Quisiera yo saber hasta dónde una vida así es en verdad eso. Y no hasta dónde una vida así se convierte en un rol para dejar de ser uno mismo.
No pude no escribir mis pensamientos sobre el tema. Y es que Luis Donaldo y yo, tenemos de momento dos cosas en común: la primera es que nacimos el mismo año (1985), la segunda es que él es egresado del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM), Campus Monterrey; yo en mayo lo seré. De ahí en más, nada.
“¡Cómo me molesta la Fundación Colosio del PRI! No hacen más que explotar el nombre de mi padre por intereses personales. Hipócritas. Fraude.” Fueron estas las palabras del hijo del ex candidato presidencial muerto en 1994 en Tijuana. Luis Donaldo es un joven Licenciado en Derecho por el Tec, y actualmente maestro en la Facultad de Derecho y Criminología de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL), según difundió Proceso.
Se quejó por el mismo medio de que la Fundación Colosio utilice la imagen y el nombre de su padre para hacerse publicidad, y en palabras mías, ganar adeptos y mantener las simpatías, dado el amplio y por demás conocido significado que Luis Donaldo Colosio Murrieta representó y sigue representando en México.
El debate continuó en Twitter y agregó: “Que se reserven sus comentarios quienes piensen callarse toda la vida. Es MI nombre también, al igual que el de Mariana. Punto.” No olvide usted que Mariana es el nombre de su hermana, quien actualmente tiene unos 17-18 años de edad. Mencionó además: “… Ya me callé 25 años.”
Salió de inmediato el ex presidente nacional de la Fundación, el escritor y politólogo Agustín Basave a tratar de apaciguar los comentarios: “La figura de tu padre está por encima de la Fundación e incluso del PRI, Donaldo. Tú y Mariana, y nadie más, son los albacea…” (Proceso, miércoles 23 de febrero 2011).
Apareció igual el presidente nacional electo del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del PRI, Humberto Moreira Valdés, coahuilense, a señalar que buscará hablar con Colosio Riojas. Esto reportaba el periódico Reforma a las 00:35 horas ya del miércoles 23 de febrero, un día después de las expresiones en la red social.
Pero el objetivo no es hacer una cronología de los hechos y dichos, sino pensar un poco sobre el asunto. ¿Qué significa llevar el nombre Luis Donaldo Colosio Riojas? ¿Qué significa ser hijo del candidato presidencial? Si tan sólo pensarlo es ya una gran responsabilidad, vivirlo puede ser algo indescriptible, dada la complejidad e implicaciones.
Ahora que se cumplieron 61 años del nacimiento de su padre (10 de febrero), es ineludible que tanto el PRI como la Fundación Colosio hayan perdido de vista el día. Es quizá por este tipo de fechas y eventos en que el joven no puede sustraerse tan fácilmente del simbolismo natural.
Pero, ¿en dónde estriba la reflexión? ¿En Twitter? No. Aunque resulta el detonador, este ejercicio de imaginar, de fantasear con posibles escenarios resulta del pasado y presente encarnado en el hijo de quien se convirtió, como Colosio Riojas mismo lo señaló, en una figura inalcanzable. Hoy Colosio Murrieta ya no está, pero aquí esta su hijo.
Vale la pena meditar si el hecho que el hijo esté entre nosotros, significa algo. ¿Qué intenta explicar el hecho? Los puntos clave indican que no está interesado en la política, no por el momento, porque para acabar pronto ni siquiera está afiliado al PRI, por más que si se haya visto rodeado a lo largo de su vida por figuras notables. Entretanto, de ser su misión, no parece llevar prisa.
Está por demás decir que los puestos políticos a través del PRI los tiene desde antes reservados. No obstante él mismo asegura todavía no ser “alguien”, lo reconoce y lo asume. Desea construir una carrera y materializar sus logros antes de cualquier incursión política. De cualquier forma, y aunque se explica el impacto de haber perdido a sus padres apenas a sus 9 años de edad, la verdad es que más le abraza una actitud irresoluta. Sería interesante poder saber cuál es el grado de politización del joven, hoy día. ¿Le indignará tanto como al mexicano promedio lo que vive el país desde abajo?
Adolf Hitler decía en su obra Mein Kampf, que entrar en política antes de los treinta era algo no recomendable, dado que, salvo casos realmente excepcionales, la plataforma mental y el fundamento ideológico se está apenas formando. De ahí que piense que Colosio Riojas no está preparado aún, más allá de su lado profesional, me refiero a su lado mental, sobre todo espiritual, para actuar en un entorno que ya se suyo resulta hostil y automáticamente le repele. No, aún no está listo.
Difícil pensar que su destino esté ya escriturado. Y no creo que alguien, salvo el creador de todo esto esté al tanto de su encomienda. Tampoco sé si volverá a retomar un camino inconcluso. Ya no decir si tomará la mano hasta ahora extendida de quienes guardan en sus corazones y recuerdos, la tristeza y decepción de un sistema que los traicionó y arrebató la esperanza. Difícil construir un escenario claro donde un Colosio sea lanzado a la palestra pública una vez más. Incierto pensarlo, lo cierto es saber que cosas extrañas suceden, y ocasionalmente lo hacen en los momentos menos pensados.
PD. Lo irresoluto, aquí, no puede ser natural. Y una vida así, mucho menos.
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