Continúan los abusos de la actual administración municipal de Sayula, Jalisco, que encabeza Samuel Rivas Peña, del PRD. El alcalde se muestra incapaz de atender siquiera las demandas más elementales de su administración.
Ni una chamarra para el intenso frío de las noches, sólo un par de botas desde el inicio de esta administración: policía
Los uniformados se encuentran en el total desamparo
Sayula opera con 4 policías por turno
Rivas Peña, un desastre en seguridad: uniformado
La actual administración perredista (2009-2012), que encabeza el ex militar Samuel Rivas Peña, está empecinada en mantener al aparato policiaco sayulense, al margen de los beneficios a los que tienen derecho. A su vez, los regidores que sólo hacen las veces “de pantalla”, porque no atienden los reclamos de nuestros propios policías, se muestran indiferentes ante su propia realidad.
He de decir que hace unos días realicé una entrevista con algunos elementos de policía municipales. El hecho se dio por medio de una videollamada por Skype, que es un programa que nos permite platicar virtualmente pero en tiempo real, donde quiera que nos encontremos las partes. Así lo hicimos y aquí le informo los resultados.
Está por demás decir que la Seguridad Pública municipal es parte de nuestra realidad, y no podemos soslayarle así como así. No podemos cerrar los ojos ante lo que se está haciendo pero también ante todo lo que se está dejando de hacer. Por eso hemos ido dando espacios en los distintos medios que usted ya conoce en Internet, a lo que constituye un exceso de poder por el alcalde perredista, cosa, vale decirlo con todas sus letras, de la que no le hablan en diarios locales, ¿por qué será? Aquí sí amigos, aquí sí lo decimos sin tapujos, y lo que es más: lo sostenemos.
Los favoritismos
Uniformados nos expresan de viva voz, que son muchos miles de pesos los que se gastan al año en regalías en este Ayuntamiento repetitivo y que ya resulta aburrido. A la semana, por ejemplo, se puede decir que se gastan como mínimo 3 mil pesos, al mes 12 mil pesos, en un año estaríamos hablando de unos 144 mil pesos, por lo bajito. Que sin duda son cifras que se manejan a discreción por el jefe máximo (que no revolucionario), Samuel Rivas Peña, y que sin duda estamos seguros se disparan mucho más.
En un paquete de celebración que se ofreció al Batallón de Infantería que nos resguarda en Sayula, el año pasado el 19 de febrero, día del ejército, se festejó al personal con música, comida, baile, etc. Se habla de que para esta dedicación, bien merecida sin duda, se gastaron por lo menos un estimado de 60 mil pesos.
El día social de las secretarias también fue festejado; el 3 de mayo día de los albañiles, en que se festeja a todos los de la dirección de Obras Públicas, será festejado sin temor a equivocarnos. ¿Y los policías? ¿Por qué no los festejan?
A saber, el pasado diciembre 2010, más de 150 personas empleados del Ayuntamiento asistieron a su posada, a todos se les dio un detallito, se rifaron electrónicos, televisiones, refrigeradores, planchas, laptops y un montón de cosas. No hay cálculo exacto, pero ya se puede usted imaginar. Nomás que alguien no estuvo invitado, ese fue el cuerpo de policías, ¿por qué? Porque el alcalde segregacionista no los quiso allí.
El Día del Policía
El 2 de enero tenemos cada año los festejos del Día del Policía, y por este motivo observamos que en varios municipios como Zapotlán el Grande, Zapopán, Tlajomulco, Guadalajara, entre otros, les dieron a sus elementos como incentivo el pago de una quincena como bono y reconocimiento a su labor. Tan sólo en Guadalajara se les obsequiaron 5 días más de sueldo. En Sayula no hubo nada de eso, el Día del Policía ni lo conocen en esta administración del PRD.
Pese a que gran parte de los delitos que se presentan en Jalisco, enfrentamientos, choques con delincuentes, etc., son en los municipios del interior del estado de Jalisco. Rivas dice que los policías municipales ‘no hacen nada’ y que por ello no requieren de apoyos. O sea, que no merecen aumentos, de sueldo, armas, cargadores, botas, uniformes, seguros de vida, pero ante todo una atención equivalente a aquella que merece la condición humana.
Hay rumores de que ya se tienen uniformes en la Presidencia Municipal de Sayula, así como equipo para los policías, pero no se ha hecho oficial menos se les ha entregado porque el alcalde espera despedir a más elementos, o simple y llanamente porque no se los quiere dar y espera a cambio, que ‘se los ganen’.
A este respecto nos comparte, en las noches y con el frío que hace, ni una chamarra les han dado, únicamente un par de botas desde que inició esta administración el 1º de enero 2010. ¡Ni un uniforme, nada!
