Freud sostenía que llevando aquellos temores reprimidos a la superficie, éstos podían ser afrontados y mejor aún: resueltos.
LPL José Isabeles
De todas las grandes figuras de la psicología, tal vez Sigmund Freud (Austria, 1856-1939) es la más importante. Freud aseguraba haber “descubierto algunos nuevos hechos sobre el inconsciente. De estos resultados se erigió una nueva ciencia: el Psicoanálisis.” Para Freud, el inconsciente es el lugar donde el individuo esconde sus conflictos tales como recuerdos dolorosos o pensamientos inaceptables. Pero, ¿hay en esta ciencia alguna solución para resolver los males derivados de la política?
Freud sostenía la existencia de miedos en las personas, temores reprimidos que llevados a la superficie podían ser afrontados y en su caso resueltos. Por su parte, Leonardo Stemberg acusa a Freud de hacer creer al mundo que el origen de todos sus problemas, fracasos, aflicciones, se encontraba en el subconsciente, y que sus padres eran culpables de sus comportamientos, al igual que todos aquellos con quienes se había relacionado el individuo y generado experiencias. Stemberg asegura que esto es mentira, y que los culpables más grandes somos cada uno de nosotros.
Así, Stemberg sostiene que para superarlo debemos remitirnos a un entrenamiento adecuado de la mente (http://leonardo.fm).
No obstante la aportación de Freud como padre del Psicoanálisis, es muchísimo más abundante de lo limitado de esta exposición. Por ejemplo, al tratar de explicar la personalidad del ser estableció 3 elementos clave: Ello (Id), Yo (Ego) y SuperYo (SuperEgo). El Ello se concentra en la satisfacción inmediata de los deseos, sin pensar en las consecuencias. El Yo es la parte más consciente, racional y reflexiva. Y el SuperYo constituye la moral de la personalidad (el deber).
En contraposición, Stemberg funda el llamado Contranálisis, de lo que se desprende el cómo hacer para que nuestra mente en verdad cambie, “sin tanta teoría.” Otra forma de definirle es “la no justificación” de lo que pensamos y hacemos. Stemberg puntualiza que si el individuo no logra cambiar, es debido a que se la pasa justificando todo. Critica duramente a Freud y apuesta porque aquella responsabilidad y culpa del subconsciente, sea al fin liberada y con ella nosotros.
De esta manera podemos indagar: ¿Por qué el político tiende a actuar más conforme a su Ello (placer)? ¿Por qué se equivocan constantemente? ¿Es a causa del subconsciente y odios-miedos reprimidos? A la luz de esta información, dos serían los verdaderos culpables: los instintos por satisfacer el placer y/o el subconsciente. Dicho de otra forma, ocasionalmente el político actúa conscientemente (Id) y en otras más inconsciente. Si pensamos que para el subconsciente no hay opción de corrección, lo que queda es utilizar el Contranálisis a fin de superar aquellos odios y fracasos atrapados. El político superaría sus traumas y actuaría en apego al SuperYo. Al menos es lo que afirma la teoría.
Como conclusión, tanto la postura de Freud y Stemberg pueden ser asumidas como válidas, sin necesariamente decir que una vale más que otra. Sin tomar en cuenta actitudes deterministas, cualesquiera de las dos podría resultar en el diagnóstico y mejoramiento de los asuntos individuales y desde luego públicos. Lo que no sabemos hasta ahora, es si los políticos decidirían (bajo tratamiento) seguir haciendo como que sus equívocos son producto del subconsciente, o si de una vez por todas empezarían a entrenar su mente enderezando el devenir. Y finalmente, si bien el Psicoanálisis como técnica no ayudase del todo a curar los desarreglos, sí ayudaría a un entendimiento más rico del comportamiento político.
PD. La revocación de mandato en Tlajomulco de Zúñiga, de la que 96 por ciento de los electores ratificó el desempeño del alcalde, deja claro el ejemplo a emular. Y en Sayula, ¿cuándo? Ojalá y sea, al menos, promesa de campaña…
Twitter: @joseisabeles
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