El lector está cierto en que, es fácil criticar, y que ya nos quisieran ver en la escena pública. Lamentablemente no nos miran (¿nos verán a caso en el futuro?). Pienso que quienes más obligación moral tienen de involucrarse y aportar algo a la comunidad (políticamente), somos las plumas que en los medios locales hablamos abiertamente, y sin empacho. Los líderes de opinión, articulistas, columnistas, etc., deben sumarse a una cruzada por un Sayula mejor. Muchos quisieran vernos políticamente activos. Unos sentencian estruendosamente que “¡no!”, que “nada que ver”; mientras a otros no nos han siquiera preguntado (¡…!)
Lo reitero, el cambio no puede ser más resistido, y la población de toda Sayula debe despertar de ese letargo singular que le mantiene indiferente ante su realidad. Recordemos un axioma descrito por Ronald Inglehart, sobre las personas de espíritu rojo que versa así: “si un hombre no es comunista cuando tenga 25 años, no tiene corazón; si todavía es comunista cuando tenga 45, no tiene cabeza” (Peter Mair. 1990. The West European Party System. New York: Oxford University Press. P. 279). Eso era antes, pero lo dicho describe sencillamente que no podemos seguir anclados en el pasado cuando a todas luces los tiempos han cambiado.
Si algo ha de ayudar a resolver los problemas que padecemos (aunque no es la panacea), es la participación ciudadana, una movilización que no tenemos más allá de unas pocas personas que saben del catalizador que representa. Mientras los gobiernos municipales no cuenten con espacios ciudadanos que guíen la toma de decisiones apegadas a nuestras íntimas necesidades, de poco vale tener gobiernos de ‘izquierda’ como el de Rivas. Aunque diga un colega del periódico Horizontes, que las posturas de algunos periodistas están llenas de “resentimientos” y son “tendenciosas” contra don Samuel. ¡Ah, porque eso sí!, ha de saber usted que en dicho medio tenemos un distinguido palero de este Ayuntamiento, que no hace más que congraciarse con la administración amarilla, y que además ha resultado en embustero y difamador. ¡Comprobado!
El cambio del que hablo remite a una clara inclusión de la ciudadanía en los asuntos públicos locales, pero la sociedad puede que necesite un empujoncito que claramente le deberían dar los medios, ¿si no quién? Lo malo es que, aunque ideológicamente pueden estar algo divididos (lo que no implica imposibilidad), se ve claramente la renuencia de algunos para conjuntar esfuerzos y establecer una agenda común respaldada por la sociedad, sometiendo al gobierno municipal a una dictadura ciudadana. No es que los diarios no se hayan dado cuenta del poder e influencia que hay en sus manos, sino que aún no se han puesto de acuerdo.
No sólo hay que subirle de nivel al periodismo, como tanto proclama el Lic. Rodrigo Sánchez Sosa (a quien no dejo de exhortar haga lo mismo); no basta con expresarle a don Samuel ni a los que vengan cómo deben hacerse las cosas; ni con sacar los trapitos al sol de administraciones con experiencia para no se que; debemos atrevernos a dar el siguiente paso y formar una coalición entre ciudadanía y medios, sentando el hito histórico de un pacto social rumbo al rescate de una forma de gobierno digna para los sayulenses (gobernanza), donde no haya divorcio alguno. Porque la clase dirigente está gozosa de que las condiciones sociales sean insuficientes para dar un viraje en las decisiones municipales; y lo que es peor, de que nosotros sigamos aquí peleando y dividiéndonos como unos gilipollas.
Opinión Virtual: www.youtube.com/joseisabeles
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