Cada cual construye su propia historia. Unos confían su fe en sí mismos, otros en terceras personas o divinidades.
Lic. José Guadalupe Isabeles Martínez
Jaliscienses ilustres, muchos, como puede ser considerado el propio gobernador de Jalisco, el panista Emilio González Márquez. Veamos por qué. La Real Academia Española asegura que para definir “ilustre” podemos considerar los términos insigne, célebre, aunque también los hay como el “título de dignidad”. En otro caso se expone que un ilustre sería alguien de distinguida prosapia. Entonces, la definición del concepto ilustre al gobernador de Jalisco, puede aplicársele con razón, por lo de insigne o célebre podría ser, mas no tanto por lo otro. Se podrá estar de acuerdo o no con lo de ilustre, el punto es que González Márquez, tal como otros, tiene méritos para seguir planteando (se) aspiraciones, como es natural que se tengan en política.
El lunes 30 de mayo 2011 por la noche, en cadena nacional y horario estelar, el gobernador de Jalisco hizo una aparición más ante millones de personas. Habló con el periodista Joaquín López Dóriga sobre sus logros en la entidad, sobre su aspiración por la máxima magistratura del país. Con esto muchos consideran que se destapó formalmente, aunque destapado ya estaba desde hacía mucho, pues en Jalisco ya todos sabíamos de sus intenciones por contender en las internas del PAN.
La polémica no se ha hecho esperar, y por una parte hay quienes aseguran que González Márquez no tiene los méritos para contender por la candidatura del partido, pero hay quienes consideran que sí. El caso es que el gobernador de Jalisco va, y va por la grande, tal como lo hizo el ex gobernador también panista y actual senador, Alberto Cárdenas Jiménez, originario de Ciudad Guzmán, Jalisco. En estos casos hay que saber que igualmente se gana perdiendo, Cárdenas sabía que no sería candidato presidencial, pero la jugó, ganó proyección, influencias, y hoy es senador. Emilio igual, algo ganará.
Hay que decir que Emilio no tiene mucho qué hacer en la contienda, ya que no cuenta con las canicas suficientes para ganar y pasar, digamos, a obtener por lo menos un lugar de 3, tal como lo hizo Cárdenas Jiménez cuando compitió por la candidatura del PAN contra Santiago Creel y Felipe Calderón. Aunque hay que aceptar que una encuesta no es la realidad y tal vez nos estemos equivocando.
En vista de las condiciones actuales, Emilio no la tendría fácil. Hay un activismo muy claro en el gabinete del presidente de la República y en el panismo en general. Ernesto Cordero en Hacienda, Alonso Lujambio en Educación, Josefina Vázquez Mota en el Congreso, Santiago Creel, Javier Lozano, y ya mejor le paramos.
En la entrevista, González Márquez sentenció tras la pregunta del periodista si desea ser presidente del país: “Sí, sí, por supuesto… para tener la oportunidad de ayudarle a la gente como lo estoy haciendo en Jalisco”, aseveró. Dejó claro que habrá que esperar las reglas y los tiempos, pero que definitivamente está él interesado en tan alta encomienda. Y ya entrados, recordó aquello de lo que parece ser su número de la suerte, al decir que quiere ser el tercer presidente de la República panista. Esto nos lleva a aquella ocasión en que el dignatario de Jalisco compartió haber sido el tercer alcalde panista de Guadalajara, posteriormente el tercer gobernador panista en Jalisco, y para continuar la tradición no descartó ser el tercer presidente de la República panista.
El mandatario jalisciense por igual charló sobre el turismo, para variar el turismo religioso –de lo que él es muy creyente– que genera “una gran derrama” económica. Cierto. Habló un poco sobre los logros conseguidos hasta ahora en la entidad, y con esto, dijo, puede ganarle al gobernador del Estado de México Enrique Peña Nieto (PRI). Aseguró, por ejemplo, que en Jalisco la gente tiene ingresos de “42 mil pesos trimestrales”, en promedio, mientras que en el Estado de México la gente gana 34 mil, de ahí que “8 mil pesos trimestrales es una buena diferencia”, recalcó.
-¿No le da cosita, no le zacatea usted por el destape del secretario de Hacienda, Ernesto Cordero?, le cuestionó Dóriga.
- … Creo que tengo mi espacio para poder participar. En el PAN los votos se cuentan no se pesan, y bueno, he estado en otras circunstancias, en otros momentos y en circunstancias adversas, señaló.
Parte de la osadía que observan muchos en esta aparición del gobernador, está el haber dicho que en 2012, la contienda presidencial será entre Peña Nieto por el PRI, López Obrador por el PRD, y él por el PAN. Así, en el mes de diciembre 2011 estará pidiendo licencia al Congreso de Jalisco, “para que me autorice a contender por la presidencia de la República.” Ahora me viene a la mente eso de tener cuidado con lo que decimos y pensamos, porque incluso los sueños se pueden hacer realidad. Para nosotros Emilio puede estar soñando, pero él está seguro de lo que dice querer.
