Lo que usted leerá a continuación, es una traducción personal de un extracto del artículo: Creacionists, now they’re coming for your children, publicado el 24 de agosto 2009 en el diario The Times, The Sunday Times, en el Reino Unido de la Gran Bretaña, cuyo autor es el científico Richard Dawkins, ateo divulgador de la ciencia y acérrimo defensor de la Teoría de la Evolución.
El extracto se toma del libro The Greatest Show on Earth: The Evidence for Evolution (“El más grande show en la tierra: la evidencia de la evolución”), autoría d Richard Dawkins, quien lo publicó en 2009.
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Las personas que rechazan la teoría de la evolución, deberían ser puestas en el nivel de quienes rechazan el Holocausto, señala un autor en su nuevo libro controversial.
Imagina que eres un profesor de historia romana e idioma latín, ansioso de impartir tu entusiasmo por el mundo antiguo - por las elegías de Ovidio y las odas de Horacio, la fuerte economía de la gramática latina como ha sido exhibida en la oratoria de Cicerón, las sutilezas estratégicas de las “Punic Wars”, la época de general Julio César, y los excesos voluptuosos del último emperador. Pero es una gran promesa y ello tomará tiempo, concentración y dedicación.
Pero encuentras tu valioso tiempo continuamente hecho presa, y tu atención de clase distraída, por un grupo de bestias ignorantes, quienes, con apoyo político y especialmente apoyo financiero, corretean infatigablemente tratando de persuadir a sus infortunados pupilos de que los romanos jamás existieron. Nunca hubo un Imperio Romano. El mundo entero vino a existir justo más allá de la memoria viva.
El español, italiano, francés, portugués, catalán, occitán, romansh: todos estos idiomas y sus dialectos que les constituyen, brotaron espontáneamente y separadamente hacia el ser, y no poseen otra cosa en tanto predecesor que el latín.
En lugar de destinar su completa atención a la noble vocación de experto de los clásicos y maestro, usted es forzado a desviar su atención y energía a una retaguardia de defensa de la proposición de que los romanos existieron: una defensa en contra de la exhibición del prejuicio ignorante que le hará llorar si no estuviera demasiado ocupado luchando por ello.
Si mi fantasía de profesor de latín parece demasiado adversa, aquí está un ejemplo más realista. Imagine que usted es un profesor de historia más reciente, y que sus lecciones de la Europa del siglo XX son boicoteadas, interrumpidas, o de alguna otra manera, perturbadas por un grupo de personas que rechazan el Holocausto, bien organizado, bien financiado, y políticamente muscular.
A diferencia de mis rechazadores de los romanos, quienes rechazan el Holocausto realmente existen. Ellos son vocales, superficialmente plausibles, y hábiles en el aparentemente hecho de aprender. Ellos son apoyados por el presidente de por lo menos, un Estado actualmente poderoso, e incluyen por lo menos a un obispo de la Iglesia Católica Romana.
Imagine que, como profesor de historia europea, usted se enfrenta con demandas beligerantes en cuanto a enseñar la “controversia” y dar el “mismo tiempo” a la “teoría alternativa” de que el Holocausto nunca existió, sino que fue inventado por un montón de fabricadores sionistas.
Intelectuales relativistas de moda, vienen a insistir que no hay verdad absoluta: si el Holocausto existió es una cuestión de creencia personal; todos los puntos de vista son igualmente válidos y deberían ser igualmente “respetados.”
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Extracto completo en inglés:
http://entertainment.timesonline.co.uk/tol/arts_and_entertainment/books/book_extracts/article6805656.ece
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