viernes, 16 de enero de 2009




Querer cambiar el mundo suena ambicioso,
Querer cambiar tu país no suena tal mal,
Querer cambiar tu ciudad es muy benevolente,
Pero querer cambiar a sí mismo suena aún más desafiante, ¿no cree usted?
Saludos desde Monterrey, Nuevo León!!!

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