LPL
José Isabeles
Comencé este negocio hace
más de 25 años. Después de ser despedido de grupo Alfa, yo estaba gordo,
enfermo y quebrado, me dedicaba a hacer carne de puerco y obviamente me la
comía; en aquél entonces era 1981, cuando por aquellos años mucho del contexto
social eran las crisis en México. Trabajé mi hobby: la comida, hacía la carne y las salsas para vendérsela a los
torteros en Guadalajara, entregaba a las 6 de la mañana, me iba a mi negocio a
vender tacos y a las 3 de la tarde tenía un restaurante italiano, así trabajaba
todo el día, dormía 4 horas diarias. Pero me empecé a enfermar, a quebrarme y a
fracasar.
También consumía productos
alimenticios que a la postre igual distribuía. Me volví distribuidor de esos
productos y me empezó a ir muy bien, me fui a Francia y a España con esa
compañía (Herbalife). Fui el vendedor
número 1 en Estados Unidos. Enseguida hablé con el dueño para enfocar el
sistema en el mercado mexicano, sin embargo no me hizo caso. Recuerdo que le
proponía volver líquidas las vitaminas, y no quiso.
Decidimos comenzar con 3
socios, arrancamos la empresa con un producto y 6 distribuidores; ahora somos
más de 6 millones de personas en unos 18 países. La verdad es que ni mi mamá me
creía, llegó a decirme: “ay, mijito, y qué pasa si se te mueren tus clientes”,
antes de comenzar la empresa alimenticia, de tener clientes y dinero, mi mamá
no me creía. Éramos una familia de clase media.
Parte de mi filosofía siempre
ha sido “persigue resultados no persigas dinero”, y enseñar a otros a tener
éxito, que su éxito nos dará éxito a nosotros. En principio creímos que
podíamos abrir el mercado de América Latina, así llegamos a Colombia donde hoy
tenemos una de las plantas más grandes del mundo en suplementos alimenticios,
además de la que tenemos por supuesto en Guadalajara, que es la más grande y la
más avanzada, la cual surgió de la crisis económica de 1994, porque a partir de
ello se nos duplicó el costo de producir en Estados Unidos los suplementos.
Decidimos fabricar en México.
Mis padres nunca nos dejaron
herencia alguna, sólo nos dejaron viajes, eso sí. En otros tiempos trabajé de
mecánico, traductor de textos, vendedor de autos y casas. Empezamos con Chivas creyendo
que la actitud es la mejor muestra de liderazgo. Sé que hoy podemos levantarnos
de donde estemos, con una mano atrás y otra adelante. Empezar de cero. Mi
empresa era Omnitrition, hoy se
llama Omnilife. Yo soy Jorge Vergara,
dueño de Chivas y empresario.
Twitter: @joseisabeles
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