Actualmente, cerca de 51 mil colombianos han encontrado refugio en Ecuador, según cifras del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), gracias a la violencia. Esto se debe a que existen grupos a los que no les conviene que el ‘combate’ al terrorismo y drogas termine, tanto de Estados Unidos como de Colombia, puesto que significaría dejar de percibir cuantiosas sumas monetarias.
Un caso no ajeno, es la producción de opio en Afganistán, principal productor mundial, mismo al que EU ha tolerado en ese sentido y cuando aseguran combatirlos, en realidad se actúa bajo una doble moral. En cuanto a Colombia, lo más extraño de todo es que, mucho se dice ha ‘mejorado’ y hasta le toman de ejemplo, cuando hoy causa de la violencia los colombianos siguen huyendo del país, a Ecuador, por ejemplo.
La coyuntura actual en la nación andina, es el resultado de las elecciones presidenciales del domingo 20 de junio, donde salió victorioso el candidato del actual Presidente Álvaro Uribe Vélez, reiterando el triunfo que ya había obtenido Juan Manuel Santos, ex ministro de Defensa, en la primera ronda presidencial, donde consiguió 46.5% y lo reivindicó en segunda vuelta con 69.05% de la votación. Antanas Mockus, su adversario, apenas pasó del 21.4% al 27.52%.
Si bien, Antanas Mockus era favorecido por las encuestas que le daban incluso un empate primero y el triunfo en la segunda ronda, fallaron ampliamente y por mucho. El caso es que, como ha dicho el periodista Andrés Oppenheimer, a los colombianos les han hecho creer que sin EU su seguridad está perdida. Asimismo sabemos que es tal la ayuda estadounidense al corazón de América, que de 2000 a la fecha, Colombia ha recibo entre 5 y 6 mil millones de dólares estadounidenses.
A pesar del dinero, armas y demás inversiones estadounidenses en Colombia, hoy este país se sitúa en el lugar 41 de las naciones con mayor inestabilidad del mundo, siendo el más inestable o ‘fallido’ de toda América; mientras que México se encuentra en una posición más favorable con menos inestabilidad, en el lugar 98 de 177 países (Failed States Index 2009).
The New York Times publicó la nota titulada Ex-Minister Wins Election in Colombia (20/junio/2010), donde señalaba que el Presidente electo tiene la fiel intención de preservar la posición de Colombia como el “aliado líder latinoamericano de Washington”, y es aquí donde reflexionamos lo que de verdad han sido: ¿aliados o subordinados? Yo más me inclino por lo segundo.
Mencionemos que Colombia suscribió el “Acuerdo complementario para la cooperación y asistencia técnica en defensa y seguridad” con EU, que le garantiza a éste último utilizar 7 bases militares en Colombia por 10 años (hasta 2019). Los edificios, estructuras, y montajes construidos por EU “serán para su uso”, en otras palabras autoridades colombianas no tendrán ninguna injerencia allí (Art. IV). Aquí se expresa que uno de los tratos más antiguos de asistencia militar con EU data de 1952, y a éste se han añadido otros tantos.
Lo que se quiere expresar con esto es que, Colombia en tanto ‘profundiza’ más sus relaciones bilaterales con Washington, se enreda inextricablemente en la maraña estadounidense. Y con la elección de Santos se asegura que nada cambiará, y lo observamos en que ni siquiera han podido lograr (pese a todo), un acuerdo de libre comercio con EU –mejor lo acaba de materializar con Canadá el pasado 22 de junio-. Aunque el TLC se ha convertido más en moneda de cambio para que Colombia haga lo que EU pida.
Bien podemos concluir que Colombia no es un ‘aliado’ estratégico para EU, sino que se ha convertido con el tiempo en el cabús estadounidense, al igual que México. Aunque debemos apreciar, que la ‘ayuda’ estadounidense a Colombia por más cuantiosa que haya sido, no ha servido para resolver sus problemas como país tercermundista, y seguimos viendo cómo EU evoca la ‘United Fruit Company’ del siglo XXI, esquilmando a los pueblos latinoamericanos, vendiéndoles ideas que por nada permitirá se hagan realidad.
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