(PIHUAMO, JALISCO).- En la tierra de los grandes señores, bastión del priismo en el sur del estado, se vislumbra con antelación la pérdida de la Presidencia Municipal por parte del PRI, hay razones singulares pero ante todo sobradas para afirmarlo y lo que es mejor: sostenerlo. Principalmente se debe a que Felipe de Jesús Mayoral Landín, actual alcalde del PRI, hunde consciente o inconscientemente a su partido y lo posiciona a perder la presidencia.
¿Quién pensaría que un simple ganadero de una comunidad, como dicen por allá; su nula preparación y las mieles del poder serían la combinación perfecta para que este se sintiera dueño y amo del Pueblo. En esta su segunda administración municipal simplemente la utilizó para su beneficio personal, para sus negocios y como me han confiado las personas en Pihuamo “es hombre de doble cara, cuando nos pidió el voto fue uno, y después ni se acordaba de sus compromisos”, utilizando bien la traición como principio y forma de gobierno, teniendo al Pueblo con miedo y dan cuenta siempre de acciones autoritarias y represivas contra su propia gente.
Pihuamo ya no quiere y rechaza frontalmente a un personaje como Mayoral Landín que se muestra sin empacho en condiciones de ignorancia por demás deprimentes y deleznables. Y dicen los Pihuamenses, con cualidades de ser esquizofrénicas. Y ya no se que sea peor, pues hay que destacar que es un hombre sin palabra, vengativo, sin escrúpulos, y sin valores esenciales, pero más esencial aún en un sistema democrático en que se presume debería encontrarse Pihuamo, un personaje que no posee el más mínimo sentido de ayuda ni solidaridad a su Pueblo, un Felipe de Jesús Mayoral Landín que debería exiliarse inmediatamente de su terruño.
Por otro lado Felipe Mayoral Landín terminó imponiendo a su candidato al costo que fuera, sin importar a quien tenía que pisotear, a quien tenía que traicionar, a quien tenía que comprar, y lo digo literalmente, pues recordemos que ya se había realizado un procedimiento en el que Elizabeth Alcaraz Virgen resultó ganadora de la contienda interna, pero esto no valió, esta kakistocracia que también se alza gobernante en Pihuamo, fue por encima de todo.
De nadie es secreto que Mayoral Landín simple y llanamente necesita quien le cuide las espaldas después de su salida y vergonzosa gestión como alcalde, las cuentas públicas de su administración serán bien observadas sin embargo, ahora habrá quien haga las veces de su tapadera, encubriendo toda inmundicia generada en la actual administración priista.
Es Roberto Sánchez el candidato oficial, el candidato impuesto por Mayoral Landín, hombre gansteril como bien lo comentamos anteriormente cuando utilizó la represión con la gente humilde que tenía la ilusión de una nueva vivienda en la nueva colonia, o cuando últimamente irrumpió de manera abrupta en la sesión de delegados de su partido (mismos que ya no lo reconocen ni cuenta con su respaldo), demostrando que quiere ser presidente no porque los Pihuamenses así lo quieran sino porque él quiere y con esto es más que suficiente.
Es por demás gravísimo y pernicioso que el candidato sea peor que su padre político Felipe Mayoral Landín, pues no hace falta esperar a su gestión, si es que de milagro llegase a ganar, un milagro, claro, que se traduce en la compra de votos, la corrupción, o peor aún, un milagro que se debería a la propia indiferencia de aquellos que no anhelan un verdadero cambio.
De Roberto Sánchez son conocidos sus antecedentes, sus actividades, su pasado ya conocidos por toda la municipalidad de Pihuamo. Todas estas “cualidades”, por llamarle de alguna manera, lo hace un candidato frágil, si a esto le sumamos su escasa preparación, su visión de nada, sus proyectos nulos, su visión ranchera y hasta mediana, lo vuelven un personaje perfecto para perder cualquier elección, lo vuelve un personaje pequeño, como pequeña es su expectativa de Pihuamo y su estatura política, ¿dónde está la competitividad de este candidato? ¿Con qué atributos piensa salir victorioso de la jornada electoral?
¿Con qué cara Felipe Mayoral Landín puede pedir apoyo en favor de su candidato Roberto Sánchez? ¿Quién lo apoyará en esta elección cuando los propios militantes y simpatizantes del PRI ya han hecho expreso su rechazo al candidato oficialista? ¿Con qué cara van a pedir el voto de los electores? Si los operadores del Ayuntamiento no convencen ni a su familia, es un hecho que el PRI la tiene perdida a una semana después de iniciar la campaña con un candidato enano de la política.
No quiero perder oportunidad de sumar y reiterar dos elementos más a esta lectura, la primera, Roberto Sánchez no pudo convencer a la militancia del PRI, sino que a esta le impusieron su candidato (o sea a él mismo) y todavía más la división interna dentro del mismo PRI municipal, y el segundo elemento refiere que su planilla tiene gente de muy bajo perfil, sin una trayectoria dentro de su partido, como se dice solo gente oportunista de la política, que lo mismo les da estar en un partido que en otro.
Esto hace que a fin de realizar este análisis de la política municipal de Pihuamo no se requiere ser profeta, ni un iluminado para saber que la descomposición política en que se encuentra la tierra de los grandes señores, cambiará de partido, y será así como el PRI con su candidato gris y opaco, se posicione en modo determinante en una derrota contundente para Felipe Mayoral y el PRI local. Y más todavía si sabemos que en el municipio la alcaldía se gana con no más de 500 votos, que la contienda tiene una diferencia entre ganador y su más cercano competidor de apenas unos 10 votos, por ejemplificar.
Y también quiero decir que viene Movimiento Ciudadano y PT levantando expectativas en Pihuamo, proyecto alfarista que encabeza Everardo Contreras López, lo que deja la posibilidad abierta de que naturalmente le quiten votos al candidato del PRI impuesto, y si le sumamos el descontento generalizado, el diagnóstico sigue siendo el mismo: la derrota del PRI.
(En la imagen, Roberto Sánchez Mendoza al centro, camisa blanca a rayas)
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