan recursos económicos importantes, mientras descobijan y relegan a otros tantos municipios. Podemos señalar con toda certeza, que Guadalajara es “la gran metrópoli”, y culmina con ponerse la etiqueta de “el estado soy yo”, manteniendo a su grupo de municipios satélites.
La idea es una organización de la región sur del estado. Si se unificasen los 16 municipios que conforman la región 06, podría hablarse de la constitución de un bloque municipal, que al unísono se manifestara con respecto a la toma de decisiones que en la capital se fraguan, sin tomar en cuenta a los municipios, y sepultando día con día el desarrollo de amplias áreas de la entidad. Porque mientras Guadalajara y su zona metropolitana reciben millones y millones de pesos anuales, los municipios del sur acaparan recursos insuficientes y que encima mucho se malgasta.
Al momento desconozco la unión municipal de esta región sur, de la que sobresalen Zapotlán el Grande, con alrededor de 100 mil habitantes; Sayula y Tuxpan con aproximadamente 35-40 mil, y de ahí hacia abajo. Podríamos pensar que la conformación de este bloque, no generaría avasalladores dividendos, si consideramos que la población en conjunto sumaría unos 315 mil habitantes, según la Comisión Estatal del Agua en Jalisco (CEA). Y que además la región representa apenas un 5% de la población del estado y un 10% de la superficie del mismo. Lo que queda claro, es que ni con esa proporción menor comparativa, se han logrado mayores índices de desarrollo humano para su población.
Podemos entender que la conformación de nuestro estado, en regiones y municipios, lo único que ocasiona quizá, es la división que en muchos aspectos resulta desfavorable, y donde se asoma más la frase “divide y vencerás”, como si fuese algo dicho por quienes mantienen la centralización. Las divisiones se han presentado como solución para el mejor manejo y beneficio de las comunidades, pero innegablemente los municipios deben constituirse en una federación regional, si se desea forzar al centralismo a destinar mayores recursos y mirar a la región antes de borrar la autonomía municipal. Es momento ya de instaurar la unificación y garantizar un mejor desarrollo en términos de políticas intermunicipales, de desaparecer el subimperialismo monopólico de Guadalajara, quien mantiene a sus municipios como colonias.
Lo que explica la enorme centralización del poder (en sus múltiples facetas) en ciudades como Guadalajara, es la concentración de la población en sus amplias manchas urbanas, lo que encima ha generado una serie de problemáticas crecientes. Las capitales de hoy se han convertido en monstruos que acaparan recursos económicos importantes, mientras descobijan y relegan a otros tantos municipios. Podemos señalar con toda certeza, que Guadalajara es “la gran metrópoli”, y culmina con ponerse la etiqueta de “el estado soy yo”, manteniendo a su grupo de municipios satélites.
La idea es una organización de la región sur del estado. Si se unificasen los 16 municipios que conforman la región 06, podría hablarse de la constitución de un bloque municipal, que al unísono se manifestara con respecto a la toma de decisiones que en la capital se fraguan, sin tomar en cuenta a los municipios, y sepultando día con día el desarrollo de amplias áreas de la entidad. Porque mientras Guadalajara y su zona metropolitana reciben millones y millones de pesos anuales, los municipios del sur acaparan recursos insuficientes y que encima mucho se malgasta.
Al momento desconozco la unión municipal de esta región sur, de la que sobresalen Zapotlán el Grande, con alrededor de 100 mil habitantes; Sayula y Tuxpan con aproximadamente 35-40 mil, y de ahí hacia abajo. Podríamos pensar que la conformación de este bloque, no generaría avasalladores dividendos, si consideramos que la población en conjunto sumaría unos 315 mil habitantes, según la Comisión Estatal del Agua en Jalisco (CEA). Y que además la región representa apenas un 5% de la población del estado y un 10% de la superficie del mismo. Lo que queda claro, es que ni con esa proporción menor comparativa, se han logrado mayores índices de desarrollo humano para su población.
Podemos entender que la conformación de nuestro estado, en regiones y municipios, lo único que ocasiona quizá, es la división que en muchos aspectos resulta desfavorable, y donde se asoma más la frase “divide y vencerás”, como si fuese algo dicho por quienes mantienen la centralización. Las divisiones se han presentado como solución para el mejor manejo y beneficio de las comunidades, pero innegablemente los municipios deben constituirse en una federación regional, si se desea forzar al centralismo a destinar mayores recursos y mirar a la región antes de borrar la autonomía municipal. Es momento ya de instaurar la unificación y garantizar un mejor desarrollo en términos de políticas intermunicipales, de desaparecer el subimperialismo monopólico de Guadalajara, quien mantiene a sus municipios como colonias.
Sugerencias: joseisabeles@hotmail.com
Opinión Virtual: www.youtube.com/joseisabeles
***
No hay comentarios:
Publicar un comentario