Supuestamente los elementos habían firmado unos formatos para su póliza de seguro de vida, la cual era de Banamex (2010), pero no les fue comunicado nada más al respecto, nadie les ha dicho cuál es la cobertura. Nunca volvieron a saber de dichos formatos. Lamentablemente, la firma de la póliza era con vigencia de un año, y seguramente hoy laboran en el total desamparo.
Los ciclopolicías o policías viales
A los ciclopolicías o también conocidos como policía vial, el alcalde y el teniente operativo, Miguel Ángel Larios González, les tienen casi prohibido que se junten con los policías ordinarios, los que andan de arriba abajo atendiendo los problemas de seguridad locales.
Al día de hoy sábado 29 de enero, hace 15 días que a los policías viales les volvió a llegar equipo. Cada 3 o 4 meses les llega algo, tales como chamarras, sudaderas, etc. Las motos les acaban de llegar de la Honda.
Los policías alzan la voz y se quejan de que los policías viales no tienen una labor crucial, porque no multan, ni desahogan el tránsito del municipio, lo que sí, es que andan observando y vigilando a los otros policías por órdenes de sus superiores.
Si un elemento está comiéndose un lonche en su camioneta y se toma 15 minutos, en lo inmediato lo informan vía Nextel (que sólo lo utilizan para esto y no para atender las necesidades ciudadanas) al alcalde o al teniente operativo. Sin un elemento está detenido en tal calle, inmediatamente le informan a Rivas Peña o al superior.
Casetas de seguridad abandonadas
Hace unos días todos supimos del ejecutado que tuvo lugar en las calles de la colonia Lomas del Río. Uno de los elementos señala que recibieron el reporte y al intentar acudir, en una de las esquinas se toparon con las camionetas de los sicarios, cuándo éstos iban circulando rumbo al municipio de San Gabriel. El policía los vio y al verse en inminente peligro siguió de paso con sus torretas encendidas. Todos iban armados, a punto estuvieron de matarlo.
El director de Seguridad Pública, Omar Mejía Domínguez, “estaba asustado” y se quedó esperando una patrulla que pidió para que lo escoltaran, agregan los elementos policiacos.
En total hay cosa de 27 policías municipales, de los cuales son 8 policías por cada turno. Si quitamos al que cuida la puerta en la Presidencia, al de la caseta de la calle Matamoros, al que cuida el reclusorio municipal…, en total son 4 uniformados los que andan dándose abasto para la seguridad en Sayula, Usmajac, Tamaliagua, El Reparo... En cambio, como policías viales tenemos 7 elementos consentidos “que no hacen más que pasearse por todos lados.”
Los guardianes del orden acusan al alcalde de tener la caseta de policía que lleva a la autopista Guadalajara-Colima, en total abandono.
De esos 27 elementos, “si acaso 15 tienen arma”, y los otros por detalles administrativos no cuentan con ellas. A partir del ejecutado en Lomas del Río, “de ahí para acá las autoridades se dedicaron a armar a varios”, mas no a todos.
Las mujeres policía
Algo que sale a la luz, es que Rivas Peña asigna a las mujeres policía la tarea de escoltar el dinero producto de las gasolineras al banco, y ellas reciben dinero extra por la escolta. Las mujeres policía hacen el servicio de ‘empresa Panamericana’ de traslado de valores, lo cual usted puede ver entre jueves y viernes de cada semana. Aunque lo niegan, es de todos conocido.
“Tú, en cambio, puedes tener más obligaciones, más riesgos, pero no más beneficios por tu trabajo”, sentencia uno de ellos.
El año pasado, 3 mujeres ciclopolicías, durante su periodo de vacaciones se fueron a la playa de Melaque en compañía de sus familias. Lo malo es que lo hicieron con todos los gastos pagados por el Ayuntamiento. Nosotros quisiéramos saber a qué se debe, si esto fue un premio a su desempeño o mero favoritismo. ¿Y el resto de los elementos?
Se sabe que ellas llegan a cobrar horas extras incluso de los días que no estuvieron laborando, “trabajen o no trabajen reciben pagos por horas extras…”
Mientras tanto, a los policías que sí tienen mayores responsabilidades, les deben como 4 mil pesos de horas extras, ¡lo de dos meses! Samuel Rivas Peña, ¿primero les obligas a trabajar horas extras y luego no les pagas?, ¿cómo está eso?, y ¿también sus quincenas se atrasan tanto señor alcalde?, ¿eso prometiste en campaña electoral?, ¿no que gobernarías de la mano del la ciudadanía?
