José
Isabeles
Argentum, argento, silver, o
simplemente plata, en cualquier idioma del que se trate, la plata es
esencialmente uno de los metales preciosos más valiosos para la sociedad
posmoderna. Desde que fue extraída por primera vez, hará unos 5 mil años, la
plata ha ayudado a transformar a la sociedad, desde innumerables objetos hasta
monedas como medio de intercambio.
La plata es un metal valioso
por muchas razones, una de ellas es que es el mejor conductor de electricidad
de todos los metales. En México, pese a todo, seguimos siendo el mayor
productor de plata del mundo; Perú, China, Australia y Chile también la
producen significativamente. Entre los diversos usos se encuentra que la plata
mata microorganismos que son dañinos para la salud y también tiene un uso
hospitalario; está en computadoras, celulares, automóviles, aparatos electrónicos
y semiconductores o paneles solares, de acuerdo a información proporcionada por
el Instituto de la Plata (The Silver
Institute), en Estados Unidos.
Sin embargo, sea la plata
tanto como el oro una convención mundial respecto del valor intrínseco que puedan
llegar a tener como metales; también es cierto que en épocas de crisis
económica y financiera adquiere mayor liquidez, ya que el dinero o papel-moneda
tienden a hundirse, o lo que es lo mismo, a valer menos cada vez, y aunque es
un tema complejo por las distintas aristas a través de las cuales se le debe
abordar, también es verdad que actualmente en México nuestra moneda nacional
(el peso) es la segunda peor moneda del mundo (y ya lo era desde 2016), de una
muestra de 31 divisas de las más importantes, de acuerdo a Bloomberg.
En este fin de año y
principios del 2018, que se avizoran turbulentos para México (el TLC es una de
las causas), podemos optar por invertir en plata, que es además accesible
comprar onzas por poco menos de 400 pesos cada una, ante la dificultad de
comprar centenarios de oro por poco más de 30 mil pesos cada moneda. El papel-moneda
no deja de ser deuda constante, y dicho sea de paso, estamos viviendo un
momento en que se ha impreso desde 2008 con la última gran crisis financiera,
miles de millones de dólares para salvar al sistema bancario, con respaldo en
ninguna parte. Así, surge la onza de plata que en el 2000 alcanzó un precio de
62 pesos y 17 años después se vende en 391 pesos por onza Libertad. Algunos
aseguran que está subvalorada y con tendencia alcista. Quizá sea tiempo de que
resguarde sus papeles (dinero), no en más papeles, sino en metales preciosos.
Twitter: @joseisabeles