Hay que tomar aire. Primero habrá de llegarse diciembre, y ver si el Congreso de Jalisco le autoriza para retirarse de su cargo. Si no lo hace y deciden obstaculizarse, ¿qué pasará? Por una parte, el PRI está muy ansioso de recuperar Jalisco después de 3 sexenios panistas, y ya hacen todo por bloquear la omnipresencia del PAN en Jalisco. De contender, González Márquez estaría ayudando con su proyección a nivel nacional, no solo a su proyecto personal, sino a todo el aparato de Acción Nacional en Jalisco, ayudaría a preservar el gobierno de Jalisco, a tratar de recuperar Guadalajara –lo que veo muy difícil–, y en general permitiría el hecho un mejor posicionamiento del PAN en la entidad.
Continuando. El gobernador no se asumió ante López Dóriga como alguien corrupto, pero sí como alguien que da resultados. Es esto en base a lo que se decidirá la contienda interna en Acción Nacional y una vez oficializadas las candidaturas, dejó ver. En la transmisión se recordó que ha sido “grosero” con Jalisco y el país, en relación a su mentada de madre, y al “asquito” que le dan los matrimonios entre personas del mismo sexo, pero se limitó a decir que somos humanos y como tales cometemos errores.
Muy pocas cosas como la política son tan odiadas pero a la vez tan apasionantemente discutidas (ni el soccer). El caso de Emilio González Márquez es algo similar, unos lo aman otros más lo odian. Otros tantos se mantienen al margen. Lo que los jaliscienses debemos hacer es alejarnos del plano puritano en que sabemos no se encuentra la política en la praxis, dejar de asustarnos de lo que se dice, de lo que se hace, de lo que se sabe. Pero eso sí, hay que hacer algo al respecto. Lo que podemos emprender es empezar por dignificar el oficio, como cualquier otro, y no denigrarle hasta hacerle un bien sin ningún valor mortal.
Emilio González Márquez puede ser lo que cada quien quiera, pero es un hombre en búsqueda de materializar sus sueños y con él los sueños de Lagos de Moreno de donde es oriundo, los sueños Jalisco, en parte. Yo me pregunto si podría ser peor que uno de los escasos jaliscienses que han asumido la presidencia de la República, me refiero a Victoriano Huerta, etiquetado como el “traidor”, un traidor entre tantos traidores de que estuvo llena la Revolución Mexicana, por cierto, una revolución burguesa que también traicionó a su nación. Por supuesto que de Huerta nadie se acuerda. Algo de bueno debió haber tenido este hombre, ¿no?
También quiero decir que tuvimos por allá del siglo XIX a otro jalisciense que llegó a ser presidente de México, su nombre es Valentín Gómez Farías, aunque lo fue en una etapa en que el imperio español por más que se haya ido seguía vigente por todo el territorio nacional, y cómo no iba a serlo si estábamos llenos de habitantes con sangre española. En este sentido podría someterse a debate si Gómez Farías era un auténtico jalisciense, como lo sería alguien que en este siglo ha nacido en Jalisco, en fin.
Sí quiero enfatizar que Emilio González Márquez, con sus soñadas o no intenciones, está teniendo un rol activo en la política nacional. Jalisco adquiere un nuevo liderazgo y éste se fortalece con su activismo. Independientemente del partido, sea el gobernador, legisladores federales, miembros del gabinete federal, etc., siempre que sean jaliscienses serán ejemplo para los habitantes de esta entidad. Con Emilio, ya serán dos quienes compitan, solo en el caso del PAN por la candidatura presidencial, y esto señores, vale la pena destacarlo. ¿Cuántos petistas, cuántos priistas, cuántos perredistas jaliscienses lo han intentado en las internas de sus partidos?
Casi terminamos. No estoy tratando de profetizar que el gobernador de Jalisco lo haría estupendo ni que es el mejor, tampoco que el PAN debe seguir gobernando el país. Sólo trato de decir que México necesita empezar por creer en sí mismo. Cada mexicano está obligado a creer que puede alcanzar sus propósitos. Porque ¿cómo podemos idealizar nuestro futuro sin creer que lo merecemos? Emilio es un ejemplo de ello –con sus más y con sus menos– , porque cree en sus ilusiones y les persigue, porque hace de su valoración personal una autoestima sólida, que a veces, como le ha pasado al propio gobernador, ésta puede ser peligrosa y caer en el exceso de autoestima o ego. Sin embargo, vale la pena ser pretencioso en esta vida, y querer ser más de lo que ya se es.
PD. Me pregunto quién le creyó a Enrique Peña Nieto cuando a los 13 años de edad le dijo a su maestra “Yo voy a ser gobernador del Estado de México” (Denise Dresser, Lo que todo ciudadano debería saber sobre Enrique Peña Nieto).
Cel. 811313 7011