El teniente operativo Miguel Ángel Larios González
El teniente llega a las 07:00 horas, se vuelve a presentar a las 12 del medio día por un lapso muy breve, de 20:00 a 23:00 horas “se desaparece”, y llega a las 00:00 horas (media noche), revisa armas y se vuelve a ir. “Es un déspota, ni el saludo protocolario nos merece luego de que lo saludamos y cumplimos a cabalidad el reglamento.”
Una de esas mujeres ciclopolicías de nombre Claudia, tiene un hermano que es pandillero en la colonia La Candelaria (alias El pato), que es una de las personas problemáticas y cabecillas.
En una ocasión uno de los policías lo detuvo pero luego el teniente operativo, Larios González, ¡lo dejó en libertad!, ya estando en la Presidencia.
El policía que lo detuvo fue burlado por su propio teniente operativo contradiciendo a todas luces sus funciones de seguridad.
Extraoficialmente se sabe, el teniente operativo tiene una relación sentimental con la hermana de este pandillero. Misma que es policía vial y recibe amplios beneficios de la actual administración, “hasta le lleva los lonches a la caseta”, aseguran los guardianes del orden.
“No es lo mismo andar cuidando caballos y curándolos como veterinario, que ejercer en materia de Seguridad Pública”, señala uno de los uniformados.
Hace como 3 o 4 meses, la corporación policiaca de Sayula se llevó el primer lugar en las prácticas de tiro, en arme y desarme de sus armas de fuego, y nada de esto fue suficiente para que el alcalde del PRD mejorara sus condiciones laborares y de calidad de vida.
En función de la demanda interpuesta por policías municipales el año pasado, despedidos con claro unilateralismo del actual alcalde, existe el conocimiento tanto al interior como al exterior de la administración, de que la demanda ya está prácticamente ganada, y en este caso el Ayuntamiento tendrá que pagar por sus errores. Pronto lo veremos.
Policías en el desamparo
Los elementos se encuentran claramente preocupados por el deterioro de las condiciones de la seguridad regional y municipal, de ahí sus reclamos justos y legítimos a las autoridades, porque como ellos mismos dicen, “si cae un compañero en una balacera”, lo primero que va decir Rivas Peña es que “el uniformado andaba mal.”
“No hay ningún apoyo, cómo quiere que un policía preste un servicio al cien por ciento con esa moral…”, agregan.
El alcalde no se reúne con ellos para nada, mucho menos el secretario Arturo Fernández Ramírez, ya no decir de los regidores. Una vez les llamó el alcalde y pensaron que era para los uniformes o algo así, pero era para preguntarle que cómo trabajaba la policía, y que se cuidaran porque si había algo anormal en su desempeño les iba a aplicar todas las de la ley…
Ayer viernes 28 de enero, elementos policiacos empezaron clases para conseguir su bachillerato, “son como unos 15, sentados en el suelo de la caseta ubicada en la calle Matamoros…”
Hoy, nadie quiere ser parte de la policía municipal, luego de que lanzaron una convocatoria, “pero nadie se avienta, a todos les pone trabas, por flacos, gordos, sus estudios. Hubo varios aspirantes pero a nadie contrató…”
Hace unos días alguien llamó de Ciudad Guzmán y avisaron que venía rumbo a Sayula un convoy de camionetas, que se tuviera cuidado… y que mejor se hicieran “a un ladito.” El teniente se enteró de eso, y comenzó a decir a quien lo reportó en Sayula, que “por qué les dijo que se abrieran, para qué les dice… si les va cargar la chingada que se los cargue…”
Es comprensible que si no hay igualdad de condiciones, nuestros policías tienen todas las de perder. A las camionetas Dakota se les vio por Jiquilpan, San Gabriel, Tapalpa… El Ejército salió pero ya no les encontraron.
Apuntes…
Nunca nadie habla con ellos, ni el director ni el teniente lo hacen… ¿Qué esperamos que ocurra en Sayula? ¿Qué espera el alcalde del PRD? ¿Qué espera el PRD local para obligar a su alcalde?, o ¿a caso el alcalde tiene más poder de decisión que el partido? No desistiremos en mostrar los abusos de esta administración, porque cosas tan simples y de lógica elemental no pueden pasarse por alto.
La injusticia y legitimidad de las demandas son reales, lo que no puede ser real es el mundo en que vive Samuel Rivas Peña, abusando de nuestros policías y haciéndoles creer que nada merecen. Por eso, lo único que podemos esperar es, seguramente la indiferencia, porque este alcalde ha demostrado, no tener voluntad política ni capacidad para atender cada señalización que aquí se hace.
PD. Ya estamos también en Skype, háganos una videollamada desde cualquier parte del mundo a: isabeles5
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