sábado, 5 de agosto de 2017

De mecánico a millonario

LPL José Isabeles 


Comencé este negocio hace más de 25 años. Después de ser despedido de grupo Alfa, yo estaba gordo, enfermo y quebrado, me dedicaba a hacer carne de puerco y obviamente me la comía; en aquél entonces era 1981, cuando por aquellos años mucho del contexto social eran las crisis en México. Trabajé mi hobby: la comida, hacía la carne y las salsas para vendérsela a los torteros en Guadalajara, entregaba a las 6 de la mañana, me iba a mi negocio a vender tacos y a las 3 de la tarde tenía un restaurante italiano, así trabajaba todo el día, dormía 4 horas diarias. Pero me empecé a enfermar, a quebrarme y a fracasar.

También consumía productos alimenticios que a la postre igual distribuía. Me volví distribuidor de esos productos y me empezó a ir muy bien, me fui a Francia y a España con esa compañía (Herbalife). Fui el vendedor número 1 en Estados Unidos. Enseguida hablé con el dueño para enfocar el sistema en el mercado mexicano, sin embargo no me hizo caso. Recuerdo que le proponía volver líquidas las vitaminas, y no quiso.

Decidimos comenzar con 3 socios, arrancamos la empresa con un producto y 6 distribuidores; ahora somos más de 6 millones de personas en unos 18 países. La verdad es que ni mi mamá me creía, llegó a decirme: “ay, mijito, y qué pasa si se te mueren tus clientes”, antes de comenzar la empresa alimenticia, de tener clientes y dinero, mi mamá no me creía. Éramos una familia de clase media.

Parte de mi filosofía siempre ha sido “persigue resultados no persigas dinero”, y enseñar a otros a tener éxito, que su éxito nos dará éxito a nosotros. En principio creímos que podíamos abrir el mercado de América Latina, así llegamos a Colombia donde hoy tenemos una de las plantas más grandes del mundo en suplementos alimenticios, además de la que tenemos por supuesto en Guadalajara, que es la más grande y la más avanzada, la cual surgió de la crisis económica de 1994, porque a partir de ello se nos duplicó el costo de producir en Estados Unidos los suplementos. Decidimos fabricar en México.

Mis padres nunca nos dejaron herencia alguna, sólo nos dejaron viajes, eso sí. En otros tiempos trabajé de mecánico, traductor de textos, vendedor de autos y casas. Empezamos con Chivas creyendo que la actitud es la mejor muestra de liderazgo. Sé que hoy podemos levantarnos de donde estemos, con una mano atrás y otra adelante. Empezar de cero. Mi empresa era Omnitrition, hoy se llama Omnilife. Yo soy Jorge Vergara, dueño de Chivas y empresario.


Twitter: @joseisabeles

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