miércoles, 20 de enero de 2010

Si Yo Fuera Presidente


Ahora le platico no de mis aspiraciones, sino de las de las de Enrique Peña Nieto, gobernador del Estado de México. El título corresponde al libro que Jenaro Villamil, politólogo, publicó el año pasado sobre el mexiquense: “Si yo fuera presidente, el reality show de Peña Nieto” (2009). La obra consta de 263 páginas y cuesta 199 pesos. Para aquellos que votarían por el “producto televisivo Peña Nieto”, aquí les dejo algunas menciones.

Peña, emanado del Partido Revolucionario Institucional (PRI), es conocido prácticamente por todo México, gracias al maridaje establecido en contubernio con Televisa, que tiene presencia de 98.6% en los hogares mexicanos. Actualmente, Peña encabeza las encuestas a la Presidencia de la República en 2012, se ha convertido en un personaje altamente popular, y poco a poco intocable.
Su entidad enfrenta un serio problema de narcotráfico, no sólo es cuestión “de paso” del crimen por su entidad (como ellos dicen); a su vez, los feminicidios sin respuesta; la brutalidad y violación a los derechos humanos, principalmente en Atenco, cuando el ministro Genaro Góngora Pimentel de la SCJN consideró a Peña Nieto “autor intelectual” de la represión (p. 183).

En cuatro años de exhaustiva promoción mediática, el “góber guapo y costoso” ha desembolsado unos 3 mil 500 millones de pesos del estado, se estima que no hay nadie que haya gastado tanto en ese rubro ni mucho menos con tanta impunidad. En 2005-2006, el dispendio fue de 742 millones en televisión; mientras que un despilfarro que oscila entre los 800 mil y los mil millones se destinó entre 2008-2009. El exceso se refleja en la inauguración de una calle a la que se le puso alumbrado por 100 mil pesos. Al día siguiente salió el mandatario anunciándose en canal 2, el costo del segmento de 30 segundos es de 350 mil pesos (p. 55).

Lo de Peña Nieto substituye la política por la mercadotecnia y el raiting, elimina la competencia política y los actos genuinos de gobierno, por meros productos tal cual los ofrecen en los medios. De esa forma, cuando usted recibe el producto, comprende que no es lo que le contaron, que no sirve y encima resultó carísimo. Una aparición de Peña Nieto en el Vaticano con el Papa, otra en Vida Tv, una más con “lucerito”, y desde luego con “La Gaviota” Destilando Amor, son parte del Reality show del mandatario.

La obra esgrime que, la madre de Peña Nieto es hija del primo del papá de Arturo Montiel (¿algún parentesco?), gobernador insignia de corrupción e impunidad. Quien cobija a Peña Nieto, es gente (al igual que del anterior) de otro emblema de impunidad, Carlos Hank González, el “político empresario”; y desde luego “la mano que peina el copete”, la de Carlos Salinas de Gortari. ¿Qué podemos esperar de aquellos que buscan alcanzar el poder político apareciendo en TV y Novelas o Furia Musical, exponiendo banalidades?, ¿qué de aquellos que hacen de su vida un melodrama y lo publicitan en los medios para “venderse”?, ¿a caso algo digno de orgullo?


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