LPL José Guadalupe Isabeles Martínez
En la actualidad, India tiene aproximadamente 1,210,000,000 de habitantes (Census of India, 2010), lo cual hace que cualquier problemática analizada pueda generar un impacto más importante que naciones con apenas el 10 por ciento que su población. En ese sentido, se puede expresar, que según Human Rights Watch, se contabilizan aproximadamente 15 millones de personas que ejercen en prostitución en India, y el lugar considerado como el centro industrial del sexo más grande de Asia, Bombay, se estima que cuenta con 100 mil mujeres que le practican (Azad India Foundation, 2011).
Es de esperar que las autoridades actúen contra la prostitución, y con mayor razón cuando se trata de menores de edad, tanto varones como mujeres involucrados. A saber, el Estado de India no fomenta la prostitución a partir de las leyes, en tanto intercambiar sexo por dinero es considerado legal; pero si esta práctica se presenta en forma de “actividades asociadas” como en un burdel o en lugares públicos, o por intermedio de aquellas personas que fungen como padrotes, la prostitución se asume como ilegal (LIG Reporter, 2010).
De esta manera, en virtud de que el asunto de la prostitución se puede decir que es en general ilegal, ha generado que dicha industria florezca más rápidamente, considerando su prohibición y que además es una práctica que data de siglos. Se han suscitado problemas crecientes de VIH y SIDA en el país, lo que ha ocurrido, aseguran quienes se oponen a que la cuestión permanezca ilegal, dada la falta de regulaciones sanitarias en la materia. Si no es legal, no se pueden establecer, por ejemplo, normas de salubridad claras para su operación, se ha expuesto.
Así se ha incentivado el debate en India, procurando un control y orden de parte de las autoridades sanitarias en el país. LIG Reporter (2010), sostiene que la principal legislación al respecto remite a la Ley de Prevención y Tráfico Inmoral (ITPA) de 1956, la cual “no criminaliza la prostitución o a las prostitutas per se”, sino que castiga los “actos por terceras personas que facilitan la prostitución.”
En esa misma tesitura se dejan ver argumentos a favor de la legalización como los siguientes: permitiría detener o aminorar la explotación de quienes se emplean en el sector, principalmente niños y niñas; reducirían el tráfico de personas para el negocio; proporcionaría garantías médicas y de rehabilitación a quienes participan de esta industria, entre otras.
Lo que está en juego, aseguran quienes están a favor de modificar la legislación, son las condiciones de trabajo de hombres y mujeres que se prostituyen. Por otra parte, quienes se oponen representan a distintos sectores de la población. Por ejemplo, hace algunos años en Delhi se realizaron protestas de parte de trabajadoras sexuales, que aseguraban que muchas de ellas ingresaban a la prostitución voluntariamente, lo que, al flexibilizar la legislación incentivaría que muchas más personas se introdujeran a prestar sus servicios como sexo servidoras, lo que terminaría afectando con una mayor demanda a quienes ya se encuentran dentro (BBC, 2001).
Según la BBC, quienes se oponen también puntualizan que el negocio de la prostitución se incrementaría dramáticamente, lo que impondría nuevos retos a las autoridades. Sin embargo, los problemas de salud relacionados con enfermedades sexuales comunes que no necesariamente se expresan en VIH o SIDA, parecen impulsar la aceptación en la opinión pública al cambio de legislación, porque muchas personas en su desesperación dadas sus condiciones de pobreza, acuden a la prostitución como una forma rápida de generarse ingresos. Lo que no van a hacer, se dice, es acudir con un médico para realizarse chequeos y monitorear su salud.
Asimismo, organizaciones como Indian Child dejan ver que la legislación no es solamente una cuestión de aprobar o no la prostitución en burdeles o sitios públicos, sino que se tiene que luchar contra los usos y costumbres de los distintos segmentos de la población, ya que se dan casos donde esposas inocentes son obligadas a prostituirse por sus propios maridos (Child, 2011).
