El Partido Acción Nacional (PAN) ya falta a sus ideales, los que fijaron sus fundadores e ideólogos, Manuel Gómez Morín y Efraín González Luna. Pierden al partido por el poder y dinero, cuando antes “…no había nada qué esperar”, señala María Elena Álvarez Bernal, en Alternativa Democrática (1986).
Las cosas no van bien al descalificar y atacar a la oposición, en este caso al Partido Revolucionario Institucional (PRI). El PAN demuestra un deseo ferviente por heredar a próximas generaciones, cizaña y bajeza. No parece ser tan “responsable” como hace ver en su publicidad.
Hace días me encontré una “sopa de letras” en el portal electrónico de El Universal, firmada por el PAN, usted tenía que encontrar palabras que identificaran al PRI (ya sabrá usted cuales). Después pusieron otro anuncio interactivo con la clara intención de desprestigio. Acciones sin el más mínimo fundamento, y alejadas de su propio humanismo.
Lo panistas requieren observar su pasado, allá por 1920, cuando Manuel Gómez Morín, fundador e ideólogo, empezaba a forjar los pilares que darían vida a Acción Nacional. Gómez Morín, un visionario, estaría hoy muy triste de ver en lo que se ha convertido su partido.
Su estructura doctrinaria, ideológica y de principios, en algún momento dejó de ir paralela a los panistas genuinos. Tomaron rumbos distintos y la estructura cimental se fue hacia otra dirección. Hoy ambas partes se encontraron, están colapsado, los conflictos se están generando, lo peor es que no se dan cuenta que tienen qué seguir el mismo destino.
No se necesita ser adivino para predecir lo que ocurrirá. Por ejemplo, Giampaolo Giuliani, italiano, publicó una advertencia científica (en Internet) en base a gas radón, prediciendo el terremoto en Abruzzo (Italia), las autoridades le obligaron a bajar su advertencia. La consecuencia la conocemos todos (El Universal).
Por un lado la aprobación de la Ley de Extinción de Dominio en el Senado, que Gustavo Madero (panista) omitió de la orden del día, ¿no que mucha prisa con la aprobación? Por otro, el ex panista Fernando Garza, buscó que el PRD en Jalisco lo postulara a la presidencia de Guadalajara, pero resultó que “siempre no”. Y también, el claro favoritismo a la esposa de Alberto Cárdenas, que va por una diputación federal “plurinominal”, en uno de los distritos más panistas de Jalisco.
¿Dónde esta esa formación de conciencia ciudadana? ¿Dónde la promoción de la participación social? ¿Dónde aquella postura entre individualismo y colectivismo llamada solidarismo? ¿Dónde ese ‘bien común’ del que tanto hablan? ¿Dónde quedó la verdadera movilización de almas de la que hablaba Gómez Morín?
El partido necesita urgentemente una reestructuración interna, con rostro humano y no de signo de pesos. México les requiere acciones contundentes, democratizar realmente los sindicatos, una lucha profunda contra el crimen, que la Operación Limpieza alcance a los más altos funcionarios, que se note esa transición democrática prometida, que apliquen su doctrina hoy todavía en el poder. De lo contrario, alguien más se instalará en Los Pinos, y retrocederán (como ya ocurre) en la historia.
Las cosas no van bien al descalificar y atacar a la oposición, en este caso al Partido Revolucionario Institucional (PRI). El PAN demuestra un deseo ferviente por heredar a próximas generaciones, cizaña y bajeza. No parece ser tan “responsable” como hace ver en su publicidad.
Hace días me encontré una “sopa de letras” en el portal electrónico de El Universal, firmada por el PAN, usted tenía que encontrar palabras que identificaran al PRI (ya sabrá usted cuales). Después pusieron otro anuncio interactivo con la clara intención de desprestigio. Acciones sin el más mínimo fundamento, y alejadas de su propio humanismo.
Lo panistas requieren observar su pasado, allá por 1920, cuando Manuel Gómez Morín, fundador e ideólogo, empezaba a forjar los pilares que darían vida a Acción Nacional. Gómez Morín, un visionario, estaría hoy muy triste de ver en lo que se ha convertido su partido.
Su estructura doctrinaria, ideológica y de principios, en algún momento dejó de ir paralela a los panistas genuinos. Tomaron rumbos distintos y la estructura cimental se fue hacia otra dirección. Hoy ambas partes se encontraron, están colapsado, los conflictos se están generando, lo peor es que no se dan cuenta que tienen qué seguir el mismo destino.
No se necesita ser adivino para predecir lo que ocurrirá. Por ejemplo, Giampaolo Giuliani, italiano, publicó una advertencia científica (en Internet) en base a gas radón, prediciendo el terremoto en Abruzzo (Italia), las autoridades le obligaron a bajar su advertencia. La consecuencia la conocemos todos (El Universal).
Por un lado la aprobación de la Ley de Extinción de Dominio en el Senado, que Gustavo Madero (panista) omitió de la orden del día, ¿no que mucha prisa con la aprobación? Por otro, el ex panista Fernando Garza, buscó que el PRD en Jalisco lo postulara a la presidencia de Guadalajara, pero resultó que “siempre no”. Y también, el claro favoritismo a la esposa de Alberto Cárdenas, que va por una diputación federal “plurinominal”, en uno de los distritos más panistas de Jalisco.
¿Dónde esta esa formación de conciencia ciudadana? ¿Dónde la promoción de la participación social? ¿Dónde aquella postura entre individualismo y colectivismo llamada solidarismo? ¿Dónde ese ‘bien común’ del que tanto hablan? ¿Dónde quedó la verdadera movilización de almas de la que hablaba Gómez Morín?
El partido necesita urgentemente una reestructuración interna, con rostro humano y no de signo de pesos. México les requiere acciones contundentes, democratizar realmente los sindicatos, una lucha profunda contra el crimen, que la Operación Limpieza alcance a los más altos funcionarios, que se note esa transición democrática prometida, que apliquen su doctrina hoy todavía en el poder. De lo contrario, alguien más se instalará en Los Pinos, y retrocederán (como ya ocurre) en la historia.
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