Por
la ignorancia se desciende a la servidumbre, por la educación se asciende a la
libertad (Diego Luís Córdoba)
LPL
José Isabeles
Hago algunas reflexiones
sobre las peripecias del docente mexicano, y a propósito del Día del Maestro. El magisterio en el
país ha sido golpeado constantemente, y el gobierno no eleva en los medios de
comunicación ni en la realidad, la figura del educador, como sí hace de otras.
Dicen que la reforma
educativa solucionará una parte sustancial de los problemas de México, que a
decir de los expertos, es la educación uno de los elementos transformadores. Es
verdad, pero se sobreexpone al docente ante los medios de comunicación y la
sociedad, como el agente único del cambio, lo que es absurdo.
¿Por qué tenemos los grupos
más saturados de alumnos de todos los países más industrializados del mundo? Si
el gobierno desea calidad educativa debería reducir el número de alumnos,
contratar más docentes, construir más escuelas, expulsar a los aviadores (as)
que están enquistados en las oficinas de la SEP.
Hay maestros que asisten a
2, 3 o 4 escuelas a la semana para poder plantearse una vida digna, ¿por qué no
concentrárseles en una sola escuela? Imposible atender a los alumnos más
rezagados, ¿con qué calidad? Si nos comparan con países desarrollados, ¿por qué
no garantizar iguales condiciones al magisterio?
Hay una carga administrativa
redundante sobre los educadores, papeles y papeles que sin más, justifican el
trabajo ante la supervisión escolar, y que no impactan en el aprendizaje de los
educandos. Muchas veces estos temas no se discuten en los consejos técnicos
escolares porque los directivos se preocupan demasiado por cumplir con una
guía, que subrayo, es una guía, desatendiendo a la par las problemáticas más inminentes
del centro escolar público.
La suspensión de clases sin
justificación, falta de una adecuada gestión escolar, pérdida del poder
adquisitivo, carencia de apoyo familiar para hacerse responsable de sus hijos,
incertidumbre y acoso laboral, son elementos que agobian a los educadores
públicos, que desafortunadamente observan el desvanecimiento de su sindicato
como protector ahora de los intereses gubernamentales, privados e incluso
supranacionales. ¿Quién defiende hoy (no lucra) a la educación pública en
México?
@joseisabeles
Correo: isabelesjose@gmail.com
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