Investigadores como Nicholas D. Kristof (2007), puntualizan que por lo general las condiciones económicas son las que orillan a las personas a introducirse en la prostitución, pone como ejemplo a Brasil, Sudáfrica y China, pero sostiene a la vez que en India esto es un poco distinto, ya que además de la situación económica esto se debe a la legislación existente en el país, ya que comenta muchos son obligados por sus familiares (aparte de la necesidad), y los traficantes, es decir, existe la coerción invariablemente. Este punto coincide con las aseveraciones de Indian Child.
A la postre las personas se mantienen en el negocio voluntariamente. Lo que señala Kristof, es que todavía prevalecen cuestiones culturales, morales y religiosas que impiden a los propios legisladores asumir las responsabilidades a que se deben con su población, porque independientemente de la edad en que alguien pudiera participar de este tipo de empleo, sea después de los 18 o no, resulta espantoso que un niño o niña de 13 años sea hecho prisionero en un burdel (Kristof, 2007).
Finalmente, mencionar que la población mayoritariamente vive de la agricultura, como es el caso de uno de los estados más extensos de India, Andhra Pradesh, donde 70 por ciento de la población se emplea en dicho ámbito laboral. De ahí que su capital, Hyderabad, de la mano de otras ciudades importantes como Tirupathi, o Vikayawada, interconectadas por una red de caminos y trenes, fomente la movilidad de la población que se ve envuelta rápidamente en el negocio de la prostitución, ya que les representa más atractivos ingresos que la agricultura misma, y que comúnmente se les encuentra “en estaciones de autobuses y trenes (Raghuvanshi, 2006).
Es sustancial a través de este caso indio, apreciar cómo avanza la legislación de este país a fin de poder estudiar nuevas experiencias comparativas que contribuyan a la solución de este tipo de problemáticas en otras partes del mundo. Aunque a decir verdad, la legislación que se tiene que echar a andar en India es muy compleja dadas las dimensiones propias del país que incluyen las religiones mismas que destellan usos y costumbres singulares, además de la población que labora en dicha profesión.
Twitter: @joseisabeles
Skype: isabeles5
www.youtube.com/joseisabeles
http://lapluralidadnosune.blogspot.com
Cel. 81 1313 7011
Sábado 02 de julio 2011
Bibliografía
BBC. (03 de august de 2001). Prostitution: should the laws be changed? Recuperado el 05 de mayo de 2011, de BBC.CO.UK: http://news.bbc.co.uk/2/hi/talking_point/debates/south_asian_debates/1459792.stm
Child, I. (mayo de 2011). Prostitution in India. Recuperado el 05 de mayo de 2011, de Indianchild.com: http://www.indianchild.com/prostitution_in_india.htm
Foundation, A. I. (03 de mayo de 2011). Prostitution in India. Recuperado el 05 de mayo de 2011, de Azad India Foundation: http://www.azadindia.org/social-issues/prostitution-in-india.html
India, C. o. (05 de mayo de 2011). India Online. Recuperado el 2011 de mayo de 2011, de Census of India: http://www.indiaonlinepages.com/population/census-2011/
Kristof, N. D. (24 de abril de 2007). Legalizing Prostitution — A Solution? Recuperado el 05 de mayo de 2011, de The New York Times: http://kristof.blogs.nytimes.com/2007/04/24/legalizing-prostitution-a-solution/
Raghuvanshi, A. (2006). Situational Analysis Report on Prostitution of Boys in India (Hyderabad). Recuperado el 05 de mayo de 2011, de Child Trafficking: http://www.childtrafficking.com/Docs/ecpat_06_sarop_of_boys_in_india_250806.pdf
Reporter, L. (26 de may de 2010). Indian Laws on Prostitution Industry: Should it be legalized? Recuperado el 05 de mayo de 2011, de Law Is Greek: http://www.lawisgreek.com/indian-laws-on-prostitution-industry-should-it-be-legalized/
No hay comentarios:
Publicar un comentario