jueves, 23 de diciembre de 2010

El sueño del celta

Por José Guadalupe Isabeles Martínez

No me importaría vivir sólo un día y una noche, si mis hazañas son recordadas para siempre” (Cuchulain)

La historia de Roger Casement es la historia de la humanidad. Un mundo vejado, violado, mutilado, arrebatado que no cesa de tanto llorar. Una historia donde el mundo continúa siendo sometido a los deseos y caprichos ajenos. Esta es la historia que presenta El sueño del celta (2010), la novela más reciente del Premio Nobel de Literatura 2010, Mario Vargas Llosa, que hoy comparto con usted.

El personaje central es Roger Casement, nacido en Dublín en 1864. Casement era por ende irlandés, no británico como se expone y refuta comúnmente en la obra el propio personaje. Creció huérfano de padre y madre, aunque hasta los 8 años de edad los tuvo a los dos. Su madre, Anne Jephson murió en 1873 cuando el niño tenía 9 años, a su padre lo perdería 3 años después. A los quince dejaría la escuela definitivamente para comenzar a trabajar.

Esta historia inicia en el Congo Belga en 1903, y termina en una cárcel –Pentonville Prison– una mañana de 1916. Vargas Llosa narra la vida y obra de uno de esos hombres que no se dan todos los días. El Congo Belga; la Amazonía, específicamente el Putumayo en Perú; e Irlanda, son los tres escenarios donde todo se desarrolla.

En 1903 Roger Casement es enviado en calidad de cónsul británico al Congo, entonces explotado y sojuzgado por el rey Leopoldo II de Bélgica. Casement comprobará o desmentirá las iniquidades cometidas contra los nativos en virtud de la extracción de caucho, “oro negro ávidamente codiciado” en todo el mundo “para las ruedas y parachoques de camiones y automóviles y mil usos industriales y domésticos más.”

Las aberraciones más espantosas se erigían donde los colonizadores ‘civilizados’ habían tomado lugar. Los soldados de la Force Publique (Fuerza Pública) en el Congo, comúnmente cortaban manos o penes a los indígenas o se las aplastaban a machetazos.

Cosa similar encontró en el Putumayo en el Perú del siglo XX, cuando se dirigió a la Amazonía después de pasar veinte años en el África. En las estaciones del Putumayo documentaría los supuestos abusos de la compañía de caucho de Julio C. Arana, británica y de nombre Peruvian Amazon Company. Hacia 1910 Casement comenzó a indagar las acusaciones aún muy por debajo de la verdad, que se le imputaban en Inglaterra a la compañía.

El sistema de explotación operaba en modo distinto al del Congo, pero en esencia era tan ruin y lleno de bajeza. Los indígenas eran expuestos a las “correrías” de la compañía, que no era otra cosa más que actos de cacería para obligar a los nativos a recolectar caucho, mismo que no les pagaban sino que les daban apenas una comisión totalmente injusta.

Los indígenas eran violados; sometidos al látigo y al cepo donde eran brutalmente torturados; marcados en las nalgas con las iniciales CA (Casa Arana). La ignominia alcanzaba hasta el corte de orejas, narices, manos o los quemaban vivos. Todas las atrocidades fueron hechas saber por Roger Casement en el Reporte sobre el Congo, Reporte sobre el Putumayo, y el Blue Book. Informes todos que sacudieron y escandalizaron al mundo, y derrumbaron la Peruvian Amazon Company.

Aunque el lector puede hacer distintas interpretaciones de la obra, el pasaje de Irlanda es sin duda lo que pone sello al asesinato de Casement en una lúgubre mañana de 1916 en la Prisión de Pentonville. Y es que es Irlanda donde se consuma el Alzamiento de Semana Santa contra los británicos, para instaurar así una República a través del Home Rule (autonomía). El alzamiento fracasa y Casement es capturado.

Es así como el “el sueño del celta” adquiere forma. La sangre, obscenidades y muertes en el Congo, el Putumayo e Irlanda, van convirtiendo en símbolo imborrable lo que mañana será emblema de la injusticia y las cuentas históricas por saldar.

PD. Con esta obra brillante nos despedimos del 2010, e iniciamos un 2011 lleno de sueños, ilusiones y los mejores deseos para todos. Amén.

Opinión Virtual: www.youtube.com/joseisabeles

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